lunes, 31 de mayo de 2010

Símbolos de la peregrinación: la venera



CAMINO / Conchas

En todo tiempo y lugar los peregrinos han vuelto con objetos cuyo sentido sobrepasa el de meros souvenirs o testimonios de su peregrinación. Estos 'residuos de santidad' prolongan el contacto con lo sagrado y están santificados doblemente: por el lugar de su extracción y por el esfuerzo de su consecución. En los santuarios cristianos de la Alta Edad Media se adquirían reliquias, phylacterias (trozos de papel escritos) u otros recuerdos, muchos de ellos sin carácter icónico: desde piedra de los santos edificios o de las tumbas, hasta aceite de sus lámparas o agua de los cauces cercanos. En dos de los grandes centros cristianos de peregrinación se recurrió a productos 'naturales' característicos de la zona: la palma de Jerusalén y una concha atlántica, en este caso un producto costero pese a que Compostela no es ciudad marítima, pero sí fue en la costa donde atracó la barca con los restos del apóstol y la peregrinación remite al finis terrae, no más allá de las tierras conocidas.



LUIS GRAU LOBO

Estas insignias, además de identificativas, constituyeron una especie de salvaconducto frente a los peligros del camino, con carácter muchas veces protector, apotropaico, pero no servían como...

... testimonio legal de la peregrinación, pues para ello debía aportarse el documento-certificado del cabildo compostelano (bula compostela), sobre todo en el caso de los peregrinos obligados a ello por castigo legal o por delegación.

La venera pronto triunfó, y pasó a ser uno de los símbolos más complejos y ricos del panorama jacobeo, pues su adopción y su éxito se deben a hondas creencias religiosas que ven en las conchas, en particular en este tipo, una expresión simbólica y talismánica. La creencia en las virtudes mágicas y protectoras de la concha, por su semejanza y asimilación a la vulva femenina, se remonta a la prehistoria, se atestigua en todas las culturas (del Japón al mundo azteca), y su desarrollo se vincula a la eclosión del culto a la fertilidad de la tierra personificado en la fecundidad femenina (pilares de la subsistencia de la economía agraria) durante el Neolítico. Una tradición que tiene expresa formalización en varios mitos, alguno de ellos griego, expresión literaria de una creencia elemental.

Así, en la Teogonía de Hesiodo el nacimiento de Afrodita es debido a la fecunda unión entre la espuma del mar y el miembro viril de Urano, mutilado por Cronos; un nacimiento, pues, de la muerte. Y la diosa se presentó a los chipriotas montada en una concha, lugar donde se produjo la génesis divina, que pasará a ser uno de sus atributos y representaciones más habituales (el famoso cuadro de Botticelli entre ellas). En el mundo romano la Venus Genetrix se asocia al culto del matrimonio y la familia como garantes de la prosperidad de la gens, una fecundidad medida en los patrones del orden social romano. No es preciso insistir si tenemos en cuenta que el nombre castellano (y gallego) -venera, vieira- deriva del latino -venus, veneris-, y además es la raíz del verbo venerar.

Pero si el dibujo y profundidad de la concha evocan el órgano sexual femenino, su origen la relaciona con las aguas de las que surge. La estrecha relación entre la fertilidad agraria y la disponibilidad de agua (el paraíso siempre es un lugar de aguas regulares y calmas), y entre ésta y el ritmo estacional y lunar del ciclo vegetal, hacen de la concha un valor polifacético constatado universalmente. Entre los aztecas la concha es el dios luna, y representa la matriz de la mujer, mientras que para los chinos antiguos personifica la parte yin, la energía cósmica femenina, lunar, 'húmeda'. Entre los latinos aún se creía que la luna alimentaba las ostras y mejillones.

El carácter regenerativo de la concha derivado del ciclo vegetal pasó en el mundo cristiano a tener un sentido funerario, también vinculado a su producto: la perla. Ostra y perla significan el sacrificio de una generación (la muerte del animal) en beneficio de la prosperidad de la siguiente (la perla), sacrificio cuya mística le hizo símbolo del propio Cristo en la tierra, y anticipo simbólico de la resurrección a una vida mejor tras el sacrificio de una vida terrena consagrada a la divinidad. Este es el sentido que tenían las conchas que señalaban las sepulturas de los primeros cristianos, que consideraban que éstas eran el recipiente de la tumba cerrada que algún día ha de abrirse para dar salida a un nuevo mundo, prospero y edénico.

