jueves, 30 de abril de 2009

Historia sobre la Paz

Érase una vez un rey que ofreció una gran recompensa al artista que hiciera el mejor cuadro sobre la paz.

Muchos artistas lo intentaron.

El rey estudió todos los cuadros. Sólo había dos que le gustaron de verdad. Y tenía que elegir uno.

Uno de los cuadros representaba un lago tranquilo. El lago era un espejo perfecto en el que se miraban las gigantescas montañas de alrededor y encima un cielo azul con nubes blandas y blancas.

Era el cuadro perfecto de la paz.

El otro cuadro tenía también montañas, pero éstas eran puntiagudas y desnudas.

El cielo iracundo diluviaba y lanzaba rayos letales. A un lado de la montaña caía una cascada espumante nada pacífica.

C
uando el rey observó el cuadro vio detrás de la cascada una planta diminuta que crecía en la hendidura de la roca. En la planta un pájaro había construido su nido. Allí, en medio de las aguas furiosas y turbulentas, estaba acurrucada la madre del pájaro en su nido en una paz perfecta.

¿Qué cuadro ganó el premio?

El rey eligió el segundo. ¿Por qué?

Porque la paz no significa estar en un lugar donde no hay ruidos ni problemas ni duros trabajos.Paz es vivir en medio de todas esas turbulencias y sin embargo tener tranquilo el corazón.

miércoles, 29 de abril de 2009

Prólogo

Tan pronto como el rey Alfonso II el Casto tuvo noticias del descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago, se desplazo a visitarla, convirtiéndose así en el primer peregrino de la historia.

Sin contarlo a él, el primero del que se tiene constancia fue Gotescalco, obispo de la ciudad francesa de Le Puy, que viajó con su séquito desde Aquitania en el año 950.

Desde entonces, millones de personas han ido a Compostela y muchas de ellas se han ganado el jubileo, es decir, la indulgencia plenaria para el perdón de los pecados.

Para ello es necesario: peregrinar a Compostela durante el Año Santo; visitar la catedral; rezar alguna oración y, si es posible, asistir a misa; y recibir los sacramentos de penitencia, quince días antes o después, y comunión.

Además, todos aquellos que viajan a Galicia, tienen la oportunidad de visitar el lugar donde se encuentran los restos del único Apóstol enterrado en occidente, a excepción de San Pedro y San Pablo que están en Roma.

Así, desde la antigüedad en que viajaban los peregrinos siguiendo el rastro de la Vía Láctea, que les indicaba el camino a la tumba del Apóstol, hasta nuestros días, llegará gente desde todos los rincones de la cristiandad, convirtiendo a Compostela en el tercer destino de peregrinación cristiana, después de Roma y Jerusalén.

Todos estos peregrinos han ido dejando una huella que, con el paso del tiempo, irá dando lugar a las diferentes rutas que se siguen actualmente.

La más transitada de ellas es la conocida como Camino Francés, que se origina al otro lado de Pirineos y fue muy utilizada en la Edad Media por los peregrinos galos.

El Camino Francés tiene en la Península dos puntos de inicio: Roncesvalles, en Navarra y Somport, en Huesca.

A Roncesvalles llegan tres vías desde Francia: la Podense, desde Le Puy; la Lemovicense, que sale de Vézelaly y pasa por Limoges: y la Turonense, que sale de París y pasa por Tours. Las tres vías se unen en Ostabat, antes de entrar en la Península a través de Valcarlos y Roncesvalles.

A Somport llega desde Francia la vía Tolosana, que parte de Arlés y pasa por Montpellier y Toulouse.

Uno de esos viajeros que realizaron el camino fue el clérigo francés Aymerich Picaud, que lo hizo en el siglo XII. Este personaje pasó a la historia por haber escrito la primera guía que se ha hecho sobre el Camino.

Se trata del “Liber Peregrinationis”, que forma parte del “Liber Sancti Jacobi”, conocido como Codex Calixtinus, un manuscrito compuesto de cinco libros:

El primero, con las liturgias propias del culto al Apóstol.

El segundo, donde se relatan sus milagros.

El tercero, cuenta la llegada de los restos de Santiago a Galicia tras su martirio.

El cuarto, narra las leyendas y proezas de Carlomagno.

El quinto; la guía del peregrino de Aymerich Picaud.

