El gremio de los azabacheros fue uno de los más importantes que hubo en Santiago, donde se viene trabajando ese material desde el s.XIII.
Estos artesanos tallaban preciosos objetos de azabache, que los peregrinos acostumbraban a comprar como recuerdo o amuleto. Se establecían en la zona que hoy conocemos como Azabachería, y por esa calle seguimos nuestra ruta, dejando atrás al autor del “ingenioso hidalgo” y a la derecha calles como Xerusalén, Algalia de Abaixo o Algalia de Arriba, que nos recuerdan que allí, en otro tiempo, se asentaba el barrio judío, pues la algalia es una sustancia de fuerte olor utilizada para la elaboración de perfumen de cuyo comercio se ocupaban tradicionalmente los judíos.
También a la derecha dejamos la Rúa da Troia, donde está la casa en la que Pérez Lugín situaba su célebre novela “La Casa de la Troya”, que conserva en su interior el aspecto de la pensión estudiantil que regentaba doña Generosa.
Más adelante está la bella Iglesia de San Martín Pinario.
Su monasterio está en la Plaza de la Inmaculada, a la que llegamos siguiendo nuestra ruta por Azabachería. A esa plaza da la cara Norte de la Catedral, cuya entrada era conocida, en su época románica, como Puerta del Paraíso porque representaba la historia de Adán y Eva. Hoy se conoce como Puerta de la Azabachería o Puerta Francígena.
Allí, instalaban los cambistas sus puestos de cambio de moneda, y hubo una enorme fuente, “Fons Mirabilis”, donde el peregrino medieval se aseaba antes de entrar a la Catedral.
Pero volvamos al monasterio y conozcamos su historia…
Este es el monasterio de San Martiño Pinarío que competía en importancia con la vecina catedral de Santiago.
PLAZA DA INMACULADA O PLAZA DE LA AZABACHERIA SANTIAGO DE COMPOSTELA. A CORUÑA
La Plaza de la Inmaculada o Plaza de la Azabachería, esta situada entre la fachada norte de la Catedral de Santiago y San Martín Pinario. En la plaza abundan numerosas tiendas que le ofrecen al turista venta de complementos o adornos de azabache.
Desembocan aquí, en la Plaza de la Inmaculada los últimos tramos de los caminos Francés, Inglés y el del Norte que entran al casco histórico por la Puerta del Camino.