sábado, 30 de julio de 2011

El Palacio de Gelmírez y el Hospital Real

Hostal de los Reyes Católicos
Volviendo de nuevo al Obradoiro, sobre el túnel por el que accedimos a la plaza y pegado a la cara norte de la Catedral, está el Palacio de Gelmírez.

Este Palacio Arzobispal, importante obra del Románico civil, lo hizo construir el Arzobispo Gelmírez cuando fue destruido el antiguo durante la revuelta popular de 1117.

Los salones interiores del palacio contienen grabadas en sus piedras curiosas escenas de la vida cotidiana de la época, entre las que ya aparece representado uno de los manjares más tradicionales de la cocina gallega: la empanada.

Desde el Palacio, a la derecha, vemos el Hostal de los Reyes Católicos. Se empezó a construir en 1501, por orden de estos monarcas, como Hospital Real para peregrinos. Para costear la obra, se redactó una bula papal por la que se concedían indulgencias a los que contribuyeran con un donativo.

En su portada plateresca, una obra de arte sobre la piedra, aparecen, entre otros, Adán y Eva, los doce Apóstoles y los reyes grabados en dos medallones sobre la puerta. Entre la Virgen y Jesucristo, está la ventana del Aposento Real que los monarcas utilizaron durante sus estancias en la ciudad.

Una preciosa cadena labrada sobre piedra, recorre la cornisa salpicada de bellas gárgolas de figuras extravagantes.

Otra cadena, pero de hierro, sujeta por altos pilares de piedra, delimita el territorio real, de modo que si un huido de la justicia eclesiástica quería acogerse a la justicia del rey, le bastaba con rebasar la cadena para encontrarse a salvo.

En definitiva, otra bella obra para una plaza, que veía como “aterrizaba” en ella uno de sus arzobispos… en el s. XIII.






viernes, 29 de julio de 2011

Ladrones de nubes (Soria)

Dicen los campesinos en muchas tierras de Castilla que, en los últimos años, se vienen viendo repetidamente extraños aviones. En los alrededores de Ólvega y de Ágreda, y en toda la zona cercana al Moncayo, los agricultores están cansados de que cuando los nubarrones envuelven la cumbre del monte –amenazando tormenta- aparezcan siempre las mismas naves misteriosas de gran tamaño: unos aviones que surgen de pronto haciendo rugir sus motores como si fueran a alguna guerra desconocida.

Algunos cuentan que se parecen de lejos a las cazas, a los aeroplanos o bombarderos de la segunda guerra mundial, y que nadie sabe de dónde vienen ni a qué, pero sí que llegan del norte o del nordeste, persiguiendo los algodonosos rebaños de masas nubosas. Estas naves piratas pasan y vuelven a pasar por dentro de las nubes hasta que las desbaratan, disipando en jirones blancos la esperanza de que descarguen las tormentas, para esfumarse luego como taimados y velocísimos fantasmas.

También añaden los labradores de esta zona que son aviones que vienen a robarles la lluvia para llevársela a otras zonas, pues seguramente los envían desde Aragón o La Rioja para garantizar allí las buenas cosechas y que no caiga ni una piedra de granizo en sus fértiles huertas.

Algunos creen que las primeras avionetas empezaron a aparecer cuando España entró en la Comunidad Europea y ésta decidió recortar la producción de cereal. Y otros afirman que son las compañías de seguros las que deshacen las tormentas para no tener que pagar así las indemnizaciones que los agricultores podrían cobrar a cuenta de los daños causados por el granizo. El caso es que ya no llegan a formarse las tormentas que, entre abril y junio, descargaban abundantemente su agua en tierras sorianas y que el oro de trigo no brilla como antaño en ellas. Dejaron de venir y descargar su agua las nubes del Moncayo.

No hace tanto tiempo que en los pueblos de Castilla y de otros muchos sitios había brujos, que solían ser también curanderos o sanadores, a los que se creía capaces de desbaratar las nubes y hacer llover.

Y Cristos a los que si se les metía en el río o el pilón también, según aseguraban los más viejos, traían lluvia. Si no llueve, habrá que volverlo a hacer.

Pero no sólo hay aeronaves que rompen las nubes: en la Tierra de Pinares vallisoletana se dice que, hace unos años, era frecuente ver avionetas que lanzaban topillos desde el cielo –algunos los vieron caer en bolsas que llevaban paracaídas- y ésta habría sido la causa de la plaga de esos animales que inquietó a muchos pueblos de la zona. Estaban en todas las casas, salían de debajo de las alfombras y hasta se los encontraba uno entre las sábanas de la cama cuando iba a acostarse. No sólo llovían topos: también culebras y víboras. Unos cuentan que era el Instituto de Conservación de la Naturaleza, el ya desaparecido organismo estatal ICONA, el que mandaba a sus aviones con estos molestos inquilinos a repoblar los parajes castellanos. Otros que eran ecologistas radicales, cuando se inicio la moda de salvar ciertas especies, pero en todo caso –fueran quienes fueran- parece que lo hacían para que las aves rapaces de todas estas tierras tuvieran alimento vivo del que nutrirse. Los más imaginativos suponen que primero lanzaban los ratones y luego las serpientes. Éstas devorarían a los roedores y las águilas reales se comerían a aquéllas. Extraña manera de restablecer el equilibrio de la naturaleza.

Esta leyenda que –como otras tantas- se localiza en puntos concretos, provocando consecuencias en el plano de la práctica, ha sido objeto de atención de la prensa escrita. Un reportaje titulado «Guerra en el cielo de Soria por el robo de las nubes» daba cuenta –en un periódico de tirada nacional- de la lucha que los agricultores de algunos pueblos sorianos mantienen contra las avionetas fantasmas que les roban las nubes para llevarse la lluvia a otras provincias (EL MUNDO/Año XVII, Número 574 Crónica Domingo 29 de octubre de 2006). Para ayudarse en su pugna celeste, estos campesinos han comprado mini-aviones espías los cuales detectan la presencia de las aeronaves que -según ellos- ahuyentan las tormentas derramando en las nubes yoduro de plata.

Independientemente de la verdad que pueda haber en esta versión de los hechos, pues es cierto que técnicas de ese tipo (denominadas «siembra de nubes» o «lluvia artificial») se han ensayado en algunos países como Israel y –al parecer- en determinadas zonas de España, la creencia en que las nubes pueden ser desbaratadas de uno u otro modo viene de antiguo. Nuberos, reñuberos o regulares se ha venido llamando en pagos de León y Zamora a los hechiceros que «mangoneaban el tinglado de las nubes, principalmente los truenos, relámpagos, granizo y trombas de agua: todo lo que puede hacer daño» (Morán Bardón 1986: 99). Los tempestarios o brujos causantes de tempestades y granizo con sus procedimientos mágicos eran descendientes directos de los tempestarii romanos y personajes muy temidos en muchos lugares de Europa a lo largo de toda la Edad Media.