Todo ello va precedido, a modo de prólogo, de una carta del Papa Calixto II, que fue quien mandó componer la obra y quien, en 1122, distinguió al santuario de Compostela proclamando el Año Santo Compostelano.

El Papa Alejandro III lo ratificó en 1179, estableciendo que fuera Año Santo todo aquel en que el 25 de julio, festividad de Santiago, coincidiera en domingo, día en que el obispo Teodomiro descubrió el sepulcro del Apóstol.

El Año Santo Compostelano es también conocido como Año Jacobeo, derivación que viene del nombre de Santiago en francés, Jacques. Esto es debido a que, desde el principio, el culto a Santiago tuvo un profundo arraigo en tierras francesas, y es de allí de donde procede la ruta más importante, el Camino Francés que citamos anteriormente. Además, en la actualidad, es más común encontrarse con la expresión gallega: Xacobeo.

Los peregrinos que recorren el Camino de Santiago tienen la costumbre de recoger en parroquias, cofradías, albergues u otras asociaciones, la Credencial. Es una cartilla que deben cubrir con sus datos personales, la fecha, el lugar de inicio de la ruta y el modo en que la van a realizar, y que deberán ir sellando cada día en algún establecimiento de los sitios por donde van pasando, quedando así constancia de su paso por ese lugar.

Al llegar a su destino, deberán acudir a la Oficina de Acogida al Peregrino, donde les pondrán el último sello y les harán entrega de la Compostela, el certificado oficial de haber realizado el Camino. Para recibirla, hay que acreditar haber recorrido al menos cien kilómetros, ya sea andando, a caballo o en bicicleta.

Todos estos peregrinos que recorren, pueblo a pueblo, el Camino, tienen ocasión de conocer los lugares, sus gentes y sus costumbres, pero, además, la ruta está plagada de historias, personajes y leyendas siguiendo el itinerario del Camino Francés.












martes, 28 de abril de 2009

El Apóstol Santiago

El Apóstol Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo y Salomé, y hermano de Juan el Evangelista, fue pescador hasta que conoció a Jesús y decidió seguirlo. El propio Jesús le encargó la misión de difundir su doctrina por occidente y, así llegó a Hispania, territorio en el que pasó algún tiempo predicando.

Tras una temporada por estas tierras, decidió volver a Jerusalén, donde Herodes Agripa lo arrestó, lo sometió a martirio y lo hizo decapitar hacia el año 44 d.C.

Entonces, dos de sus discípulos, Atanasio y Teodoro, recogieron apresuradamente sus restos y huyeron en una barca sin timón ni velas, en un aventurado viaje totalmente a la deriva. Así, tras cruzar el Mediterráneo, el estrecho de Gibraltar y recorrer la costa portuguesa, llegaron a la costa de Galicia, cerca de la localidad de Iria Flavio, a un lugar que hoy se llama Padrón, por la piedra o “pedrón” donde amarraron la barca. Después fueron a pedirle permiso para enterrar el cuerpo a una reina pagana conocida por el nombre de Lupa, que gobernaba en aquel lugar. Ésta les entregó dos toros bravos para trasladarlo y los discípulos consiguieron amansarlos.

Después les hicieron tirar de la carreta con los restos de Santiago, hasta que los animales cayeron agotados.

En aquel preciso lugar, enterraron a su maestro.

Después, Teodoro y Atanasio permanecieron cuidando la tumba hasta que ambos murieron, y sus cuerpos fueron enterrados allí mismo, junto a su mentor.


domingo, 26 de abril de 2009

El Mesías tenía que padecer y resucitar


Continuamos con el camino de la Pascua, celebrando la resurrección del Señor Jesús, celebrando la vida nueva que tenemos ya en prenda, gracias al Bautismo. De la resurrección es de lo que nos hablan las lecturas de este domingo. La primera, de los hechos de los apóstoles, y el Evangelio, de Lucas, tienen una gran similitud en su mensaje.

