Los Reyes Católicos Isabel y Fernando.
El Papa Alejandro VI concedió a Fernando de Aragón el título de Rey Católico, en 1496, como compensación porque antes había otorgado el título de Rey Cristianísimo al rey de Francia, reino que por aquel entonces se disputaba con Aragón el dominio de Italia, llegando a amenazar los propios Estados Pontificios; posteriormente, la historia y la costumbre han popularizado como Reyes Católicos conjuntamente a Fernando y a su mujer, Isabel I de Castilla.
La pareja se casó en el Palacio de los Vivero de Valladolid el 19 de octubre de 1469, ella con 18 años y el con algo más de 17, pasando su luna de miel en el Castillo de Fuensaldaña (Fuensaldaña, Valladolid).
El reinado de los Reyes Católicos significó el tránsito del mundo medieval al mundo moderno en España. Con su enlace se consiguió la unión, en la dinastía de los Trastámara, de las Coronas de Castilla y de Aragón.
Los Reyes, apoyados por las ciudades y la pequeña nobleza, establecieron una monarquía fuerte frente a las apetencias de poder de eclesiásticos y nobles. Con la conquista de Granada, Navarra, Canarias, Melilla y otras plazas africanas consiguieron la unión territorial bajo una sola corona de la totalidad —exceptuando Ceuta y Olivenza — de los territorios que hoy conforman España.
Los Reyes establecieron una política exterior común marcada por el carácter diplomático de Fernando el Católico, que supondría la hegemonía hispánica en Europa durante los siglos XVI y XVII. El descubrimiento de América en 1492, proyecto casi exclusivo de Castilla y en especial por la Reina Isabel, supuso un hito en la historia mundial.
Esta circunstancia abrió enormes posibilidades a la economía, a la ciencia y acentuó la expansión atlántica que continuaría en los siguientes siglos.
El Papa Alejandro VI concedió a Fernando de Aragón el título de Rey Católico, en 1496, como compensación porque antes había otorgado el título de Rey Cristianísimo al rey de Francia, reino que por aquel entonces se disputaba con Aragón el dominio de Italia, llegando a amenazar los propios Estados Pontificios; posteriormente, la historia y la costumbre han popularizado como Reyes Católicos conjuntamente a Fernando y a su mujer, Isabel I de Castilla.
La pareja se casó en el Palacio de los Vivero de Valladolid el 19 de octubre de 1469, ella con 18 años y el con algo más de 17, pasando su luna de miel en el Castillo de Fuensaldaña (Fuensaldaña, Valladolid).
El reinado de los Reyes Católicos significó el tránsito del mundo medieval al mundo moderno en España. Con su enlace se consiguió la unión, en la dinastía de los Trastámara, de las Coronas de Castilla y de Aragón.
Los Reyes, apoyados por las ciudades y la pequeña nobleza, establecieron una monarquía fuerte frente a las apetencias de poder de eclesiásticos y nobles. Con la conquista de Granada, Navarra, Canarias, Melilla y otras plazas africanas consiguieron la unión territorial bajo una sola corona de la totalidad —exceptuando Ceuta y Olivenza — de los territorios que hoy conforman España.
Los Reyes establecieron una política exterior común marcada por el carácter diplomático de Fernando el Católico, que supondría la hegemonía hispánica en Europa durante los siglos XVI y XVII. El descubrimiento de América en 1492, proyecto casi exclusivo de Castilla y en especial por la Reina Isabel, supuso un hito en la historia mundial.
Esta circunstancia abrió enormes posibilidades a la economía, a la ciencia y acentuó la expansión atlántica que continuaría en los siguientes siglos.