domingo, 30 de noviembre de 2008

El Brasero

A la entrada de la Sacristía Mayor, hay un monumental brasero que está encendido todos los días del año, desde el siglo XVII. Cosa muy curiosa para los turistas. En ciertas ocasiones, cuando se quedan mirándole, les explico así:


¡ Cuántos te miran, brasero,
sin comprender tu labor!
ni saben que es tu misión
Además de dar calor
eres un fiel compañero.



Eres como un bello anciano,
que con blanca cabellera
nos das lección verdadera
en el sentido cristiano.

Con tu ceniza posada
cómo nos haces pensar
que la vida ha de acabar
en el polvo y en la nada.


Y en tu carbón encendido
se refleja una razón:
que así acaba el corazón
poco a poco consumido.


Con qué gusto te miramos
y qué grata es tu visita.
Si a todos, parece, invita
a calentarse las manos.


Tienes fama verdadera,
eres en todo apreciado,
y tu recuerdo a pasado
más allá de la frontera.


Los turistas... siempre igual,
preguntando lo primero,
¿para qué sirve un brasero
en esta gran Catedral...?.


No la comprenden tu vida,
y así es tu lento pasar,
días y años sin cesar
y con tu lumbre encendida.


Nadie premia tu valer,
ni saben que es tu misión
tener a puntoel carbón
para el incienso prender.


Mira si es alto tu honor,
porque sirves sin tardar
para incensar el altar
donde está nuestro Señor.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Día Universal del Niño

Hoy, 20 de noviembre se celebra el Día Universal del Niño y el XVII aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada en 1989.
Deseamos que todos los niños del mundo puedan disfrutar de la niñez que merecen y que reciban todo el amor posible, deseo reciproco de todos.


Ratificada por 192 países, la Convención sobre los Derechos del Niño supuso un hito, pues desde su aprobación la infancia es considerada, no como objeto de protección, sino como sujeto de pleno derecho. Un enfoque de desarrollo basado en los derechos de la infancia contribuye a que se produzcan las transformaciones sociales, económicas y jurídicas necesarias para hacer del mundo un lugar más justo y habitable.

Sin embargo, la Convención sobre los Derechos del Niño sigue siendo un documento insuficientemente conocido y los derechos que recoge aún distan mucho de convertirse en realidad en numerosos rincones del planeta. Días como el 20 de noviembre sirven para recordar que los derechos de la infancia están ratificados pero no garantizados.

Desgraciadamente se siguen violando diariamente los derechos de millones de niños y niñas en todos los países del mundo, y son muchos los retos que quedan hoy día reflejados.

¡Feliz día a todos los niños del mundo!.

Los niños tienen derechos


En 1998 UNICEF pensó en cómo divulgar los derechos de la infancia de forma creativa y divertida, y les pidió a creadores y directores de todo el mundo que hiciesen cortos animados de 30 segundos sobre alguno de los derechos de la Convención. Desde entonces, más de 70 estudios de 32 países han realizado animaciones para este proyecto. Estos dibujos se han emitido en televisiones de todo el mundo.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Iglesia de San Miguel de Mahamud

Capilla de la nave opuesta aparece presidida por una maciza pila bautismal románica de finales del siglo XII procedente de la arruinada y expoliada ermita de San Andrés. Las paredes de la capilla aparecen labradas con arcos conopiales decorados con relieves de hojas, hombres y animales fantásticos.


Quien visite el templo al caer la tarde puede que asista al mágico momento en que el sol, camino ya del horizonte, cuela sus rayos por el gran óculo abierto en la fachada occidental -también la parte mas antigua de la iglesia, iniciada en torno al siglo XIII-, para dejarlos caer justo sobre las filigranas de yeso que adornan el púlpito múdejar adosado a una de las columnas. Es entonces cuando las llamas blanquecinas que embellecen sus paños se tornan del color del fuego envolviendo en pan de oro a quien, desde su interior, se alce sobre la feligresía para dirigir sermones o rosarios mientras un foco, tan divino como el de una postal piadosa, ilumina al iluminado entre resoles y aspavientos.