En el Liber Iudiciorum o Fuero Juzgo, que los reyes leoneses hacían cumplir y contra el que los castellanos se rebelaron, se coloca a estos hacedores de tormentas que «hacen caer piedras en las viñas y las mieses» junto a otros hombres y mujeres que practicaban artes diabólicas, como los «agoreros» o augures y los condena a sufrir la pena de «recibir doscientos azotes, siendo señalados afrentosamente en la frente, y llevados por diez villas circunvecinas a la ciudad, para escarmiento de los demás» (1868-1873: 152).

Este texto, heredero del código visigodo –y, por lo tanto, romano- de justicia se mantuvo vigente en León hasta época tan tardía como el siglo XV y de forma parcial y consuetudinaria prácticamente hasta el XIX. Pero no sólo los seres humanos podían provocar estos males del cielo, trayendo y llevando la lluvia a su antojo: todavía en tierras leonesas se cree en que las animas errantes tienen esa facultad, como también los «reñuberos», genios maléficos o benéficos –según se los trate- a los que «se puede ver entre las figuras caprichosas que forman las nubes; pues en ocasiones toman forma humana» (Rúa Aller y Rubio Gago 1986: 79).

Una forma de conjurar la amenaza de estos provocadores de tormentas consistía –como cuentan Rúa Aller y Rubio Gago- «en lanzar un zapato al aire con todas las fuerzas por parte del conjurador de nubes, que solía ser el sacerdote» De este modo, «el zapato acababa por caer en algún sitio, y esta era la señal para que el nubero descargara su temido pedrisco sólo en un lugar donde el zapato había caído». Y añaden estos autores que en un caso de este tipo, que les fue relatado en Sahelices de Sayazo, «el lugar donde se tiró el zapato y descargó la truena fue el río» (Rúa Aller y Rubio Gago 1986: 83).










Un suceso muy parecido aparece en «La leyenda del nuberu», que recoge García de Diego. Según esta narración, en Asturias se piensa que el Nuberu vive muy lejos, en tierras de Egipto, en lo alto de una cumbre:

«Allí tiene su palacio, que comparte con su mujer y sus hijos. Todos los días, el Nuberu inicia su viaje en una nube. Su nombre es Juan Cabrito; es muy alto y muy feo. Viste pieles sobre su cuerpo y se toca con un viejo sombrerón de anchas alas. Un cura de Meguyines se encaró con él, después de tocar la campana sin conseguir que la tormenta se fuera, y le dijo que descargara el granizo en su zapato. De esta manera todo el pedrisco cayó en medio de la huerta del sacerdote que es donde éste había tirado su calzado» (García de Diego 1958: 318).

Este nuberu egipciaco –en el que, de acuerdo con García de Diego, aún creían muchos asturianos- se muestra, sin embargo, benéfico con un joven labrador que lo acoge en su casa cuando pierde su nube y se le hace de noche en Asturias. Más adelante, el Nuberu le devolverá el favor llevándolo velozmente sobre las nubes a su patria, pues el labrador había ido a servir al rey de Palestina, y convirtiéndole en un hombre muy rico, ya que mientras vivió «no dejó de regarle sus tierras suavemente» (García de Diego 1958: 319)

De los nuberos, humanos o sobrenaturales, se ha pasado a creer en aviones misteriosos que –al igual que aquéllos- administran las nubes. Quizá porque –como apuntan Ortí y Sampere- «los antiguos seres sobrenaturales que nos visitaban se han vuelto ‘sobre tecnológicos’» (Ortí y Sampere 2006: 94). Pero, más que nada, porque la tecnología resulta para muchos tan mágica e incomprensible como los genios mitológicos y, en ocasiones, no menos amenazadora. 

miércoles, 27 de julio de 2011

Celtas

Celtas
El hallazgo de una arcaica lengua común demuestra que los pueblos indoeuropeos tienen su origen a partir de un solo pueblo, localizado en las estepas del mar Negro, entre los años 4500 y 3500 a.C.

Hacia el tercer milenio, los cambios climáticos, la presión de otros pueblos o la búsqueda de tierras más fértiles y de nuevos pastos para el ganado, provocaron que este primitivo núcleo indoeuropeo comenzara su expansión, penetrando en Europa oriental y dando lugar a nuevas culturas entre las que están los Celtas, aquellos pueblos bárbaros que un día fueron llamados Keltoi por los griegos.

Hacia 1200 a.C. “Edad de Bronce”, el oriente de Francia y occidente de Alemania, lo ocupa una comunidad precelta que incineraba a sus muertos y guardaba sus cenizas, que recibió el nombre de los Campos de Urnas.

Hacia el s. VIII a.C. “Primera Edad de Hierro”, esta civilización empezará a decaer dando lugar a una cultura que trabajaba el hierro y que ya es considerada Celta, la Cultura de Hallstatt. Esos pueblos, ayudados por la superioridad de sus armas comenzaron a extenderse, llegando en el s. VII a.C. a la Península Ibérica.

Hacia el s. V a.C. se desarrolla la llamada Cultura de La Tene, en la “Segunda Edad de Hierro”, durante la cual los Celtas alcanzan su máximo esplendor, ocupando ya toda Francia, Bélgica, el norte de Italia, las Islas Británicas y extendiéndose por los Balcanes y Asia Menor.

Eran pueblos de raíz aria, tribus independientes frecuentemente enfrentadas entre sí, que nunca tuvieron un concepto de estado aunque, originalmente, sí tuvieron en común una cultura, una lengua y unas creencias religiosas.

En su sociedad, formada por familias que se unían en clanes, las mujeres administraban los bienes y las tierras, mientras que los hombres ejercían el poder, la política y la guerra. Aunque también hubo famosas reinas y guerreras.

Fueron pueblos belicosos, amigos de la libertad, dedicados a la agricultura, la minería, la ganadería y la caza.

Vivían en aldeas amuralladas, en casas de hechas de piedra, con forma ovalada o circular y tejados de paja.

Introdujeron el hierro en el continente europeo y tenían un completo sistema legislativo que disponía de derecho civil, penal, matrimonial y sucesorio.

Su sociedad estaba encabezada por Reyes y Druidas.

El Rey era el jefe supremo de los guerreros, pero en las asambleas estaba supeditado al Druida, tomando la palabra cuando él lo autorizaba.

Los Druidas constituían una clase sacerdotal con mucho poder en la estructura social. Participaban activamente en la vida política, social, jurídica, cultural y religiosa del pueblo, formando junto al Rey la cabeza del poder.

El siguiente lugar en la escala social lo ocupaban los Guerreros. De espíritu valeroso, su creencia en la reencarnación y en otra vida, hacía que se enfrentaran en la batalla sin el más mínimo temor a la muerte.

