El Camino de Santiago entra en Belorado, villa de origen romano en la que está documentada la feria más antigua de toda España, por el Hospital de los Caballeros, convertido hoy en día en la ermita de Nuestra Señora de Belén. El núcleo urbano de Belorado se distribuye a la sombra de las ruinas de lo que fue una importante fortaleza que formaba parte de la línea fronteriza del reino de Castilla. A los pies del castillo se localiza la iglesia de Santa María. En el interior de este templo, reedificado en el siglo XVI, se conserva una interesante talla de Santiago Matamoros. Muy cerca de la iglesia están las famosas cuevas eremíticas de San Caprasio. Junto a la plaza Mayor, del más puro sabor castellano, se levanta la iglesia de San Pedro.
Nada más salir de Belorado hay que cruzar el río Tirón por el puente de El Canto. Pronto se alcanza Tosantos. En lo más alto de los riscos que protegen el pueblo se abre la curiosa ermita rupestre de Nuestra Señora de la Peña.
Para entrar en Villambistia, pueblo que se distribuye en una ligera pendiente, hay que pasar primero por su aislada iglesia parroquial edificada en el siglo XVII.
El Camino Francés comienza el lento ascenso hacia los Montes de Oca, antiguamente tan temidos por los peregrinos, y cruza Espinosa del Camino por una larga calle adaptada a su trazado. Una modesta iglesia parroquial de cruz latina deja paso a un bien conservado conjunto de arquitectura popular.
Poco antes de entrar en Villafranca Montes de Oca aparecen, al pie mismo del Camino, las ruinas del monasterio mozárabe de San Félix de Oca. Iniciada su construcción en el siglo IX, en él fue enterrado el conde Diego Porcelos, fundador de la ciudad de Burgos.