jueves, 24 de septiembre de 2009

Iluminación de la Catedral de Huesca




Promotor: M.I. Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de Huesca

Técnicos redactores y dirección de obra: Javier Esteban Torres, arquitecto, y Jara Gómez Ciprián, arquitecto

Empresa instaladora: Instalaciones Braco SL


PRINCIPIOS BÁSICOS DE DISEÑO
Para el diseño de la iluminación de la Seo oscense, se han observado tres tipos de criterios; criterio litúrgico, criterio técnico y criterio estético-artístico-turístico.
Criterios litúrgicos:Se debe tener en cuenta que la Catedral es la Sede del Obispo de la Diócesis, que desde esta sede ejercita su ministerio de Pastor y Maestro y que bajo la responsabilidad episcopal están las distintas celebraciones litúrgicas. Para conseguir una armonización perfecta de estas funciones, nos hemos esmerado en resaltar tanto la importancia del Altar como del templo como Sede Episcopal. Para conseguirlo, se ha acudido a varios pontificales que presidía el Sr. Obispo y observar para cuál era la incidencia de la luz en él y con ello conseguir la mayor calidad lumínico-estética en estos lugares, buscando una reproducción lo más real posible de cada uno de los elementos.

En el Altar, se ha puesto un especial cuidado, para conseguir que estuviera iluminado solamente por siete puntos de luz, como metáfora de la “Menorah” (et antiquum documentum novo cedat ritui). En el Apocalipsis (2,1), Cristo aparece rodeado por siete candeleros. Y, más allá de este característico simbolismo, obtener al mismo tiempo una óptima visualización de la Liturgia. Es necesario tener en cuenta la ornamentación argéntea que decora el Presbiterio (frontón de plata, blandones, candeleros de plata sobre el altar), sin olvidar el lugar de la Palabra (ambón), que requiere una luz específica para facilitar la proclamación de la misma.

El Coro
El coro es propio de una catedral es el Opus Dei (Oficio Divino), ahora Liturgia de las Horas. Era necesario tener en cuenta, por tanto, que la iluminación está condicionada para el servicio del propio al que se destina: el canto de la Liturgia de las Horas. La iluminación más adecuada tenía que ver con una cierta neutralidad que no compitiera con la Sede Episcopal, situada en el centro.

El Retablo

El retablo ha sido uno de los elementos más difíciles de iluminar. La magnífica obra del Maestro Damián Forment, genuina por el volumen y movimiento que le confirió el artista, no debía perder en su iluminación ninguna de las características con la que fue concebido por la imaginación y el trabajo del maestro. La materialidad del alabastro, un elemento natural en el que resalta su claridad, y el hecho de que Forment lo mantuviera sin policromías, se corría el peligro de que se desdibujara con una reflexión indeseada de la luz. La espléndida alfombra de la Real Fábrica de Tapices (año 1920) de tonos oscuros ha evitado, en gran medida, la reflexión de la luz incidente en el Coro hacia el Retablo, que hubiera restado volumetría al mismo, a la par que a los Oficiantes. Con todo ello, y el estudio minucioso de los distintos elementos, se ha evitado en todo momento la teatralidad de la luz, para buscar una iluminación natural que acompañase a una escenografía distinta, como es la Celebración Litúrgica.

Naves laterales.
Las naves laterales, además de sus otras funciones, son el lugar de tránsito para las Procesiones Clausurales, un carácter litúrgico importante pero de menor orden a las de los elementos anteriormente nombrados- Es un lugar Procesional que prepara el proceso hasta llegar a la luz plena que es el Presbiterio y, en el orden devocional, la capilla del Santo Cristo. Por esta razón, se ha buscado una iluminación menos intensa y de realce arquitectónico.

Capilla del Santo Cristo de los Milagros.
La capilla del Santo Cristo de los Milagros es un templo dentro de la Catedral y un lugar de peregrinación. Es el lugar de encuentro personal de muchas gentes con la Divinidad. Por ello, la reja que protege ese lugar se entiende como una llamada de atención a la sacralidad del lugar: es una puerta que invita a entrar. El espacio interior se divide, al igual que la Seo, en un espacio para los fieles y un Presbiterio. La iluminación sigue las mismas pautas que en la Catedral (una iluminación más tenue en la nave, y con una gran intensidad de luz en el Presbiterio). Se ha querido, por ello, "exagerar" la luminosidad, ya que los fieles que viene al Santo Cristo busca una “luz distinta”, que sólo Él les puede dar. No se ha querido resaltar el misterio, sino realzar lo que dice el Credo: “Dios de Dios, Luz de Luz”.