Buscaban la lucha cuerpo a cuerpo, utilizando emboscadas y tácticas de guerrilla, pero carecían de estrategia militar. Preferían morir a ser derrotados y cortaban la cabeza de sus enemigos en reconocimiento a su valor, pues para ellos, en la cabeza estaba el espíritu del hombre y en ella residía su fuerza y su coraje.

En caso de necesidad, también las mujeres luchaban, caracterizándose por su valor.

Después, estaban los Artesanos, encargados de fabricar las armas y todo tipo de objetos y utensilios.

A continuación, los Hombres Libres, el pueblo formado por comerciantes, ganaderos y campesinos.

Por último los Esclavos, que solían ser prisioneros.

Por su extensión, la cultura Celta alcanzó una gran importancia, hasta que a partir del s. II a.C. los pueblos germanos empezaron a ejercer una fuerte presión militar por el norte y los romanos por el sur. La Galia es ocupada y una gran parte del territorio Celta absorbido por el Imperio Romano. Aún así, mantuvieron la adoración a sus dioses hasta que el Imperio adoptó la fe cristiana.

Pero el cristianismo ayudó a mantener el legado cultural Celta, transmitido oralmente de una generación a otra.

A partir del s. V, los monasterios recopilan las antiguas leyendas, que han podido así llegar hasta nuestros días.

Los grupos que habían llegado a la Península Ibérica se fusionaron con los primitivos asentamientos ibéricos, dando lugar a la cultura Celtibérica.














Escenas e imágenes de la cultura celta, viviendas, vestimentas, arte y tradiciones.

martes, 26 de julio de 2011

El robo del Siglo - Desaparece el Códice Calixtino








13/07/2011 11:30:42: El Códice Calixtino se considera una de las joyas de la identidad gallega, pero misteriosamente ha desaparecido de la Catedral de Santiago de Compostela. La obra, que recoge la tradición de las peregrinaciones y la ruta jacobea, estaba custodiada en el Archivo catedralicio.

Según informa El Correo Gallego en su edición digital, el Códice fue robado en la basílica compostelana sin que nadie reparara en ello. Su falta se descubrió el martes a última hora de la tarde, y desde entonces, por mucho que han buscado y rebuscado en la Catedral de Santiago, no lo han encontrado.

El 'Codex Calistinus', a través de sus cinco libros, presenta el hecho, fundamental para Europa, de las peregrinaciones a Compostela y permite conocer las dificultades de las rutas, sus usos lingüísticos y sus costumbres, describe los paisajes y sus gentes, anécdotas, milagros del Apóstol y sermones.

La Policía ya está informada del robo y las investigaciones se extienden por toda España.
A92Noticias July 7, 2011
El texto de este Codex es atribuido al monje cluniacense, de mediados del siglo XII, Aymerico Picaud, clérigo de Pitou, acompañante del pontífice Calixto, Guido de Borgoña, en su peregrinación a Santiago por el año 1109.

El 'Codex Calixtinus' lo componen cinco libros, el primero y más extenso, denominado 'Libro de las liturgias'; el segundo, de 'Los milagros'; el tercero, 'La traslación de Santiago'; el cuarto, 'Las conquistas de Carlomagno'; y el quinto y último, 'Guía del peregrino''.

sábado, 23 de julio de 2011

Entierro del último príncipe heredero del imperio austrohúngaro






Si pinchas la imagen puedes entrar en la página web del periódico abc.es y seguir en directo el funeral del último príncipe heredero Austrohúngaro Otto de Habsburgo y leer la noticia de actualidad internacional.



Funeral por Otto de Habsburgo


Ángel Expósito
Pobre Europa sin europeístas

ÁNGEL EXPÓSITO

Así nos va. El pasado 4 de julio murió Otto de Habsburgo y se demostró, una vez más, que nos estamos quedando sin europeístas. Y en el peor momento. No se trata de rememorar una biografía de novela, que ya nos recuerdan en estas páginas Ramón Pérez-Maura o Hermann Tertsch. La cuestión es echar un vistazo a europeísmo fraguado desde Austria, España, Portugal, Francia, Suiza, Bélgica, Hungría y Estados Unidos. Un amor a la Europa unida que le permitió apreciar las crisis, como la actual tormenta del euro, con un optimismo típico de quien ha vivido lo peor de lo peor. Otto de Habsburgo fue enterrado en Viena con los honores que no le brindaron en vida sus propios austriacos. Es lo que tiene la condición humana y, en especial, la condición europea. Hoy que añoramos a los líderes del Tratado de Roma, de Niza y hasta a los de Maastricht; cuando cada uno va a lo suyo y el que no miente resulta que barre para casa, es cuando apreciamos que nuestra Europa se está quedando sin europeístas. Hace unas horas fue enterrado uno de los últimos. Al menos, nos deja una Hemeroteca de ABC llena de sus pensamientos y sueños. Lástima que la realidad del Viejo Continente se aleje cada día que pasa, un poco más, de aquello que gentes como Otto de Habsburgo imaginaron.

jueves, 21 de julio de 2011

Adiós a Facundo Cabral, el Trovador de la Paz








Si pinchas la imagen puedes ver un vídeo en YouTube de Facundo Cabral un cantante que ya no lo tenemos con nosotros pues se "mudo" a él le gustaba decir cuando hablaba de la muerte. Siempre estará presente por medio de sus canciones.

Desgraciadamente en este mundo pasan cosas como estas. Homenaje a Facundo Cabrales, descanse en paz.

El mundo debería aprender de él.

miércoles, 20 de julio de 2011

Contra el estrés

Confía en que la vida
te facilitará lo que necesites.
Lo que proporciona serenidad
no es tener lo que uno quiere
sino querer lo que uno tiene.






martes, 19 de julio de 2011

El dolor, camino de purificación

Contemplo a Cristo colgado del madero. Mirando a Cristo, agonizante, con sus llagas, con la hendidura de los clavos en sus manos y sus pies, con su rostro doliente, deshidratado y desangrado, sin apenas fuerzas para aspirar una bocanada de aire, con su piel desgarrada y macerada, con el ritmo cardiaco desplomado, comprendo el sentido del sufrimiento humano. Hay, sin embargo, en su rostro, la voluntad a sobreponerse al dolor, a no desfallecer ante tanta convulsión.

El mundo necesita este sufrimiento, realidad misteriosa y desconcertante. Con su muerte en la Cruz, Cristo penetra en nuestro dolor, nos hace partícipes de su angustia, se adentra en la agonía del espíritu y el desgarramiento del alma. Cuando el hombre sufre se hace verdadero miembro de la Iglesia.

No puedo parar de contemplar al Cristo agonizante, con la boca seca. Y su cabeza caída con el mechón que cubre parte de su rostro –uno de los elementos que más originalidad dan al cuadro- me dicen que toda forma de dolor implica una promesa divina de salvación y alegría. El dolor no debe ser considerado como una experiencia negativa. Al contrario, el dolor y el sufrimiento son consustanciales a la condición del hombre, consecuencia del pecado original.