Es poco probable que el viajero a Santiago considerase tantas relaciones simbólicas a la hora de proveerse de la concha-venera, pero no hay duda de que todo el significado que ésa había tenido durante siglos estuvo presente tanto en su adopción y rápida difusión como en el aprecio que esta tenía para su portador, aunque fuese por mera veneración hacia lo sagrado más allá de su genealogía cultural. En todo caso, la concha, como calabaza y cantimplora, tenían un evidente uso prático, para el abastecimiento del agua potable, como recipiente directo o como símbolo propiciatorio. Este sentido se observa también en otras culturas, incluso lejanas como el budismo chino, donde la concha augura un viaje próspero. Hoy día, la estilización de la venera todavía identifica lo jacobeo en todas partes, sea en autovías o en grafitis clandestinos.

viernes, 28 de mayo de 2010

Guzmán el Bueno y El Paso Honroso

La ciudad de León vio nacer, hacia el año 1256, a Alonso Pérez de Guzmán, “Guzmán el Bueno”.

El rey Sancho IV le encargó la defensa de Tarifa del ataque del Infante don Juan. Éste, viéndose incapaz de rendir la plaza, secuestró al hijo de Guzmán y con él se presentó ante los muros de la ciudad con la amenaza de que o rendía Tarifa o mataba al muchacho.

Guzmán se asomó entonces a lo alto de la muralla y dijo: “no engendré yo hijo que fuese contra mi tierra”.

Después lanzó su propio puñal para que cumplieran la amenaza y mantuvo la ciudad sin rendir.

En 1434 en Hospital de Órbigo, Don Suero de Quiñones se impuso, por amor a una dama, portar una argolla de hierro al cuello todos los jueves. Cuando decidió poner fin a esta promesa ofreció al Apóstol Santiago un torneo en el que él y ocho caballeros retaban a todos los que hacían el Camino, hasta completar trescientas lanzas rotas.
Así, durante treinta días que comenzarían con una misa y terminarían con un festín.

Muchos caballeros aceptaron el reto y los que no lo hacían debían depositar su guante en señal de cobardía.

Al terminar, los participantes fueron a Compostela para ofrecer al Apóstol las armas con las que habían luchado en unos combates en los que tan sólo hubo un muerto.

Pero esta aventura iba a marcar un trágico final para Don Suero, pues, pasados unos años, moriría a manos de uno de los participantes, que quiso vengarse así por haber sido derrotado en uno de aquellos enfrentamientos.















Uno de los puentes más largos del Camino de Santiago es el de Orbigo, en León, sobre el río del mismo nombre. Se trata de un puente de planta irregular, formado por 20 arcos de diferentes tipos y tamaños.


El puente comunica los pueblos de Hospital y Puente de Orbigo. La tradición dice que, en este lugar, don Suero de Quiñones, un caballero leonés, se comprometió en 1434 a romper 300 lanzas en honor de su dama. Fueron 68 los caballeros andantes que acudieron a las justas, unos combates que siguen siendo recordados en la actualidad.

sábado, 22 de mayo de 2010

Los Condes de Carrión y La Virgen del Dado

El peregrino pasa de tierras de Burgos a tierras de Palencia. Allí se encuentra Carrión de los Condes, de donde “El Poema de Mio Cid” nos cuenta que eran los condes Diego y Fernando González, casados con las hijas del Cid, y que a menudo sufrían las burlas de los hombres del Campeador por su cobardía. En venganza, los condes abandonaron a sus esposas en el robledal de Corpes, creyéndolas muertas, después de azotarlas.

El Cid pidió justicia a su rey, exigió que le devolvieran las dotes que les había dado y retó a duelo a los infames.

Vengada la afrenta, las muchachas volvieron a casarse en mejores nupcias, con infantes de Navarra y Aragón.

El Camino continúa por tierras leonesas cuya capital, León, estuvo muy concurrida en el siglo XVII, una época de gran auge del peregrinaje en el Camino. Debido a la cantidad de viajeros que pasaban, se daban cita muchos buscavidas que vivían de la estafa y del juego.

