jueves, 1 de julio de 2010

`Nit del foc´ en Burgos

Continuó la quinta jornada con el estilo clásico valenciano, al que estamos más acostumbrados a ver en esta ciudad y a su vez diferentes de los centroeuropeos de anteayer. Carcasas con elementos nuevos.









Roberto Rodríguez

La nit del foc es un espectáculo de fuegos artificiales, de los más grandes que se hacen en España cada año. Se realiza en Valencia durante la madrugada del 18 al 19 de marzo (día grande para la tierra de la pólvora por antonomasia) en el antiguo cauce del río Turia.

La tradición demuestra que, aunque aparezcan ligeras variaciones, se adapta siempre al ya conocido ‘estilo clásico valenciano’. Es ya una cultura y un diseño con características propias de la inmensa cantidad de talleres y familias que residen en la Comunidad y que a su vez se ‘estira’ por todo el Mediterráneo peninsular, diferenciándose sustancialmente sus espectáculos de otras escuelas pirotécnicas.









Exhibición compacta, homogénea y por secciones diferentes, en las que se exponen los distintos productos mediante la técnica de la progresión y la expansión, es decir, candelas en una primera altura y carcasas por arriba disparadas de forma constante y un arrebato, normalmente brusco, de lo mismo al final de la sección. A veces, entre sección y sección se ponen carcasas llamadas precisamente así, de sección, que se lanzan individuales y que son de gran lujo por que requieren un trabajo muy elaborado por parte de los artistas que trabajan en casetas con una alto riesgo y que gracias a ellos podemos disfrutar de su arte.










Bueno, pues ayer, en el día grande de las fiestas y con menos presupuesto que en la capital del Turia , fue una empresa valenciana (nunca mejor dicho por que se llama así) la que se presentó con el señor Crespo al mando.











Ayer nos brindó 16 minutos de espectáculo. El color era de una altísima calidad, de fabricación española casi en su totalidad. Hizo una sección como hemos dicho antes, con carcasas de sección de gran lujo propiamente dichas, es decir no las puso entre ambas, sino en una sola sección: peonías en toque de vírgulas de geometría perfecta con pisitilo y unas carcasas de cambio con cruzados.














Del resto de secciones destacó la de curiosos aros: abrían en lo alto y en su centro salían crisantemos de kraker y las perlas del aro cambiaban a kraker.
















Magníficas las carcasas esféricas en toque de vírgula cuyas perlas rojas y verdes se daban en una misma pieza. Respecto a las esféricas de rayos, destacarón las de sauce con pistilos en su interior. Se preocupó mucho el artista por marcar bien los centros y detalles internos de las piezas. Dos alturas basicamente en las secciones.




























El bombardeo prefinal y final es una de las fases más esperadas y ansiadas por el respetable, que independintemente de la escuela, casi siempre se hace de una forma o de otra. De hecho es una cosa a tener en cuenta por el jurado junto con el resto de fases. Los valencianos son muy expertos en ello. Normalmente son líneas de cuatro baterías de morteros, donde cada una lleva un efecto (color, trueno, silbato y descargas) con su tiempo de mechas unidas entre sí; luego otra línea de seis baterías y luego otra de ocho para enlazar con mechas a ‘cero segundos’ que lanzan el manto multicolor y luego la cadena de truenos sostenida.


































Fuegos Artificiales en la Avenida del Arlanzón