Dice el Evangelio: "Todo lo escrito tenía que cumplirse: el Mesías padecerá, resucitará y en su nombre se predicará la conversión". Resalto esta idea porque se dice también en la primera lectura. Ya estaba escrita la pasión y la resurrección de Cristo antes de pasar. Dice la primera lectura: "Matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó... lo hicisteis por ignorancia, pero Dios cumplió de esta manera lo dicho por los profetas: que su Mesías tenía que padecer". En Cristo se cumplen muchas profecías del Antiguo Testamento. Esto quiere decir que el Antiguo Testamento hay que leerlo y entenderlo desde Cristo. No quiere decir que se pueda adivinar el futuro o que el futuro esté escrito en algún sitio. El futuro depende de la gracia de Dios y de la libertad del hombre.
Estaba anunciado que el Mesías tenía que padecer. Probablemente los discípulos de Jesús conocían lo que decían las Escrituras a este respecto; sin embargo cuando le llegó la cruz a Cristo, todos se espantaron de él, todos le abandonaron. ¿Por qué? Pensarían que eso no le podía pasar a su Jesús ó hemos de ver una vez más que una cosa es saber, conocer, tener referencia sobre algo y otra cosa distinta es vivirlo. Una cosa es la teoría y otra la práctica. Una cosa es saberlo con la cabeza y otra pasarlo por el corazón. Por esto creo que es importante vivir y dejar vivir. Uno no está en situación de comprender a los demás hasta que no ha pasado por situaciones semejantes. Jesucristo está perfectamente capacitado para comprendernos porque ha pasado por la experiencia del dolor.

También podríamos decir, en algún sentido similar, que nuestro sufrimiento está anunciado, nuestra muerte está anunciada. No porque nadie conozca cuándo y cómo va a ser, pero será. Es conveniente saber estas cosas y no pensar que son cosas que les pasan a los demás, pero a nosotros no nos van a suceder. Por eso yo creo que la muerte y el sufrimiento, la enfermedad y el dolor, no hay que ocultárselo a nadie; a parte de que es inútil. Hay que ver estas realidades y aprender a asumirlas, a vivirlas, pues son circunstancias humanas que nos humanizan, nos hacen mejores personas si las sabemos enfocar cristianamente.

Estaba anunciado que iba a resucitar. También esto estaba anunciado. Sin embargo la muerte en la cruz desconcertó tanto a los discípulos de Jesús que se apoderó de ellos un gran miedo, que les hizo esconderse de los judíos. La confusión, la perplejidad, la tristeza, les invadieron sus vidas. El acontecimiento de la muerte les desbordó y no supieron entender lo que habían dicho las Escrituras: que tenía que resucitar. Por eso cuando Jesucristo se les aparece les tiene que mostrar su cuerpo con las señales de la crucifixión (no sólo a Tomás) y come con ellos. Después de esta experiencia los apóstoles quedarán transformados porque han sido testigos de un hecho inaudito; Cristo ha vencido al mal, Cristo ha vencido a la muerte, Cristo sigue vivo.

También de un modo similar podemos decir que nuestra resurrección está anunciada porque Cristo ha resucitado y porque hemos sido incorporados a su muerte y a su resurrección por medio del Bautismo. Sin embargo nos puede pasar, nos suele pasar como a los apóstoles, las muertes que vivimos invaden todo nuestro ser, producen en nosotros grandes heridas y amplias dudas. Nuestra fe aquí tiene mucho que decir. Nuestro testimonio ante personas que pasan por estas circunstancias tiene mucho que decir. Hemos de ser personas de esperanza. Que viven la esperanza en un futuro mejor aquí en la tierra y después en el cielo. Hemos de ayudar a los demás a salir de las circunstancias de la muerte y a abrirse a la Vida que Dios nos regala.

Podríamos decir que las lecturas de este domingo III de Pascua nos vienen a decir que Dios cumple sus promesas, Dios es fiel a lo que ha dicho y ha hecho en su Hijo Jesucristo. Por eso esta celebración es una invitación a confiar plenamente en Dios, a ponernos una vez más en sus manos, con la confianza de que él irá realizando en nosotros, con nuestra colaboración, la gestación y el desarrollo de la vida divina que nos ha proporcionado el triunfo de Jesús sobre la muerte.

Que confiemos en Dios, que confiemos en su Palabra, en sus promesas.


NO TENGAMOS MIEDO, JESÚS ESTÁ CON NOSOTROS

Jesús resucitado, según el Evangelio de Lucas, se aparece a los Apóstoles y estos no se fían, tienen miedo. No recuerdan lo que el Maestro les dijo en vida sobre su Resurrección. Y Jesús les afea su falta de fe. Igual podría hacer con nosotros hoy. Hemos de perder el miedo y saber que Jesús está con nosotros "todos los días y hasta el final de los tiempos". Convirtámonos a la Alegría, a la Paz, al Amor. Es Pascua y Jesús ha resucitado.