Un día, en una de las muchas partidas de dados que se jugaban, nada menos que dentro del claustro de la catedral, un soldado de los tercios de Flandes que se encontraba de paso, veía como, mediante trampas, le iban dando cuenta de todo el dinero que llevaba encima.

Enojado por la situación, agarró el dado y lo lanzó con fuerza, dando contra la estatua de la Virgen que tenía enfrente y golpeando la cabeza del niño, que, de repente, ante el asombro de todo el mundo, comenzó a sangrar.

Dicen que aquel soldado no sólo dejó el juego, sino que también abandonó el ejército para siempre.





















Resumen del argumento del Poema de Mio Cid.


viernes, 21 de mayo de 2010

Apóstoles de la Verdad

Francisco de Zurbarán dedicó a lo largo de su vida como artista gran relevancia a los bodegones —característica de los grandes pintores del barroco— porque le permitía resaltar el realismo tan habitual durante esta época. Estos objetos de la realidad cotidiana están plasmados con asombrosa sencillez y veracidad. La disposición de los objetos tiene relación con el orden, la limpieza, la serenidad y la fragilidad. Algunas de las piezas que aparecen en el cuadro son sencillas vasijas de barro. Frágiles y delicadas como es nuestra vida de cristianos. En la segunda carta que san Pablo dirige a los Corintios les dice que el tesoro del ministerio de ser apóstol de Cristo “lo llevamos en vasijas de barro para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros”.

Por muy frágil que sea nuestra vida, el cristiano tiene una misión evangelizadora. La difusión de la verdad. “Nos aprietan por todos los lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no desesperados”, prosigue san Pablo. Ante las dificultades, ante los impedimentos, ante los oprobios, valentía de hijos de Dios. En una sociedad como la actual es difícil declararse cristiano porque eso nos puede acarrear problemas con los compañeros de trabajo, con algunos familiares y con aquellos que se dicen nuestros amigos. Pero como los apóstoles —vasijas de barro frágiles y delicadas— es la oportunidad para testimoniar nuestra fe en Cristo. Es el momento de dejar constancia de nuestra misión como hijos de Dios. Los cristianos debemos ser apóstoles de la verdad sabiendo sufrir como Dios sufrió.











ORACIÓN:

Oh Dios, que has puesto la plenitud de la ley en el amor a ti y al prójimo, concédenos cumplir tus mandamientos para llegar así a la vida eterna.

sábado, 15 de mayo de 2010

A Dios Rogando….Y Labrando

Cuando la primavera adorna los valles y, los campos, con sus primeras mieses nos hablan de su esplendor. Cuando la Pascua nos sigue agasajando con armoniosos aleluyas de resurrección, celebramos en este 15 de mayo la festividad de San Isidro Labrador.

Dejamos a un lado lo que puede ser leyenda y nos fijamos en lo sustancial: Isidro fue un hombre de Dios y, eso, le ha valido un puesto –más que merecido- en el calendario cristiano.

1. En una mano el arado y, en la otra, la oración. Así fue este hombre. Sabía que, su esfuerzo y tesón, eran regalos bajados del cielo. No descuidó ni lo uno ni lo otro: trabajaba mirando hacia la tierra pero, su corazón, alababa incesantemente a Dios.

Supo llevar, su alma cristiana, al día a día. Cuando tantos de nosotros estamos sumergidos en el puro activismo. Cuando nos resulta tan difícil combinar “fe y trabajo”, San Isidro logró armonizar perfectamente los dos aspectos. El “ora et labora” benedictino, lo supo custodiar y vivir en primera persona. Dios era lo esencial y, a El, se consagraba con las primeras luces del día. ¿De qué servirían aquellas labores agrícolas el día de mañana? ¿Merecía la pena gastarse en el arado cuando, lo único que estaba llamado a fructificar eternamente era su profunda fidelidad a Dios?

Estos interrogantes nos vendrían muy bien a nosotros, como fondo y planteamiento de nuestro vivir; vamos de un lado para otro. Hacemos muchas cosas. Contamos con una técnica que nos abarata costes y nos evitan esfuerzos mayores. Pero ¿y la vida en Dios? ¿La cuidamos? ¿La embellecemos con el arado de la oración, la humildad, la paciencia o la confianza en Dios?