Cada enfermo, cada persona que sufre, tiene en la figura de Cristo el verdadero significado de sus padecimientos. El dolor y el sufrimiento son una prueba para el hombre. Un camino de purificación, de liberación interior y de enriquecimiento del alma. Un sufrimiento llevado con paciencia y generosidad es el mejor modo de oración y ejemplo para quienes nos rodean.










ORACIÓN:

Señor, que a la hora de sexta subiste a la Cruz pro nuestra salvación, mientras las tinieblas envolvían al mundo, concédenos que tu luz nos ilumine siempre, para que, guiados por ella, podamos alcanzar la vida eterna.

viernes, 15 de julio de 2011

El perro que volvió a ser lobo (León)

Según cuenta la historia, Jeras vivía en una de las casas más antiguas que aún se pueden ver en el pueblo de Salientes, más allá de Palacios, en el Alto Bierzo. Es una construcción que está en la entrada que hay al pueblo por Poniente. Cuando Jeras vivía, las entradas a Salientes eran tres o cuatro, ninguna más importante que la otra, pues cada una procedía de las comarcas colindantes. La carretera que hoy llega hasta el pueblo y cuyo puente fue recientemente barrido por las aguas desbocadas de las últimas tormentas, es un invento del pasado siglo que vino a destruir –más que a incentivar- la comunicación con los pueblos de paso y de destino por las otras vías. Ahora, como tantas veces suele ocurrir con los adelantos del supuesto progreso, parecería que sólo se puede entrar o salir por un solo camino: que existe una única manera de hacer las cosas. Y no es verdad. No lo era, al menos, en los tiempos en que Jeras habitaba en esa primera o última casa de Poniente.

El caso es que Jeras se encontró –uno de los muchos días en que recorría el monte siguiendo a su ganado- con una cría de lobo. Puede ser que la madre hubiera muerto a manos de crueles cazadores o que, rezagado de la camada, quedara extraviado en la nieve. Fuera como fuese, se trataba de un lobezno que apenas se tenía sobre sus patas y que miró a Jeras como un cachorrillo abandonado, tocándole el alma. Y el hombre, que también sabía lo que era matar lobos (ya que había sufrido los ataques estas fieras en su propio ganado), en esos momentos no experimentó ninguna sensación de odio al verlo, sino una inmensa compasión.

Los vecinos no dejaban de advertirle, con cierto temor por la proximidad del animal, que cuando el cachorrito se hiciera mayor volvería a ser la fiera que todos conocían: el lobo que mataba a su ganado y que bajaba en las noches de invierno a husmear junto a sus puertas aullando de hambre. Le recordaban también casos parecidos de gente que había tenido en la comarca toros bravos, zorros u otras alimañas como animales domésticos y que siempre aquellas historias habían terminado mal. Pero Jeras pensaba que se preocupaban excesivamente por él y que no debían temer nada del animal, pues había alimentado y cuidado al cachorro como a cualquiera de los perros que ya tuvo en el pasado y su lobote respondía igual que aquellos mastines e incluso se diría que resultaba menos agresivo que algunos de ellos. El lobo hacía fiestas con el rabo cuando le veía llegar y carantoñas cuando lo acariciaba; venía arrastrándose por el suelo siempre que quería un pedazo de pan. Eso sí, Jeras nunca se decidió a ponerle un nombre que lo hiciera suyo, pues algo le decía que el lobo solo se pertenecía así mismo, que un día podía volver al monte y no volver más. Y no quería sufrir pensando que quizá llegara un momento en que aquel ser salvaje que se comportaba como si fuera de su propiedad acabara abandonándolo. «Mejor no forzar las cosas» -se dijo para sí.
-Si quiere quedarse, cuando sea adulto ya me lo hará saber de alguna manera. Hasta entonces será solo mi invitado.

Quizá por eso mismo Jeras no tomó muy en cuenta que –en cierta ocasión- el lobo arañara a las reses en sus patas traseras o reaccionara enseñando los dientes cuando algún niño del vecindario se le acercaba de improviso, gritando y dando saltos como suelen hacer las criaturas. Su animal era especial y caminar entre los de su pueblo con un perro que era más que un perro, con un ejemplar único y magnífico –al que no se dejaba de respetar- le daba como un cierto prestigio. Entre sus convecinos únicamente él había sido capaz de amaestrar a un ser verdaderamente salvaje. Un ser que le obedecía y agachaba la cabeza o se sentaba al instante toda vez que delante de sus paisanos, para hacer demostración de su poder, le alzaba la voz.

Pero llegó un fatídico día de invierno en que Jeras tuvo que ir a Villablino a resolver unos asuntos de la herencia que sus abuelos le dejaron y, entonces, dudó: ¿llevaría al perro-lobo con él o lo dejaría en el pueblo? ¿Qué podía hacer aquel animal al verse solo y libre de la autoridad de su amo? Jeras decidió dejarlo en la parte de atrás de su casa, pues tampoco se atrevió a meterlo en el corral donde podía organizar una escabechina con las reses si le daba por volver a las andadas. Y emprendió el camino. Pero no había alcanzado aún la linde que separa Salientes de los otros pueblos, cuando vio venir desde la cima del monte a su amado lobo –que había huido del encierro- y corría velozmente hacia él, haciendo –como siempre que volvían a encontrarse- chanzas amistosas con su cola. Anduvo con el lobo tras sus pasos por las calles de Villablino cobrando el dinero que le debían, comprando provisiones para el invierno, apalabrando tratos venideros y, canto antes pudo, bastante antes de que se hiciera de noche, se apresuró para iniciar el regreso. Recordaba el diálogo inquietante, que en un cuento que le habían narrado repetidamente en la infancia, hablaba de la ferocidad nocturna de los lobos:

-Y ahora no me comerás?
-No, pero por si acaso anda de día
Que la noche es mía.

No había llegado Jeras al término de Salientes cuando la noche ya había caído sobre ellos. El lobo se iba quedando algo rezagado, andando en círculos amplios y mirando de medio lado –como suelen hacer estos animales cuando están en campo abierto y olisquean alguna posible presa-. Empezó a nevar y los copos se hicieron dueños de la tierra y el cielo.

Jeras escuchó el aullido de los lobos en lo alto del monte. El perro no ladraba porque no era un perro, seguía siendo un lobo y los lobos son incapaces de ladrar. Cuando la noche se hacía más oscura y Jeras comenzaba a tropezar con las piedras que había entre la nieve, el lobo lanzó el primer aullido de su vida con el que contestaba a los que no habían dejado de ser sus hermanos. Jeras se asustó, ya no le veía: sólo escuchaba sus aullidos, que –por el lugar donde sonaban- parecían cada vez más próximos a la manada y más distantes de él. Hasta que ya no distinguió unos de otros. El aullido de su perro se confundía con el de los lobos que lo seguían.

