Hace un mes estuve viendo la nueva película de Alejandro Amenábar, "Ágora", una historia basada en la vida de una mujer astrónoma, matemática y filósofa Hipatia de Alejandría. El rodaje de este film en realidad, no es una biografía de Hipatia, sino más bien una historia en torno al fanatismo religioso y su persecución histórica del conocimiento y del libre pensamiento.
Amenábar elige al personaje histórico de Hipatia, como podría haber escogido a Galileo o Tolomeo o Aristarco y nos adentra en los belicosos años finales del siglo IV y primeros del siglo V en la Alejandría romana, contexto de luchas religiosas y de poder entre distintas confesiones cristianas, no cristianas y la autoridad imperial que cogerán de por medio a la astrónoma.
Como en la recreación histórica, en la narración de las situaciones y en lograr un propósito de reflexión, la película está muy bien conseguida. Sin embargo, falla en el tratamiento de los personajes, planos, sin desarrollar, carentes de emotividad y con lo que nosotr@s l@s espectadores no nos identificamos.
En resumen, mejorando lo presente, "Ágora" me ha dejado desconcertada y pensativa porque he visto reflejado como los cristianos pasan de "ser perseguidos a perseguidores" pero no quito mérito a una película con fines didácticos, no sólo por su manifiesto contra el fanatismo y la intolerancia, sino también desde el punto de vista científico.
Amenábar elige al personaje histórico de Hipatia, como podría haber escogido a Galileo o Tolomeo o Aristarco y nos adentra en los belicosos años finales del siglo IV y primeros del siglo V en la Alejandría romana, contexto de luchas religiosas y de poder entre distintas confesiones cristianas, no cristianas y la autoridad imperial que cogerán de por medio a la astrónoma.
Como en la recreación histórica, en la narración de las situaciones y en lograr un propósito de reflexión, la película está muy bien conseguida. Sin embargo, falla en el tratamiento de los personajes, planos, sin desarrollar, carentes de emotividad y con lo que nosotr@s l@s espectadores no nos identificamos.
En resumen, mejorando lo presente, "Ágora" me ha dejado desconcertada y pensativa porque he visto reflejado como los cristianos pasan de "ser perseguidos a perseguidores" pero no quito mérito a una película con fines didácticos, no sólo por su manifiesto contra el fanatismo y la intolerancia, sino también desde el punto de vista científico.