Los peregrinos que llegaban del norte de Europa siguiendo "Vía Limosina" entraban a la Península por Bayona y Hendaya. Tras atravesar Guipúzcoa alcanzaban Vitoria por el túnel de San Adrián. La Ruta Bayona-Burgos tiene un desarrollo en la provincia de unos 93 kilómetros. El primer contacto con las tierras burgalesas se produce en el Condado de Treviño. Desde La Puebla de Arganzón, tras otro breve paso por Álava, el camino alcanza Miranda de Ebro, en donde estaba situado el único puente que desde Logroño facilitaba cruzar el curso del Ebro. Orón y Ameyugo permiten alcanzar la entrada del espectacular desfiladero de Pancorbo.
Después de cruzar el alargado pueblo-camino de Pancorbo y ya por las llanas tierras de La Bureba, atravesando Zuñeda, Grisaleña y Cameno, la vieja ruta de peregrinos alcanza Briviesca. Tras salvar los desniveles de La Brújula, la también llamada Ruta Alavesa confluía con el Camino Francés en el pueblo de Villafría, unos kilómetros antes de entrar en Burgos.
También se puede mencionar otro camino jacobeo secundario: el que entraba en Burgos a través del norteño Valle de Mena.