Al cabo de un rato de oscuro silencio, volvió a oírlos resonando más y más cerca. Sintió que uno de los lobos lo rozaba con la cola, cayó al suelo y otro se atrevió a saltar por delante de él; finalmente, distinguió entre las sombras amenazantes a su lobo-perro haciendo ademán de mordisquearle los tobillos. No lo dudó: cogió el zurrón en el que aún tenía algunos mendrugos del pan que había llevado para el viaje y empezó a tirar trozos tras de sí. La estratagema le dio resultado: los lobos se detenían a comer el pan desperdigado en el camino. Ya sin tan molesta compañía, apresuró el paso, casi corrió cuando iba viendo las primeras casas del pueblo y, entre ellas, la suya: la salvadora casa de Poniente.

Se deshizo del morral con lo que quedaba de pan y, libre del peso, se lanzó a tumba abierta hacia lugar seguro. Sin recato alguno, con el corazón en la boca y casi ahogada su respiración, abrió nervioso la puerta y se cerró con llave. Pasaron días, semanas. Una tarde tranquila de marzo, el lobo regresó como si nada hubiera pasado, meneando –con absoluta inconsciencia que a Jeras le pareció desfachatez- la corta y ancha cola cenicienta. Dejó de abanicarla y se tumbó delante de él, sumiso, poniendo luego la cabeza entre las patas, como cuando esperaba el agua o la comida.

Jeras ya no tuvo dudas esta vez. No podía permitirse dudar. El pueblo y él mismo no se lo hubieran perdonado. No se trataba –sólo- de no perder el respeto de los demás: tenía que seguir respetándose como hombre a sí mismo. El dolor del fracaso y la traición le quebró por dentro: ¿Quién traicionaba a quién? No dejaría de hacerse esta pregunta en toda su amarga existencia.

Se acercó al lobo que le lamió la mano casi tiernamente y –al tiempo- Jeras le puso la correa de su cinto al cuello. La misma correa con que lo arrastró hasta el árbol más próximo y, tirando por el otro lado de una rama que juzgó suficientemente fuerte, improvisó la horca ineludible. El cuerpo del lobo quedó colgando sin vida del árbol, recortándose su silueta siniestra de fiera contra la sangrienta despreocupación del crepúsculo.









Seguramente no es casual que el relato en que está basado mi texto, tan significativo del tiempo y las «culturas híbridas» en que vivimos, me llegara en forma de e-mail a mi buzón de correo electrónico (y de ahí que lo reproduzca exactamente como pude imprimirlo, con los espacios entre párrafo y párrafo, entre unas líneas y otras, entre una y otra palabra que sugieren, curiosamente, las pausas y el ritmo de una conversación o casi la cercana respiración de quien habla). La persona que lo envió ya me había contado oralmente, con anterioridad, lo que aquí se denomina «historia» y, de hecho, hay una referencia inicial –muy reveladora- a esas vías de la oralidad en que la narración ha vivido y se ha venido transmitiendo antes de llegar hasta ella dentro del ámbito familiar, como una verdadera «historia de familia». Por ejemplo, esa alusión a la casa –que es, a un tiempo, solar natal- confiere no sólo una veracidad, sino –sobre todo- una continuidad a lo que se cuenta. «Cuento lo que se me ha contado» -parecía estar diciéndome la «voz» que hablaba a través del e-mail- «y damos fe de ello todos los que hemos nacido y vivido en esa casa por generaciones».

El relato, pues, sí que nos sitúa la «historia» en un «pasado etnográfico», en un «no tiempo» en el que los cambios más importantes de los últimos años no habrían acaecido aún. Se presupone –o parece presuponerse- también que las cosas siempre habían sido igual antes, de la misma manera equilibrada y armoniosa, lo que –evidentemente- no es cierto. Pero conviene que parezca así para que identifiquemos convenientemente la carretera con la transformación brusca y a Jeras con el personaje mítico que va a hacer algo peligroso y no permitido –o, por lo menos, no recomendado-, para que personifiquemos en Jeras a la fuerza que va a traer (o puede introducir) en el pueblo la desgracia.

Jeras no es un «trasgresor» de cuento que introduce lo ignoto, lo que está por llegar, los cambios hacia el futuro. Es, más bien, un trasgresor hacia el pasado, que vuelve a la naturaleza encarnada en el lobo, a lo natural no domesticado ni esculturado. Jeras regresa a un pre-tiempo salvaje con la acción –aparentemente algo irresponsable- que va a cometer. Jeras podía permitirse la compasión, lo que no era tan difícil en aquel entonces como hoy en día. Y se llevó al lobezno a su hogar. Aunque los vecinos le advirtieran del peligro aún se podía llevar alguien un lobo a casa y, de hecho a mí mismo me han contado otras historias de cazadores o alimañeros que, como Jeras, se habían apiadado de algún cachorro y lo habían convertido en su animal de compañía. Actualmente, el control cada vez mayor sobre los cánidos, las vacunas y la amenaza de multas, hacen prácticamente imposible que se repita una historia como ésta, salvo que se trate de naturalistas que mantengan a los lobos en parques apropiados como parte de su trabajo. Ahí está –precisamente- el meollo de la historia, la incógnita, el problema que todo relato mítico –y éste lo es- plantea desde el plano de las realidades y soluciona en el terreno poético. El caso del perro de Jeras –de un animal salvaje que hemos acostumbrado a vivir como mascota, como doméstico- puede darse en más de una ocasión de forma igual o parecida. El acierto de esta leyenda radica en llevar la situación al límite : ¿qué haría un lobo que ha sido convertido en perro si se ve en la noche entre los suyos, entre sus hermanos «naturales» -los otros lobos-, en la circunstancia de atacar a un hombre que era su amo hasta ese momento? ¿Qué voz tenderá a escuchar, qué mundo le llamará con más fuerza, el de los hombres que han hecho de él un perro obediente o el de los lobos que reclaman la sangre de una presa? Naturaleza o cultura, ése parece ser el debate. Sin embargo, la cuestión, -vuelvo a repetir- se resuelve en un nivel propio de la poesía, más que de la zoología, de manera poética y filosófica.

Pues probablemente un lobo –en concreto-, como animal que se identifica con su manada y para el cual la jerarquía es muy importante, se inclinaría más –en una situación límite como ésa- a agruparse con la mandad humana en que ha sido criado y con el jefe de la misma que con otros congéneres, que con los miembros de su propia especie. Siempre –claro- que la domesticación se haya llevado a cabo correctamente. Y ése es el auténtico dilema que el texto nos plantea: si la domesticación de un animal salvaje, incluido el hombre, llega a ser completa o en una coyuntura que favorezca la reaparición de la naturaleza ésta puede vencer al «acostumbramiento», a lo que ha sido enseñado y transmitido, a la cultura en suma. Y la leyenda intenta apuntalar la idea, bastante extendida popularmente y que no ha dejado de ser objeto de discusión científica, de que la naturaleza vence a la cultura, de que el lobo –en cuanto a animal fiero y asesino- nunca dejará de ser lobo, que lo salvaje predominará en él (y en nosotros), en la medida que el lobo funciona en estos relatos como metáfora del propio hombre sobre lo civilizado.

