San Juan de Ortega construyó este monasterio para acoger y dar cobijo a los cansados peregrinos de la Ruta Jacobea. El conjunto, del siglo XII, está formado por una iglesia, una capilla y una hospedería. Una sencilla cripta en el interior de la iglesia guarda los restos del santo, que descansan en un humilde sarcófago. Al santo se le atribuían poderes de curación contra la esterilidad, lo que motivó la visita de la reina Isabel la Católica, en 1477.
Pero lo más espectacular de este lugar está en uno de sus capiteles. Dos veces al año, durante los equinoccios, la iglesia queda a oscuras al atardecer, dejando que un rayo de luz penetre por la ventana e ilumine el capitel con la escena de la Anunciación.
Pero lo más espectacular de este lugar está en uno de sus capiteles. Dos veces al año, durante los equinoccios, la iglesia queda a oscuras al atardecer, dejando que un rayo de luz penetre por la ventana e ilumine el capitel con la escena de la Anunciación.
Dicho capitel es objeto de admiración universal. En los equinoccios, a las 5 de la tarde, hora solar, es protagonista de un acontecimiento que se conoce como "Fenómeno o Milagro de la Luz" gracias a un rayo de luz que ilumina el capitel de la Anunciación, donde la Virgen, con las manos juntas se prestan a recibir esta luz vespertina. Sin duda, la contemplación de este fenómeno -que se repite de manera análoga en Santa Marta de Tera, Zamora- es algo fascinante y emotivo, donde se mezcla lo artístico, lo religioso y lo astronómico.
Este conjunto escultórico, además de la citada Anunciación, también incorpora la escena de la Visitación, el Nacimiento y el anuncio a los pastores.
Menos interesante, pero de muy buena labra también, es el capitel izquierdo del arco triunfal que muestra unos grifos exquisitamente tallados.
Este conjunto escultórico, además de la citada Anunciación, también incorpora la escena de la Visitación, el Nacimiento y el anuncio a los pastores.
Menos interesante, pero de muy buena labra también, es el capitel izquierdo del arco triunfal que muestra unos grifos exquisitamente tallados.