Tan peligroso, para una vida cristiana, es el brazos cruzados como una existencia atestada de actividad. Las dos tienen algo en común: que no hay espacio para Dios. Que no hay lugar para la búsqueda o el descanso en Dios.

2. San Isidro, con su ejemplo honrado, nos coloca en aquel punto donde podemos encontrar el equilibrio perfecto: rogar y labrar, labrar y rogar. Es decir; trabajar sin olvidar a Dios y, alabar a Dios, sin dejar de cumplir con nuestras obligaciones y sabiendo que Dios nos ama.

¿Cuál fue el secreto de San Isidro para ser santo? ¿Qué trabajaba de sol a luna? ¿Qué Dios bendecía con especial mano divina sus sembrados? ¿Qué asistía, con las primeras luces del alba a la Eucaristía? Sí…pero no. El gran secreto de San Isidro es que se sentía amado por Dios. Que, en todo lo que hacía y decía, sabía que encontraba la presencia amorosa de Dios. Porque, al fin y al cabo, ¿qué es ser santo? Ser santo, como San Isidro, es sentir a flor de piel el inmenso amor que Dios nos tiene. Es dejar a su beneplácito lo que somos y realizamos. Es caer en la cuenta de que, Dios, es el que anima y alienta nuestro vivir, nuestro trabajar y quien reconforta nuestro sufrir.

Que el ideal cristiano de San Isidro, que fue ver al Señor en todo lo que era y hacía, sea para nosotros un motivo para intentar derivar nuestra vida por aquellas sendas que, en San Isidro, se convirtieron en pistas para encontrarse y permanecer unido al Señor.

El futuro de nuestra fe, depende en gran medida, de la siembra que vayamos realizando en ese campo de inmensas posibilidades como es la familia. Ahí es donde hemos de impregnar, a las futuras generaciones, de seguridad en la fe, convicciones religiosas y morales, y valores que –más allá del relativismo que nos invade- permanezcan inalterables en nuestra conducta, en nuestra formación y en nuestra conciencia.

San Isidro, tal vez, llegó a cultivar viñedos. Qué pronto aprendería aquello del Evangelio: para que un sarmiento dé fruto, ha de estar unido a la vid. Nuestra sociedad, sarmiento a veces resquebrajado y caprichoso, corre el riesgo de secarse o quemarse por sí misma, por alejarse demasiado de esa fuente de vida, de amor, de frescura y de fe como es Jesucristo.

Pidamos, por intercesión de San Isidro, trabajo para vivir y fe para alabar y bendecir a Dios.

COMO TU, SAN ISIDRO

Queremos un día luminoso
para buscar la luz del cielo
Un tierra firme y bien dispuesta
en la que sembrar un futuro mejor.
¿Nos ayudarás en el surco, amigo?
Préstanos tu arado;
Bien sabemos que, por ser de tal amo,
a la fuerza ha de ahondar regueros divinos
Déjanos tu calzado;
Bien sabemos que, por calzar la humildad,
hemos de llegar hasta el final del tajo.

COMO TU, SAN ISIDRO

Con los dos ojos labraremos la tierra:
Con uno mirando al cielo,
para que Dios bendiga nuestro esfuerzo,
y con el otro, en la zanja,
para que no nos falte el alimento.
Ayúdanos, San Isidro,
a empujar con aliento divino
la aguijada sobre el duro suelo.
Hoy, como nunca, amigo labriego
necesitamos de tus manos
para saber guiar el timón
de nuestra fe, de nuestro ser, vivir y trabajar.
Te pedimos que, ante Dios,
hagas presente la oración
de este pueblo que, con espigas en sus manos,
oraciones en sus labios,
con cestas de mimbres rebosando frutos,
vinos generosos o miel silvestre
o pan recién sacado del horno
ama a Dios sobre todas las cosas
y proclama con la fe de nuestros padres:
¡Bendito sea el Señor
que nos da la tierra que nos devuelve
el ciento por uno
cuando se le trata con
mano humana y abono divino.
Amén.