Nave central y Crucero.
La nave central y el cruceso son los lugares donde reside la Asamblea Cristiana, que deber percibir “la Luz que viene de lo alto”, y por ello se han iluminado las bóvedas, y con ello los distintos pinjantes, que a su vez testimonian una “hermenéutica de continuidad histórica” (el pinjante de D. Juan de Navarra y Aragón que fue quien concluye las obras de la Catedral). Este mismo pinjante es una referencia a las arañas, que en el latín de la primitiva Iglesia se llamaron “corona y pharus-cantharus”, y que consistían en ruedas que se suspendían en torno al Altar. San Paulino de Nola, en el Siglo V, evoca el esplendor del templo cristiano donde día y noche arden las lámparas “y la noche brilla con resplandores diurnos, y el mismo día, ennoblecido con honores celestes, duplicando su luz, refulge con innumerables luminarias”. A la par que todo esto, se ha buscado una luz que invita a la calma y al sosiego, que evita la incidencia directa de la luz sobre los fieles y que desea ser, además, referencia de preparación previa a un encuentro. Se ha pretendido que la iluminación tuviese el resultado esplendoroso y fascinador que la Catedral oscense presentaba en las grandes festividades y que el cristiano tenga, en el aire que respira dentro, la expresión poética más poderosa de una peregrinación jubilosa desde las sombras del cada día hacia la Luz de la Patria Celeste.

Capillas Laterales.
Las capillas laterales, que en el S. XVII prácticamente se rehacen, son consecuencia del momento más potente de la Contrarreforma, por lo que el Cabildo Catedral busca adecuar esas capillas al espíritu religioso del momento y elegir a quiénes de entre los artistas, escultores, pintores,… pueden dar vida a esa nueva teología. El cuidado en esta elección consigue que quedasen perfectamente integrados todos los elementos posteriores en una arquitectura anterior. La influencia de distintas familias de raigambre oscense hará que verjas y retablos creen un reto no sólo para su iluminación, sino incluso para una liturgia, que con el Vaticano II se regirá por otros cánones. A la hora de iluminarlos, todos estos elementos debían seguir recogiendo tanto el espíritu devocional como el contexto histórico y para ello se ha procedido a un tratamiento personal de cada una de las capillas, porque en cada una de ellas la luz no sólo pretende alumbrar sino resaltar aquello para lo que se decoraron.

Biblioteca y Archivo.
En estas dependencias, se han seguido las pautas establecidas para este tipo de instalaciones.

Vestidor de los Canónigos. Sacristía vieja. Sacristía nueva. Oratorio de Santa Engracia. La iluminación en estas estancias es de carácter práctico, sin obviar el realce de los elementos arquitectónicos y artísticos de interés. En la sacristía vieja, dada la dificultad de iluminación de la misma por su arquitectura, se ha usado un tipo de focos de diseño actual que proporcionan una iluminación arquitectónica sin pretender la ocultación de la instalación.

Para la entrada ordinaria al templo, se ha diseñado una lámpara que recoge, con una imagen más actual, una circunstancia histórica de la Catedral: la proyección de la bula de indulgencia de D. Juan Hernando de Aragón, que mandó imprimir para la finalización de las obras de la Catedral, a la vez que sirve de iluminación de paso, y que quiere recordarnos que este aquí y ahora viene precedido de otros muchos pasos.

Criterios técnicos:Respecto a los criterios técnicos, se debe resaltar la utilización de lámparas de bajo consumo, la durabilidad y mantenimiento de la instalación, así como la posibilidad de crear distintos ambientes lumínicos dependiendo de las necesidades de cada momento y actividad (luz de diario, luz para visitas turísticas y luz para solemnidades y festivos especiales). Para ello se ha procedido a la distribución de distintos circuitos, al tiempo que un ordenador central controla y decide la iluminación en cada momento para lograr así una optimización de la instalación que evite grandes consumos energéticos.

Con respecto a la Catedral y teniendo en cuenta su importancia tanto cultural, histórica y representativa como religiosa para la ciudad y la diócesis de Huesca, es interesante resaltar de manera especial que la pauta básica ha sido realizar el menor impacto posible en el monumento, dado que la actuación llevada a cabo es totalmente reversible, de modo que pueda eliminarse o modificarse sin dejar rastro en el edificio al que sirve. Para ello, se han evitado en todo momento cualquier tipo de actuación que produzca huellas indelebles en la Catedral.

Criterios estéticos-artísticos y turísticosY por último, con respecto a los criterios artísticos y turísticos, se ha jerarquizado la luz potenciando de ese modo la visión más intensa en los elementos artísticos de mayor valor e interés, como el retablo mayor la capilla de San Joaquín (de gran interés desde el punto de vista artístico), o la del Santo Cristo de los Milagros (de fuerte arraigo religioso y representativo de la ciudad). Además, se ha tratado de resaltar los volúmenes esenciales de la Catedral como las bóvedas y el crucero, para resaltar a poderosa construcción y talla de la misma. Para todo ello y para no desvirtuar la visión de las distintas obras de arte y del propio edificio, se ha utilizado un tipo de iluminación que tiene una reproducción cromática real, de modo que podemos ver los colores tal cual son realmente.