En la leyenda, el perro de Jeras se va despojando de sus caracteres de perro, de animal domesticado y –en cierto modo- «humanizado» (construido culturalmente por los humanos) hasta que impone su «voz» sobre la del hombre. Hace unos primeros ensayos de aullido lobuno. Y el destino, el desenlace fatal –supuestamente marcado por la naturaleza- se cumple. El lobo finalmente aúlla, con fuerza, ya que está tan bien alimentado como un perro. Separado de los hombres, vuelve a portarse como el lobo que es. Incluso, el texto nos hace notar que el antes «perro de Jeras» -como dicen que ocurre con los lobos que han tenido algún contacto con los humanos- no muestra el temor o precaución que tales animales suelen experimentar hacia los hombres y se distingue de todos por ser «el más atrevido», el que más se acerca para morder a su antiguo amo. Este fragmento del texto nos recuerda otras leyendas sobre ataques –nunca del todo bien comprobados- de lobos a hombres y, más en concreto, el suspense de algún romance de ciego sobre una familia que es atacada, tras una gran nevada, por una manada de ellos.

Hay un cuento popular también, recogido entre otros por Aurelio M. Espinosa, hijo (1987), de «El lobo malo» o «El lobo madrugador» (núms. 30 y 31), en que éste, «un lobo muy malo que siempre mataba a los animales que encontraba», cede ante las peticiones que le hacen distintos animales (todos doméstico, como la yegua, la cerda o los carneros) antes de que vaya a matarlos y, en realidad, para escapar a su muerte. El mismo tema (Aarne-Thompson, núm. 122A) aparece en el Calila e Dymna, las Fábulas de Esopo, Libro de buen amor y Fábulas de Samaniego. La versión de Aurelio Espinosa hijo, que a continuación reproduzco, fue recogida de labios de una persona nacida en Morgovejo, Riaño (León), y esa es la información que el recopilador dará, pero la recopilación en sí tuvo lugar –en realidad- el 19 de mayo de 1936 en un pueblo de Palencia. En ese mismo año –como todo el mundo sabe- empezó la guerra civil española: los «malos hombres» estaban a punto de convertirse en «buenos lobos» por aquellas fechas en esas tierras.

Al final del relato el lobo se lamenta de haber desempañado, por compasión, una serie de actos impropios de su especie (cosas sí realizadas por los hombres) que le han acarreado la desgracia. Pero todavía puede llegarle un mal mayor, de la mano directa del propio hombre:

«-¿Quién me haría a mí bautizador de gochos, si mis padres y abuelos nunca lo fueron? ¿Quién me haría a mí sacador de espinas si mis padres y abuelos nunca lo fueron? ¿Quién me haría a mí partidor de praos, si mis padres y abuelos nunca lo fueron? ¡Si caese un rayo de cielo y me matara!

Y el hombre que estaba arriba en el roble, el leñador, suelta el hacha y le dice:

-¡Mal lobo, allá te va!
Y dejando caer el hacha encima de la cabeza del lobo le mató» (Espinosa 1987, pp. 65-66).

Como Jeras, que pretende que un lobo «haga de perro», este lobo es castigado –trae la fuerza del destino sobre sí- por «hacer de hombre», por demorar su «cometido natural» de depredador de animales domésticos, entreteniéndose en realizar actividades que están reservadas a los humanos. Ambos, por piedad o descuido, desafían y transgreden unas supuestas e inexorables «leyes de la naturaleza» que aconsejan mantener separados los elementos salvajes de los civilizados, la naturaleza de la cultura. Jeras y el lobo del cuento se atreven a hacer y ser «lo que sus padres y abuelos nunca fueron», uno «partidor de prados» y el otro amaestrador de lobos. Sin embargo, el lobo muere por ello, por ser «un mal lobo» -como dice el leñador- más que «un lobo malo» y Jeras no, aunque también esté a punto de fenecer…

jueves, 14 de julio de 2011

El Palacio de Raxoi y San Francisco

 Iglesia de San Francisco
Según parece, el proyecto de tan magna obra alarmó a los responsables del Hospital Real. Reclamaban que la altura y situación del edificio impedía la circulación de aire en la plaza y tapaba el sol al hospital.

Fue necesario desplazar su ubicación y reducir la altura. Aún así, presenta una planta excelente, rematada por el Apóstol a caballo, sobre un tímpano central que representa la Batalla de Clavijo. Actualmente alberga el Concello (ayuntamiento) y la Presidencia de la Xunta de Galicia.

A la derecha, una larga calle nos lleva al Convento de San Francisco. El de Asís, viajó a Compostela en 1213, donde, en una aparición, el Apóstol Santiago le pidió que fundara un convento. Así, se instaló en una ermita cerca del monte Pedroso, donde vivía el humilde carbonero Cotolay, al que pidió encargarse de la obra. Eligieron, pues, un terreno en un lugar conocido como “Val do Inferno”, propiedad de los monjes de San Martín Binario, con cuyo abad acordaron la compra del solar a cambio de un cesto de peces al año.

Cotolay preguntó entonces cómo iban a costear la obra y San Francisco le ordenó excavar junto a una fuente que manaba en el terreno. Milagrosamente, apareció un cofre lleno de oro, gracias al cual se pudo erigir el convento.
Desde entonces, llamaron a aquel lugar “Val de Deus”.

Los restos de Cotolay descansan en el interior del convento, en el que actualmente está el Museo de Tierra Santa, un precioso Hotel y un albergue de transeúntes. Afuera, una obra del escultor Francisco Asorey a modo de gigantesco crucero nos recuerda a su fundador San Francisco de Asís.















martes, 12 de julio de 2011

Burgos 2016 y Burgos Cuenta

















Presentación de Burgos Cuenta en la noche Blanca 2011, selección de imágenes del periodo 1936-1975...más información en http://burgoscuenta.com (Pincha y Enlaza)

Música de Antonio José, La Musgaña y Bailes Vespertinos...

viernes, 8 de julio de 2011

Donostia-San Sebastián elegida Capital Cultural Europea 2016









Donostia ha sido elegida Capital Europea de la Cultura 2016 con una propuesta de rebeldía cívica contra la violencia. Así lo anunció en el Ministerio de Cultura el presidente del Comité de Selección de la Capital Europea de la Cultura 2016, Manfred Gaulhofer. Este título será compartido a su vez por la ciudad polaca de Wroclaw.