J. Leoz

San isidro labrador 


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jueves, 13 de mayo de 2010

La Virgen de Fátima y sus Apariciones






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Presentación de power point con con la vida y fotos de los pastorcitos y los mensajes de la Santísima Virgen, hay hipervínculos que llevarán a conocer los lugares de las Apariciones y la vida que hoy hacen los peregrinos que van a Fátima










Día de la Virgen de Fatima

El 13 de mayo de 1917 tres niños, Lucía dos Santos y sus primos Francisco y Jacinta Marto, que realizaban labores de pastoreo, fueron testigos de una aparición de la Virgen María cerca del lugar llamado Cova do Iria o Cueva de Irene, en Fátima, Portugal.













Muy bello canto a nuestra Señora de Fátima.














El Programa "Misterio sin Resolver" trata sobre "Nuestra Señora de Fatima"















Un espectacular episodio de misterios sin resolver.















Caso: La Virgen De Fatima

Segmento: "Lo Inexplicable"

Idioma: Español Latino

Sinopsis: Segunda parte del misterio sobre la aparicion de La Virgen De Fatima.Los hechos sucedieron desde el 13 de mayo hasta el 13 de octubre de 1917. Lucía dos Santos de diez años y sus primos, Jacinta y Francisco Marto de seis y nueve años respectivamente, relatan que sintieron como el reflejo de luz que se aproximaba y vieron a una Señora vestida de blanco surgir de una pequeña encina. Los niños aseguraron que se trataba de la Virgen María, la cual les pidió que regresaran al mismo sitio el 13 de cada mes durante seis meses. En posteriores retornos los niños fueron seguidos por miles de personas que se concentraban en el lugar para ser testigos de las apariciones. Con anterioridad a las apariciones marianas se había aparecido un ángel durante la primavera de 1916 en la cueva Loca do Cabeço. Francisco no escuchaba ni hablaba con la Señora, solo la veía.Entre las recomendaciones, según los testimonios de los niños, la Virgen hizo hincapié en la importancia del rezo del rosario para la conversión de los pecadores y del mundo entero. La Virgen María también habría pedido la construcción de una capilla en el lugar, capilla que fue el germen del actual santuario.Se dice que la Virgen apareció otras cinco veces a lo largo del año 1917. En el tiempo que sucedieron las apariciones, la Virgen, según testimonio de los videntes, realizó varias profecías, recomendaciones y entregó tres mensajes conocidos como Los tres secretos de Fátima.Se afirma que tres mensajes fueron entregados por la Virgen María a Lucía, la mayor del grupo. El primer secreto, según Lucía, mostraba una visión del infierno mientras que el segundo hablaba de cómo reconvertir el mundo a la cristiandad. El texto del tercer misterio se mantuvo en secreto por muchos años y sólo fue revelado por el Papa Juan Pablo II el 26 de junio de 2000 precisamente en Fátima.Interpretaciones de católicos afirman que el segundo misterio pronosticó la re-conversión de Rusia (en esas mismas fechas se realizó la Revolución Rusa que dio lugar al primer estado socialista de la historia) al cristianismo. Y consideran que con la desintegración de la URSS en 1990 la profecía se ha cumplido. También se especula que en el tercer mensaje se profetizaba el atentado contra la vida del papa Juan Pablo II que ocurrió el 13 de mayo de 1981 (64° aniversario de la primera aparición de Fátima).Además, según creyentes, la Virgen María predijo el final de la Primera Guerra Mundial (la cual terminó al año siguiente) y la muerte prematura de Francisco y Jacinta. Francisco murió el 4 de abril de 1919 y Jacinta el 20 de febrero de 1920, ambos fueron luego beatificados por la Iglesia Católica.














Caso: La Virgen De Fatima

Segmento: "Lo Inexplicable"