Para comprender mejor el evangelio. Videomeditación de Juan Segura para la web elcantarodesicar.com correspondiente al domingo 26 de abril de 2009. Imágenes del Santuario de la Virgen de Lagunas, en Cariñena (Zaragoza) con fondo de música instrumental del Ave María de Bach-Gounod.




La Santa Sede confirmó hoy que este domingo 26 de abril, III Domingo de Pascua, el Papa Benedicto XVI presidirá en la Plaza de San Pedro una Eucaristía solemne en la que canonizará a cinco beatos europeos, tres hombres y dos mujeres.

Los futuros santos son los italianos Arcangelo Tadini (1846-1912), sacerdote y fundador de la Congregación de las Hermanas Obreras de la Santa Casa de Nazaret; Bernardo Tolomei (1272-1348), abad y fundador de la Congregación de Santa María del Monte Oliveto de la Orden Benedictina; Gertrude Comensoli (1847-1903), virgen y fundadora del Instituto de las Hermanas del Santísimo Sacramento; y Caterina Volpicelli (1839-1894), virgen y fundadora de la Congregación de las Siervas del Sagrado Corazón.La lista se completa con el portugués Nuno de Santa Maria Álvares Pereira (1360-1431), religioso de la Orden de los Carmelitas.






viernes, 24 de abril de 2009

Entrevista a Dios



"El milagro esta escondido en el corazón de los hombres, pero Dios con su infinita bondad, a veces, logra despertarlo"

jueves, 23 de abril de 2009

Parábola del Lápiz

El inventor del lápiz, antes de meterlo en la caja y enviarlo al mundo le dijo: "Cinco cosas debes saber y recordar siempre si quieres ser el mejor lápiz del mundo".

Uno: Podrás hacer grandes cosas, pero sólo si permites que alguien te use con su mano.
Dos: Experimentarás dolor cuando te saquen punta, pero lo necesitarás si quieres ser el mejor lápiz del mundo.
Tres: Corregirás todas las faltas que cometieres.
Cuatro: Tu parte más importante está siempre dentro de ti.
Cinco: Dejarás tu huella sobre toda superficie sobre la que seas usado.
Y a pesar de todo, sigue escribiendo.

El lápiz lo entendió y prometió recordarlo siempre y después entró en la caja con este propósito en su corazón.

Ahora ponte tú en el lugar del Lápiz.
Recuerda siempre estos cinco puntos y llegarás a ser la mejor persona que puedes ser.
Uno: Podrás hacer grandes cosas, pero sólo si permites que Dios te tenga y te use con sus manos. Y deja también que otros seres humanos tengan acceso a ti por los muchos dones que puedes ofrecer.
Dos: Experimentarás, de vez en cuando, un dolor agudo cuando los problemas de la vida te saquen punta y te saquen de quicio. Es necesario porque así crecerás más fuerte.
Tres: Podrás corregir los errores que cometieres.
Cuatro: Tu parte más importante está dentro de ti.
Cinco: Debes dejar huella sobre toda superficie que camines. Y pase lo que pase, sigue haciendo tu tarea..

miércoles, 22 de abril de 2009

Contra el estrés

"Respira profundamente"
es una sabia sugerencia.
Hazte consciente
de tu respiración.
Deja que el aire descienda
poco a poco
hasta el abdomen y luego
exhálalo despacio, liberando
la tensión y la preocupación.






lunes, 20 de abril de 2009

Sólo una madre

Rafael de Sanzio fue un pintor que realizó numerosas telas consagradas a la Sagrada Familia. La mayoría de sus composiciones tienen como tema central a la Virgen con el Niño y a san Juan, ordenados en el cuadro a modo de pirámide, siguiendo el estilo que Leonardo impuso en Florencia. Esta composición triangular tiene un suave giro helicoidal en el cuerpo de la Virgen presentando una preciosista distribución de los volúmenes.

Rafael es un pintor que sabe jugar con la transición entre la luz y la sombra. Las tiernas figuras que aparecen en esta obra – una de mis preferidas del pintor – se sitúan ante un paisaje tratado minuciosamente donde destaca un lago de la región de Umbría, de donde era originario el maestro.