Sorpresa y decepción en Burgos y Segovia por la elección de San Sebastián 2016


    • Juan Carlos Aparicio: "queda el trabajo bien hecho que dará sus frutos en el futuro"
    • Pedro Arahuetes, expresaba toda su decepción: "es precipitado hacer más valoraciones"

Ical - martes, 28 de junio de 2011
 
La decisión del jurado de elegir San Sebastián como Capital Cultural Europea en el 2016 decepcionó y sorprendió a las delegaciones segoviana y burgalesa que este martes acudieron al salón de actos del Ministerio de Cultura donde se anunció la finalista. Si el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, se reconocía "sorprendido", el exprimer edil burgalés, Juan Carlos Aparicio, lamentaba que en la decisión final haya cobrado peso "la utilización política de una herramienta cultural".

La cara del alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, expresaba toda su decepción. Sus primera palabras fueron para felicitar a la capital donostiarra por su elección, "merecida o no merecida, desconozo el proyecto a fondo", apuntaba, para añadir a renglón seguido que el mejor adjetivo que definía su estado de ánimo era "sorprendido" porque "si alguien no estaba en las quinielas era San Sebastián". "Es precipitado hacer más valoraciones", añadió.

"Todos hemos visto distintas declaraciones, antes, durante y después de las elecciones, todos hemos seguido de alguna manera el proceso, de ahí mi sorpresa, no porque San Sebastián no tenga capacidad de acoger la celebración sino por el modo en que se han ido desenvolviendo los acontecimientos en los últimos meses", concluyó el primer edil.

Del mismo modo, el exalcalde de Burgos, Juan Carlos Aparicio, mostró su "respeto" a la decisión del jurado pero lamentó que "se haya introducido un elemento que todos temíamos, un elemento de riesgo, que es la utilización política". En su opinión, la Capitalidad Cultural Europea es una "herramienta cultural, nunca política", y el peso político en la decisión del jurado introduce "un riesgo" que "espero no tenga ninguna consecuencia".

El exprimer edil subrayó que todas las candidaturas estaban "suficientemente cualificadas" para resultar ganadores pero que "no se trataba de aprobar o sacar buena nota, sino de una única oportunidad". Pero no quiso caer en la tristeza o la decepción porque, subrayó, "queda el trabajo bien hecho, el haber equipado a la ciudad con recursos que seguirán dando sus rendimientos en el futuro".

Por su parte, Arahuetes destacó que la candidatura segoviana es un "trabajo muy bien hecho" y que "ha merecido la pena llegar hasta el final". "El proyecto de Segovia no acaba hoy sino que va a continuar a lo largo de los próximos años, vamos a desarrollar una gran actividad cultural y la cultura seguirá siendo uno de nuestros ejes de desarrollo", añadió.

También lamentó la decisión el codirector de los yacimientos de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, para quien "todo lo que no fuera elegir Burgos está mal". "No me lo esperaba, la verdad, no porque no se lo merezca, sino porque la mayor capacidad transformadora del proyecto estaba en Burgos", añadió, puntualizando que la candidartura burgalesa tenía "verdera trascendencia histórica". Además, apuntó que el peso político carece de sentido cuando todavía quedan otras elecciones por delante antes de que llegue la hora de la celebración.

El jurado destacó la "excepcional imaginación" demostrada por la candidatura donostiarra tanto en el primero como en el segundo corte, la visita "impecablemente organizada" por el anterior alcalde, Odón Elorza, presente también en el acto, así como el "apoyo" al proyecto mostrado por todas las fuerzas políticas con representación en el Ayuntamiento y del Gobierno vasco. Además, el comité de selección valoró su capacidad para superar su pasado violento a través de la cultura.

El actual alcalde, Juan Carlos Izaguirre, de Bildu, agradeció el apoyo del jurado a un proyecto "novedoso, arriesgado y fresco", que se inserta en "un nuevo proceso de normalización política" basado en "el respeto democrático a todas las culturas y pueblos". El regidor, que realizó su intervención en castellano y euskera, destacó la importancia de "la diversidad y lo pequeño", en concreto la "importancia" del vasco como idioma y de poder presentarlo a Europa y al mundo.

La ministra, Ángeles González sinde, apuntó que cada uno de los proyectos presentados "ha supuesto una valiosa oportunidad para rediseñar su paisaje cultural" y animó a las perdedoras a seguir apostando por la cultura como eje de desarrollo.

San Sebastián 2016 será la segunda ciudad Capital Cultural Europea española después de Salamanca, que logró el título en 2002. En esta ocasión, la capital donostiarra lo compartirá con la polaca Wroclaw.














Si pinchas la imagen puedes entrar en la página web de rtve.es y leer la noticia del fallo del jurado que ha elegido a San Sebastián - Donostia Capital Cultural Europea en 2016 y ver vídeos relacionados.













antena3.com/ agencias  |  Madrid  | Actualizado el 28/06/2011 a las 09:55 horas 

La ciudad vasca de San Sebastián ha sido finalmente la elegida como Capital Europea de la Cultura 2016, en una dura pugna con otras seis ciudades españolas, entre ella la favorita Córdoba. Tambíén eran candidatas Burgos, Las Palmas, Segovia y Zaragoza.

El resultado final de la candidatura española a la Capitalidad Europea de la Cultura en 2016 se dio a conocer por el presidente del Comité de Selección, Manfred Gaulhofer, junto a la ministra de Cultura, Angeles González Sinde, y la representante de la Comisión Europea, Ann Branch, que anunciaron que San Sebastián representará la cultura europea en el mundo durante ese año.

El alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, de Bildu, ha asegurado que la candidatura de esta ciudad "va a reforzar el proceso de paz" en el País Vasco porque se encuentran "en un proceso de normalización política que no tiene vuelta atrás".

El ex alcalde de San Sebastián Odón Elorza acudió al Museo del Traje de Madrid, donde se han expuesto los proyectos, vistiendo una camiseta en la que mostraba el "Guernica" de Picasso y un pin con la flor "siempreviva", que es el emblema de las víctimas del terrorismo del País Vasco, tratando así de "conjugar" lo que debe ser la convivencia.
.
En la historia de la capitalidad europea de la cultura tan sólo 1992: Madrid en 1992, Santiago de Compostela en el año 2000 y Salamanca en 2002 han ostentado el título de capital europea de la cultura.













Si pinchas la imagen puedes entrar en el blog iberiarural.es y leer todas las noticias que hacen referencia a San Sebastián 2016: Capital Europea de la Cultura 2016 (Pincha y Enlaza) donde encontraras vídeos sobre el proyecto cultural de lo que va a ser la vida tras 2016.

jueves, 7 de julio de 2011

¡Viva San Fermín!








Guía de lectura de libros y películas sanfermineras creada por la Biblioteca de Estella.