Idioma: Español Latino

Sinopsis: Tercera y ultima parte del misterio sobre la aparicion de La Virgen De Fatima.Los hechos sucedieron desde el 13 de mayo hasta el 13 de octubre de 1917. Lucía dos Santos de diez años y sus primos, Jacinta y Francisco Marto de seis y nueve años respectivamente, relatan que sintieron como el reflejo de luz que se aproximaba y vieron a una Señora vestida de blanco surgir de una pequeña encina. Los niños aseguraron que se trataba de la Virgen María, la cual les pidió que regresaran al mismo sitio el 13 de cada mes durante seis meses. En posteriores retornos los niños fueron seguidos por miles de personas que se concentraban en el lugar para ser testigos de las apariciones. Con anterioridad a las apariciones marianas se había aparecido un ángel durante la primavera de 1916 en la cueva Loca do Cabeço. Francisco no escuchaba ni hablaba con la Señora, solo la veía.Entre las recomendaciones, según los testimonios de los niños, la Virgen hizo hincapié en la importancia del rezo del rosario para la conversión de los pecadores y del mundo entero. La Virgen María también habría pedido la construcción de una capilla en el lugar, capilla que fue el germen del actual santuario.Se dice que la Virgen apareció otras cinco veces a lo largo del año 1917. En el tiempo que sucedieron las apariciones, la Virgen, según testimonio de los videntes, realizó varias profecías, recomendaciones y entregó tres mensajes conocidos como Los tres secretos de Fátima.Se afirma que tres mensajes fueron entregados por la Virgen María a Lucía, la mayor del grupo. El primer secreto, según Lucía, mostraba una visión del infierno mientras que el segundo hablaba de cómo reconvertir el mundo a la cristiandad. El texto del tercer misterio se mantuvo en secreto por muchos años y sólo fue revelado por el Papa Juan Pablo II el 26 de junio de 2000 precisamente en Fátima.Interpretaciones de católicos afirman que el segundo misterio pronosticó la re-conversión de Rusia (en esas mismas fechas se realizó la Revolución Rusa que dio lugar al primer estado socialista de la historia) al cristianismo. Y consideran que con la desintegración de la URSS en 1990 la profecía se ha cumplido. También se especula que en el tercer mensaje se profetizaba el atentado contra la vida del papa Juan Pablo II que ocurrió el 13 de mayo de 1981 (64° aniversario de la primera aparición de Fátima).Además, según creyentes, la Virgen María predijo el final de la Primera Guerra Mundial (la cual terminó al año siguiente) y la muerte prematura de Francisco y Jacinta. Francisco murió el 4 de abril de 1919 y Jacinta el 20 de febrero de 1920, ambos fueron luego beatificados por la Iglesia Católica.














Madrid, 13 feb (EFE).- Enterrada en el convento Santa Teresa de Coimbra, sus restos se trasladaron a la Iglesia de Fátima.

Benedicto XVI inició su Causa de Beatificación, en 2008.

Lucía, Jacinta y Francisco vieron en Fátima a la Virgen María, el 13 de mayo de 1917, quién reveló "tres misterios".

El primero anunciaba el fin de la Primera Guerra Mundial y la muerte prematura de Francisco y Jacinta. El segundo, la reconversión de Rusia al cristianismo. Y el tercero el atentado contra Juan Pablo II, en 1981.

En 2000, tras encontrarse con Lucía, Juan Pablo II desveló el tercer misterio, durante la beatificación de Francisco y Jacinta.

Dijo que la bala de Alí Agca iba a matarlo pero, "una mano maternal" desvió su trayectoria, proyectil que donó a la Virgen, que lo porta en su corona.

El Santuario de Nuestra Señora de Fátima recibe cada año cuatro millones de peregrinos, tras declararse dignas de fé, en 1930, las apariciones.













Trailer de la película "La Señora de Fátima".

martes, 11 de mayo de 2010

Shalom






El grupo musical "Algarabia" se desplazo a nuestros estudios para cantarnos canciones populares sefardies; canciones que hablan tanto de ceremonias religiosas como de amores truncados utilizando giros en judeo-español que nos transportan a tiempos lejanos

domingo, 9 de mayo de 2010

El Espíritu Santo crea comunión de fe y amor

Un tema importante en las lecturas de este domingo es el Espíritu Santo. El Espíritu es la persona de la Santísima Trinidad que está presente en el tiempo de la Iglesia. Tiene la misión principal de contribuir a la comunión de los hombres. El Espíritu crea comunión de fe y amor.

1º En la primera lectura podemos ver: "Hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponeros más cargas de las indispensables".

Es que en la primera Iglesia se planteó un conflicto que provocó el Concilio de Jerusalén. El conflicto se podría expresar del siguiente modo: entre los primeros cristianos había algunos que procedían del judaísmo y otros que procedían de la gentilidad. Los judíos querían seguir manteniendo el cumplimiento de la ley de Moisés, querían conservar la circuncisión como señal de pertenencia al pueblo de Dios, cosa que no acababan de aceptar los que provenían del ambiente gentil.

