martes, 27 de septiembre de 2011

Circo romano. Pretorio

Pretorio o Castillo del Rey
Circo romano - Pretorio
A partir de los años setenta del siglo I dC, en la acrópolis de Tarraco se construyó un enorme conjunto de grandes edificios públicos, formado por dos inmensas plazas porticadas y un circo. La plaza central se considera uno de los fórums mas extensos del Imperio. El edificio que hoy se conoce como Pretorio, castillo del Rey o torre de Pilatos, constituye una de las esquinas de este fórum provincial, construido en su mayor parte en la época del emperador Vespasiano (69-79). La parte romana de la construcción está formada por el acceso al fórum desde el exterior, con grandes puertas que se atraviesan al penetrar en el recinto por la pasarela de madera, y un tramo del edificio que rodeaba la plaza, de bóvedas de hormigón romano.

La forma actual del recinto es producto de transformaciones que desde época medieval le han afectado, como el acabado almenado del coronamiento de sus muros, algunos restos de arcos, así como un patio interior empedrado.

En el siglo XII, el noble normando Robert Bordet, conocido también como Robert d'Aguiló o de Colei, recibió la ciudad del arzobispo Olegario en el año 1129 para repoblarla. Utilizó como castillo los restos del ángulo sudeste del fórum provincial que después perteneció a los condes-reyes, nombrándose castillo del Rey. En el siglo XVII se convirtió en almacén militar y más tarde en cuartel. En la noche del 19 de agosto de 1813, el ejército imperial francés abandonó Tarragona haciendo explotar una importante carga de pólvora que lo dejó maltrecho. A partir de 1822 aproximadamente se empezó a acondicionar para prisión, uso para al cual se destinó hasta el año 1953.

Circo romano
El Circo romano era el edificio destinado principalmente a las carreras de carros. Fue construido a partir de fina del siglo I dC, y probablemente estuvo en uso hasta el siglo IV dC. Su planta es alargada con uno de los extremos en curva semicircular. Hoy en día está ocupada en buena parte por edificios modernos, pero ha mantenido la estructura muy bien conservada dentro de la trama urbana actual, y se considera uno de los circos mejor preservados de Europa occidental.

Se convirtió en suburbio de la ciudad medieval, con escasas edificaciones, y hasta mediados del siglo XIV no se incorporó al interior del recinto urbano con la construcción de una muralla delante de la antigua fachada, conocida como la Muralleta.

Torre de las Monjas y la Murallita
Escalera a las gradas del circo
La parte de la curva ha sido objeto de un importante proceso de recuperación. En este sector se ven tres arcos que formaban parte de la fachada monumental del Circo. El arco central acoge una escalera que permite subir a la plataforma superior del Circo, donde se puede acceder a la cámara del interior de la torre de las Monjas.
Bóveda de San Hermenegildo

La primera arcada se conserva íntegramente, da acceso a una bóveda que formaba parte del sistema de accesos y recorrido interno por el edificio y finaliza en el punto donde se halla el eje de simetría longitudinal del Circo. Aquí se cruzaba perpendicularmente con otra, que comunicaba la arena con el exterior. A lo largo de la bóveda se abren pequeñas estancias cubiertas por bóvedas en forma de conoide que sostienen el plano inclinado de las gradas.

Bóveda longitudinal
Arena y podio del circo
En el lateral norte, una larga bóveda de cañón de 97 metros de longitud tenia por función soportar el plano superior del Circo en su tramo longitudinal. Al final, a través de una apertura moderna, se pueden ver los restos de una de las escalas de la comunicación entre la arena y la grada. Otras zonas de la grada longitudinal del lado norte del edificio están en proceso de recuperación en la plaza de los Sedassos y en la calle del Trinquet Vell.