Si pinchas la imagen puedes entrar en la página web de rtve.es y seguir el tradicional chupinazo de los Sanfermines 2011 seguido de los encierros en directo.













Si pinchas la imagen puedes ver o descargar una presentación power point

miércoles, 6 de julio de 2011

Crónica Fiestas Burgos 2011





Como cada año, al aproximarse la festividad de San Pedro, se proclaman la reina infantil y la reina mayor de las fiestas, que representarán a la ciudad de Burgos durante la próxima temporada. En esta ocasión, el trono infantil es para Paula Hojas Díez de la peña Asociación Danzas Burgalesas Justo del Río, y como reina mayor se proclama a Mónica de Miguel, del Círculo de la Unión.

La encargada de presentar la gala era Yolanda Rueda, quien anunció la corte que acompañará a la reina infantil: Celian Hernando, de Trovadores de Castilla, y Ángela Sanz Llorente, de la Peña Guitarrista.

La reina mayor saliente Sara Nogal, tras un emotivo discurso, deseo la mayor suerte a la corte de la nueva reina de las fiestas, conformada por Leticia Alonso, de Estampas Burgalesas; Tania Hernando, de Aramburu Boscos; Rebeca Urueña, Peña Antonio José; y Sara Vélez, de Los Cucos. 











Si pinchas la imagen puedes entrar en la página web de "Diario de Burgos" y leer todas las noticias referidas a la fiestas de San Pedro se R-evoluciona.












El pasado viernes 24 de Junio a las 21:00 horas se daban por iniciadas las Fiestas de San Pedro y San Pablo 2011. Comenzaban con el pregón de fiestas, leído desde el Ayuntamiento de Burgos, donde el Alcalde, el pregonero y las reinas de las fiestas, acompañados por los Gigantillos y los danzantes, dan la bienvenida a todos los burgaleses a las fiestas de la ciudad.

Una gran multitud de personas acudían a ver el acto de inauguración. En esta ocasión, la lectura del pregón corría a cargo del coreógrafo burgalés Alberto Estébanez, director del Ballet Contemporáneo de Burgos.

El mensaje del pregón estaba estrechamente ligado al Himno a Burgos, un canto que no falta en las fiestas de los "Sampedros".












Ocho carrozas participaban en la tarde del Sábado en la popular Cabalgata que recorre la calle Vitoria desde Eladio Perlado hasta la Plaza del Cid. Cincuenta y dos colectivos participaban acompañando a las carrozas, que este año ha elegido una temática hiladora, el Agua.

El primer premio del concurso de carrozas se lo llevó la Peña Antonio José, que realizó un cubo de Rubik gigante en homenaje al 75 aniversario de la muerte del compositor burgalés. Obtuvo un premio de 6.000 euros.

El segundo premio fue para la carroza de "Cuentos" de la peña Jóvenes de Gamonal. En tercer lugar quedó la carroza 'Hansel y Gretel', de la peña San Cristóbal. 



Estamos en fiestas. No son unas celebraciones más, son nuestros días mayores, nuestros "Sampedros 2011", las jornadas que abren el verano en Burgos, esperadas con expectación y dedicadas con cariño a san Pedro y a san Pablo.

Hay un amplio y variado número de actividades para niños y para mayores. Para todas las edades y todas la sensibilidades.

Ahora solo queda ponernos a participar, disfrutar y vivir durante diez días intensos en nuestra ciudad con alegría y armonía, dejado a un lado los problemas cotidianos.

Que todos lo pasemos muy bien juntos y disfrutemos unas Felices Fiestas Mayores de San Pedro y San Pablo.






Fiestas de San Pedro y San Pablo 2011

Arco de Santa María (Canto del Himno a Burgos)






Fauvismo e Impresionismo

La Pirotecnia Zaragozana presentó un color más brillante, intenso y cegador distribuido en composiciones aéreas totalmente vanguardistas e inusuales

Ayer comprobamos su extrema brillantez, cómo duraba en el cielo hasta su apagado y cómo se le oía arder. También producía más humo, pero era iluminado intencionadamente creándose una vaporosidad lírica y etérea. Los fuegos eran de toque de vírgula puntillista (a lo Seurat) y de rayos largos y llameantes (a lo Van Gogh). En cuanto a la composición de las fases, fue vanguardista total; de la verticalidad pausada a la amplitud progresiva de los cierres de las mismas, mas sostenidos y constantes de lo que es habitual en otros pirotécnicos. Y a veces, le faltó intencionadamente cerrar las fases. Mucha cantidad de estruendo por momentos, para bruscamente, pausar y luego seguir. Transiciones muy rápidas de secuencia a secuencia y recapitulaciones. Disonancias sonoras entre silbatos, maulladores y descargas de trueno así como entre explosiones de salida y de apertura. En definitiva, en la segunda sesión del concurso y junto al Teatro Principal: ¡Donatello entre las fieras!








 












Fuegos Artificiales en el Museo de la Evolución Humana













Fuegos Artificiales en la Festividad de San Pedro y San Pablo (29 de Julio de 2011)











Ayer tuvo lugar, la ya tradicional recepción oficial de las Fiestas de San Pedro y San Pablo en el Palacio de la Isla. Todas las autoridades, políticos, personajes representativos, peñas y demás gente no se perdieron esta peculiar comida festiva.

Javier Lacalle, alcalde de Burgos, fue recibiendo personalmente a todos los invitados. Aprovecho el momento para reseñar que se pedirán explicaciones sobre los resultados de la capitalidad cultural del año 2016.














Ayer tuvo lugar la ya tradicional despedida de las fiestas de San Pedro 2011. Con la celebración del “Día de las Peñas o del Burgalés Ausente”, declarada de Interés Turístico Nacional. La fiesta reúne en el Parque de Fuentes Blancas, a todos los burgaleses que por causas personales o/y profesionales residen fuera de la ciudad.

El calor acompaño durante toda la mañana. Después de la misa en la capilla de la Virgen del Álamo y el canto al himno de Burgos, todos los asistentes pudieron disfrutar de los míticos pinchos de morcilla, chorizo, morro, tortilla,… que reparten las peñas y Casas Regionales.

Se homenajea a los burgaleses emigrados al extranjero a través de la “Operación Añoranza” un grupo de burgaleses de origen y residentes en el extranjero, comparten las fiestas y conviven unos días en la ciudad.

Tuvo lugar también la celebración el concurso gastronómico del Buen Yantar, que contribuye a ensalzar la cocina burgalesa y los productos típicos de la tierra. El producto estrella de este año ha sido el queso de Burgos se presentaron 39 peñas. El ganador en la categoría de plato obligatorio fue la Peña El Crucero con “Sorpresas con queso de los pastos de Campos Lilaila”. El del plato voluntario fue para la Sociedad Gastronómica Los Cucos, con “Canelones de berenjena rellenos de paté de chipirones al toque Cucos”.