El rostro de la Madonna irradia una delicadeza extraordinaria y la luz baña los cuerpos rellenitos de los dos niños, que contrastan con el manto más oscuro de la Virgen.

Es una obra que me llama la atención por cómo Rafael logró dejar constancia de la intimidad de la familia, tema muy recurrente del Humanismo renacentista. La naturalidad de la Virgen, su bella expresión, sus gestos, denotan amor de Madre. Para llegar a ser la mejor madre hay que tener paciencia con uno mismo, paz interior, generosidad y entrega. Confiar en el propio instinto para saber lo que le conviene a una misma y lo que es mejor para cada miembro de la familia. Sólo una madre es capaz de saber cuáles son las necesidades del marido y de los hijos. Sólo una madre es capaz de enseñar con el ejemplo, educar con alegría buscando caminos para dar amor, recogimiento y ánimo. Ser tolerante y comprensiva con las diferencias. Escuchar con respeto y buen consejo. Administrar las necesidades y las cualidades del marido y de los hijos. Sólo una madre es capaz de dejar espacios abiertos a la comunicación en la familia. Mantener un espacio vital y agradable donde impere la unión y la alegría. La maternidad exige mucho pero los frutos son abundantes.



ORACIÓN:Dios todopoderoso, que por la maternidad virginal de María entregaste a los hombres los bienes de la salvación, concédenos experimentar la intercesión materna de la que nos ha dado a tu Hijo Jesucristo, el autor de la vida.

miércoles, 15 de abril de 2009

Jesús Resucitó Aleluya



Cristo el Señor resucitó, su Amor fue más fuerte que la muerte... ¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!

martes, 14 de abril de 2009

Miércoles Santo. Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias. Cofradía del Silencio


La Cofradía del Santísimo Cristo de las Injurias, popularmente conocida como la del Silencio, se funda el 13 de marzo de 1925.

Los antecedentes de esta Cofradía los encontramos a principios del s. XX, cuando en 1902, la Real Cofradía del Santo Entierro, muestra su deseo de que el Cristo de las Injurias desfile el Viernes Santo por la tarde en su desfile. Así, había que trasladar este crucificado desde la Catedral hasta San Esteban, y para hacerlo se decidió realizar una procesión popular en la tarde-noche del Miércoles Santo. La imagen titular de la Cofradía, propiedad del Cabildo de la Catedral, es una talla muy venerada por los zamoranos. Se supone que fue traído de Granada y depositado en el Monasterio de los Jerónimos, que ante la desamortización de siglos posteriores, fue llevado definitivamente a la Catedral, su sede actual, donde recibe veneración en la capilla de San Bernardo. Sobre su autoría hay un amplio debate entre los expertos, barajando nombres como Becerra, Jacobo Florentino, Diego de Siloé y Arnao de Palla. Desfila en la tarde-noche del Miércoles Santo, sobre una mesa con trono dorado, obra realizada por Butragueño y adornado con pequeñas imágenes de Rojo, todo ello en la década de los 40. La Cofradía se caracteriza por el acto del Juramento del Silencio, tomado por el obispo de la Diócesis y precedido por el ofrecimiento del Alcalde. También son muy personales, los clarines y los pebeteros con los que se desfila. Los hermanos visten túnica de estameña blanca con caperuz rojo, decenario y hachón.



Ofrenda de Silencio y Juramento.




La liturgia del silencio

La tarde del Miércoles guarda uno de esos instantes mágicos que te unen a la tierra por la costura del sentimiento. Es cuando los hermanos de la Cofradía del Cristo de las Injurias abandonan la Catedral y convierten la Plaza en una marea roja de caperuces de terciopelo, en una noche estrellada de cirios consumiéndose, en una promesa blanca como las túnicas. Y después, el silencio.

La liturgia del silencio. La presencia del silencio. En el atrio, majestuoso, aparecía el Cristo de las Injurias, el Señor de Zamora. El de los brazos abiertos siempre, el de la sangre aún caliente brotando del costado. Inmenso, eterno, rotundo. Dios hecho carne; la madera elevada a Dios. Sonó entonces la música del violoncello como un lamento de cuerda, como la ofrenda desde las partituras de Enrique, directa de las manos de Jaime a los mismos pies del Cristo, anclados a la Cruz por los clavos.