El primer concilio decidió que no era necesario estar circuncidado para pertenecer al Nuevo Pueblo de Dios. Este "conflicto" es expresión de una comunidad plural, en donde no hay una uniformidad total en sus miembros, si no que hay diferentes puntos de vista; pero en la que hay comunión. Antes que las propias convicciones o la ley antigua, triunfa el Espíritu.

Mención aparte habría que hacer para lo que sí consideraron una carga imprescindible de soportar, que fue lo siguiente: no a la idolatría, no a la fornicación y no a comer carne ofrecida a otros dioses, por respeto ante quien se pudiera escandalizar.

Otra mención decisiva para al Iglesia, que estaba en el trasfondo de ese conflicto, es que los apóstoles vieron claramente que el Evangelio estaba destinado a todos, no solo al pueblo judío. Quizá este era el tema clave y no los otros, más anecdóticos.

2º En el texto del evangelio se dice: "El que me ama guardará mi palabra. El Espíritu Santo os lo irá recordando todo".

El amor cumple la ley. "Quien me ama, guardará mis mandamientos", dice Jesús en otro momento de este discurso de despedida, que relata Juan. Pero resulta que quien ama no sólo cumple los mandamientos, sino que su amor le lleva mucho mas largo, "ama y haz lo que quieras" - decía San Agustín -. El amor cumple la ley entera, guarda la palabra de Jesús. Y para guardar todo lo que Jesucristo ha dicho, tenemos al Espíritu Santo que nos lo irá recordando todo.

El Espíritu Santo crea comunión porque hace posible una auténtica fe en diversidad de opiniones y porque hace posible el amor, recordándonos todo lo que Jesucristo dijo.

3º Celebramos hoy la Pascua del enfermo: "Dando vida, sembrando esperanza" – 25 años del día del enfermo – Se nos invita a pedir por ellos y a saber acompañarlos en sus necesidades.

Quizá podamos ver la enfermedad como una limitación o una fuente de sufrimientos, a veces innecesarios. Desde la perspectiva de las lecturas de hoy podíamos decir de la enfermedad lo mismo que decimos del Espíritu. Los enfermos crean comunión entre las personas cercanas, ayudan a unirse en torno a ellos, a quienes nos situamos ante la vida con distintas ideas políticas o religiosas. Quizá es una de las lecciones que podemos aprender de los enfermos, además de la debilidad de la vida, la necesidad de la mutua dependencia, la importancia de la salud, la necesidad de comprensión... Los enfermos nos ayudan a hacer concreto nuestro amor ante sus necesidades.

Os pongo la oración de esta campaña:

María, Madre Inmaculada,

tu sí incondicional al Padre

nos regaló al Salvador,

fuente de vida y de plenitud.



Acudimos a ti,

desde lo más hondo de la vida,

y encomendamos a tu maternal sensibilidad

a quienes están viviendo el tiempo

amargo de la enfermedad,

y a quienes cuidan, curan y acompañan.



María, Madre de esperanza,

levanta a los que se encuentran postrados y sin aliento,

infunde calor de vida en quienes

han perdido la ilusión,

acompaña a cuantos sufren la soledad.



Que encuentren Gracia en la desgracia,

salud en la enfermedad,

compañía en la soledad,

paz y serenidad en la angustia,

luz y sentido en las preguntas sin respuesta.



Que nunca les falte un corazón

que escucha, comprende, alivia y acompaña.

Amén.


Jesús y el Padre vendrán a nosotros

La Pascua sigue adelante. Y hoy los textos litúrgicos son especialmente hermosos. Desde el relato de los Hechos de los Apóstoles hasta el Evangelio, pasando por el anuncio en el libro del Apocalipsis de la bajada de la Jerusalén Celestial. En el Evangelio Jesús nos promete la llegada del Espíritu Santo. Nos acercamos, pues, a la Ascensión y a Pentecostés, con lo que terminaremos el tiempo de Pascua. Pero la promesa emocionante de este domingo es que, si creemos, Jesús y el Padre vendrán a nosotros. Esa teofanía personal e intransferible para cada uno es prueba del gran amor divino y seguro de salvación.















