La Invasión de Neimhedh |
Treinta años estuvo Irlanda sin habitantes hasta que llegó Neimhedh, procedente de Escitia, con treinta y cuatro barcos y treinta personas en cada uno. En su camino, divisaron una torre dorada en el mar.
Pensando que contenía un gran tesoro se dirigieron hacia ella, pero el mar se enfureció hundiendo varios barcos y matando a muchos hombres.
Tras año y medio de navegación llegaron a Irlanda, donde se enfrentaron a los Fomores, a los que vencieron en tres batallas. Pero Neimhedh muere víctima de una plaga, junto a tres mil personas y el resto sufre la opresión de los Fomores, que los someten a fuertes impuestos.
Tras reunirse en consejo, envían un emisario a pedir el enemigo una tregua de un año. Los Fomores aceptan, pero debían permanecer juntos en un mismo lugar. Así, si no pagaban, podrían destruirlos a todos a la vez.
Deciden entonces pedir ayuda a sus parientes de Grecia, que envían un poderoso ejército y derrotan a los Fomores tras sangrientas batallas. Pero al irse los griegos, vuelven a ser atacados por tres barcos enemigos. Salieron entonces a su encuentro y en pleno combate, una gigantesca ola los arrasa, salvándose la tripulación de un barco de los Fomores, que regresa a su territorio, y treinta personas de la gente de Neimhedh, que se reparten la isla. Pero pronto la abandonan por temor a volver a ser atacados. Entonces dos se van a Gales y el resto a diferentes zonas de Grecia.