La alcaldesa de la ciudad, Rosa Valdeón, se hincó entonces de rodillas y, mirándole al rostro, realizó la ofrenda del silencio de la ciudad. Por los silencios de las que mueren a manos de sus compañeros; por los niños hijos de la violencia; por las guerras que olvidamos; por los que mueren surcando las aguas en busca de un futuro mejor, por los que viven bajo la ley del terror; por los que se tienen que marchar buscando un horizonte más próspero. Y así, mirando al Crucificado, se preguntó por qué las mujeres no pueden acompañarle bajo el caperuz. Quizá la mirada del Cristo, por el inmenso amor que emana de sus ojos, se posase en todas las mujeres que clavan sus miradas en Él. Porque en Él, que nos hizo iguales -sin imposiciones, sin enfrentamientos, en el respeto-, están todas las respuestas. Rosa Valdeón, ayer alcaldesa de todos, supo poner a los pies del Cristo el corazón de Zamora. Así, sí, alcaldesa. Así, sí.

Don Gregorio, nuestro Obispo bueno, se sumó a la oración y a la petición ante el Crucificado, instando a los zamoranos a buscar en su fe. Entonces, los miles de cofrades hincaron su rodilla en la tierra para asentir al juramento: ‘‘¿Juráis guardar silencio durante la procesión? Sí, juramos’’. Y ya entonces la noche fue sólo de los clarines y de los tambores, del sonido metálico de los incensarios y los cascos de los caballos que abrían la procesión, que inundó las calles céntricas y la vieja Rúa de incienso y llamas encendidas, como promesas de silencio.

Pasadas las once de la noche, el Crucificado llegaba a las puertas del Museo, donde fue recibido por una representación de la Real Cofradía del Santo Entierro, que será su custodia hasta que el Viernes Santo regrese, envuelto en la caricia del terciopelo negro, a su capilla catedralicia.

A sus pies, esos pies donde alguna vez posé mis labios; esos pies donde alguna vez susurramos los nombres que no pronunciamos, quedan los silencios de la ciudad del silencio, cuya voz se pierde en el viento.

Silencio, zamoranos. Callad en la tarde del Miércoles pero alzad la voz el resto del año. Por vosotros, por vuestros hijos. Por los que estuvieron antes, por los que tienen que venir. Por esta tierra que se ahoga en las palabras nunca dichas.

Si así lo cumplís, que Él os lo premie. Y si no, que no os lo demande.


lunes, 13 de abril de 2009

Contra el estrés


Cuando empieces a sentir
ansiedad, pregúntate:
"¿Cómo podría relajarme
ahora?". Piensa en las técnicas
de relajación que pueden ayudarte
en ese momento: respirar
profundamente, poner los pies
en alto, escuchar música...,
y ejercítalas.







martes, 7 de abril de 2009

La Trilogía de la Cruz



Todos llevamos una cruz a cuestas. Es decisión nuestra hacer de ella una cruz de salvación, o una cruz de perdición.

jueves, 2 de abril de 2009

En el ecuador de la Cuaresma juega el partido de tu vida


Estos son los 5 goles que has de marcar:

1º. Luchando contra la instalación, el apego, la autosuficiencia, la insolidaridad y la solidaridad. «Un corazón solitario no es un corazón» (A. Machado). Un cristiano solitario es una equivocación, una profanación.

2º. Apertura de puertas y ventanas.

Atención al hermano y al cercano. Un esfuerzo por comprenderlo y conocerlo mejor. Empezamos por los ambientes de familia, trabajo, comunidades, grupos y movimientos.

3º Bajar a la calle.

Atención a los de fuera, que incluso puedan entrar en tu casa. Atención especial al pobre, al marginado, al extraño. Más acogida y compresión.

4º El cambio del corazón.

No basta con conocer y comprender, hay que compadecer, hay que hacer propios los sufrimientos, alegrías y esperanzas de los demás. La compasión, la misericordia, te llevarán a compartir los bienes, el tiempo, los talentos, lo que tienes y lo que eres.

5º Muerte al yo

Desde la misericordia y el amor, ya no vivas para ti, sino para el otro. Pierde tu vida, para poder guardarla. Hazte pequeño, pobre, nada. Únete a Cristo en la cruz.

Semana Pascual. Un corazón nuevo, un hombre nuevo.

Cristo vive en ti; resucita en ti. - Has ganado tu vida en el amor. - Eres libre para amar.