Con imágenes del sevillano barrio de Santa Cruz, meditación de Juan Segura en el sexto domingo de Pascua para www.elcantarodesicar.com















6º DOMINGO DE PASCUA. Pbro. Lic. José Luis Aguilera Cruz aguileracruz@yahoo.com.mx

El que me ama cumplirá mi palabra

DIOS TRINO, PRESENTE.

En la lectura del evangelio de este domingo (Jn 14, 23-29), encontramos en el primer párrafo del texto mencionadas las tres personas de la Santísima Trinidad: Jesús asegura que el Padre ama a quien cumple la palabra de Jesús v. 23, es más en este mismo verso Jesús asegura la unidad que existe entre él y su Padre, Jesús dice: Vendremos (el Padre y Él) a él y haremos en él nuestra morada v. 23; Jesús asegura que las palabras que él pronuncia son del Padre mismo v. 24, pero de repente Jesús habla del Espíritu Santo, dice que este Espíritu lo envía el Padre en nombre de Jesús, dice así: El Espíritu Santo que mi Padre les enviará en mi nombre... v. 26. Al inicio de la pascua una de las lecturas del evangelio nos decía que el Espíritu daba la posibilidad del perdón de los pecados, ahora dice que el Espíritu Santo Les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he enseñado v. 26b.

EL AMOR A JESÚS INCLUYE...(1)

Además de que en un texto tan antiguo como la Iglesia se mencione a la Santísima Trinidad y esto es realmente impresionante, porque nos dice que la fe que hoy tenemos es la fe que la Iglesia del siglo I tenía en su corazón, por lo tanto es la misma, además de esto, resulta que si se trata de seguir el sentimiento de el apóstol Pedro que le dijo a Jesús Señor, ¿A quién vamos a ir? Sólo tú tienes palabras de vida eterna (Jn 6, 68), si hemos de escuchar su palabra, si hemos de seguir su palabra, si hemos de tener la Palabra de Dios como meta de nuestra vida, lo que nos debe unir a esta palabra es el amor a Jesús, si amamos a Jesús escucharemos y haremos caso de su palabra Jn 14, 23; y lo contrario si no nos une el amor a Jesús, no escucharemos su palabra. Uno puede leer un libro y simpatizarle el autor, pero de eso a amarlo hay un abismo, pero entre Jesús y sus oyentes sean antiguos o actuales, lo que los une es el amor.

EL AMOR A JESÚS INCLUYE...(2)

Además de que el amor a Jesús incluye el amor a su palabra, también incluye dice nuestro texto dominical: la alegría de que Jesús se vaya al Padre, creo que podemos hace extensiva esta idea, el amor a Jesús incluiría también que cuando alguien ya en estado de gracia después de haber recibido todos los auxilios espirituales, se va a la casa del Padre a una de esas tantas habitaciones que dijo Jesús que tiene la casa del Padre para indicar que la salvación es una posibilidad para muchos. En otras palabras la muerte ya está vencida por Jesús, por lo tanto ya no es para ser temida, la muerte es sólo un paso para llegar a la vida plena, la vida eterna. La muerte de alguien que creyó en Jesús debería ser aquí entre nosotros día de fiesta. día de transición a los brazos del Padre.

NO SE ACOBARDEN.

La fe en ese Dios que es Padre, Hijo vivo y resucitado y Espíritu Santo, nos lleva a relacionarnos de persona a persona entre Jesús y nosotros, pero entre personas que se aman, que no se trata de un Dios que ordena y unos súbditos que obedecen sino de amigos que se entienden porque entre ellos circula el amor, de modo que el triunfo de uno alegra al amigo como su propio triunfo, toda esta frescura de las consecuencias de que Cristo haya resucitado se traduce en las palabras que nos dice Jesús en este evangelio: No pierdan la paz ni se acobarden v. 27. Si Cristo ha resucitado debe resucitar el amor, la confianza, es lo natural de los hijos de Dios, mira tu corazón ¿te hace falta el resucitado dentro de ti? O ¿ya vives este optimismo del resucitado?

viernes, 7 de mayo de 2010

Monasterio de Santo Domingo de Silos(Burgos)







Documental sobre el Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos), y la vida de sus monjes.