BEATIFICACIÓN DE JUAN PABLO II

Juan Pablo II es proclamado beato 










Si pinchas la imagen puedes entrar en la página web de Clarín.com Mundo y leer todas las noticias sobre la Beatificación de su SS. el Papa Juan Pablo II y escuchar un audio ante la presencia de más de un millón de fieles que se han trasladado a Roma en peregrinación para seguir la ceremonia en vivo y en directo.

















Si pinchas la imagen puedes entrar en realpa.edu.glogster.com y escuchar los testimonios de los milagros de Juan Pablo II.
















Si pinchas la imagen puedes entrar en la página web de aciprensa y leer todas la noticias de la Beatificación de su SS. el Papa Juan Pablo II, ver fotos desde Roma, leer su biografía (su vida, su testimonio, su presencia, su palabra y su amor a Jesús) y milagro...

















Emocionante vídeo-homenaje sobre la vida de Juan Pablo II, narrada por él en apenas 5 minutos.















Encuentro del Papa con los jóvenes de Madrid.















Si pinchas la imagen puedes entrar en la página web de rtve.es y seguir la beatificación "súbita" de un papa excepcional SS. Juan Pablo II cuyo sucesor SS. el Papa Benedicto XVI consagra en la beatificación más rápida de la historia a los seis años de su muerte.
















Con estas palabras Benedicto XVI ha proclamado beato al Papa Juan Pablo II. El cardenal Agostino Vallini, vicario de la diócesis de Roma ha pedido a Benedicto XVI que se proceda a la beatificación.

Benedicto XVI

"Nosotros acogiéndonos al deseo de nuestro hermano Agostino Cardinale Vallini, nuestro vicario general para la diócesis de Roma, de muchos de nuestros hermanos del Episcopado y de muchos fieles y tras recoger la opinión de la Congregación de la Causa de los Santos, con nuestra autoridad apostólica concedemos que el Venerable Siervo de Dios Juan Pablo II, papa, sea llamado de ahora en adelante beato y que su fiesta pueda celebrarse en los lugares y según las reglas establecidas por derecho, cada año el 22 de octubre".

















Testimonio en la Vigilia de Oración de Sor Marie Simon-Pierre curada de Parkinson por intercesión de Juan Pablo II.

En junio de 2001, me diagnosticaron la enfermedad de Parkison.

La enfermedad había afectado a toda la parte izquierda del cuerpo, creándome graves dificultades, pues soy zurda. Después de tres años, a la fase inicial de la enfermedad, lenta pero progresiva, siguió un agravamiento de los síntomas: acentuación de los temblores, rigidez, dolores, insomnio... Desde el 2 de abril de 2005 empecé a empeorar de semana en semana, desmejoraba de día en día, no era capaz de escribir (repito que soy zurda) y si lo intentaba, lo que escribía era ininteligible. Podía conducir sólo en recorridos breves, porque la pierna izquierda se bloqueaba a veces y la rigidez habría impedido el conducir. Para llevar a cabo mi trabajo, en un hospital, empleaba además más tiempo del normal. Estaba agotada.

Después de saber el diagnóstico, me resultaba difícil ver a Juan Pablo II en la televisión. Me sentía, sin embargo, muy cercana a él en la oración y sabía que él podía entender lo que yo vivía. Admiraba también su fuerza y su valor, que mi estimulaban para no rendirme y para amar este sufrimiento, porque sin amor no tenía sentido todo esto. Puedo decir que era una lucha diaria, pero mi único deseo era vivirla con fe y en la adhesión amorosa a la voluntad del Padre.

En Pascua (2005) deseaba ver a nuestro Santo Padre en la televisión porque sabía, en mi interior, que sería la última vez. Me preparé durante toda la mañana a aquel "encuentro" sabiendo que sería muy difícil para mi, pues me haría ver cómo me encontraría yo de ahí a algún año. Me resultaba aún más duro siendo relativamente joven... Un servicio inesperado, sin embargo, me impidió verlo.

En la tarde del 2 de abril, nos reunimos toda la comunidad para participar en la vigilia de oración en la plaza de San Pedro, retransmitida en directo por la televisión francesa de la diócesis de París (KTO)... todas juntas escuchamos el anuncio del fallecimiento de Juan Pablo II; en ese momento, se me cayó el mundo encima, había perdido al amigo que me entendía y que me daba la fuerza para seguir adelante. En los días siguientes, tenía la sensación de un vacío enorme, pero también la certeza de su presencia viva.

El 13 de mayo, festividad de Nuestra Señora de Fátima, el Papa Benedicto XVI anunciaba la dispensa especial para iniciar la Causa de Beatificación de Juan Pablo II. A partir del día siguiente, las hermanas de todas las comunidades francesas y africanas empiezan a pedir mi curación por intercesión de Juan Pablo II. Rezan incesantemente hasta que les llega la noticia de la curación.

En ese período estaba de vacaciones. El 26 de mayo, terminado el tiempo de descanso, vuelvo totalmente agotada por la enfermedad. "Si crees, verás la gloria de Dios": esta frase del Evangelio de san Juan me acompañaba desde el 14 de mayo.

El 1 de junio ya no podía más, luchaba por mantenerme de pie y caminar. El 2, por la tarde, fui a buscar a mi superiora para pedirle si podía dejar el trabajo. Ella me animó a resistir aún un poco más hasta mi vuelta de Lourdes, en agosto, y añadió: "Juan Pablo II no ha dicho aún su última palabra" (Juan Pablo II estaba seguramente allí, en aquel encuentro que transcurrió sereno y en paz). Después, la madre superiora me dio una pluma y me dijo que escribiera: "Juan Pablo II". Eran las 5 de la tarde. Con esfuerzo escribí: "Juan Pablo II". Nos quedamos en silencio ante la letra ilegible... después, la jornada continuó como de costumbre.

Al terminar la oración de la tarde, a las 9 de la noche, pasé por mi despacho antes de ir a mi habitación. Sentía el deseo de coger la pluma y escribir, algo así como si alguien en mi interior me dijese: "Coge la pluma y escribe "... eran las 9.30-9.45 de la noche. Con gran sorpresa ví que la letra era claramente legible: sin comprender nada, me acosté. Habían pasado exactamente dos meses desde la partida de Juan Pablo II a la Casa del Padre... A las 6 de la mañana, salí para reunirme con las hermanas en la capilla para un rato de oración, al que siguió la celebración eucarística.

Tenía que recorrer cerca de 50 metros y en aquel mismo momento me di cuenta de que, mientras caminaba, mi brazo izquierdo se movía, no permanecía inmóvil junto al cuerpo. Sentía también una ligereza y agilidad física que no sentía desde hacía tiempo.

Durante la celebración eucarística estaba llena de alegría y de paz; era el 3 de junio, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. Al salir de la Santa Misa, estaba segura de mi curación..

Sor Marie Simon-Pierre
















Benedicto XVI venera la tumba de Juan Pablo II.


















Testimonios: Juan Pablo II visto por asistentes a su beatificación.

Varias personas que han asistido a la beatificación de Juan Pablo II hablan del papel del nuevo Papa beato en sus vidas.

















Miles de peregrinos pasan ante el féretro de Juan Pablo II.















La Vigilia de Oración de la beatificación de Juan Pablo II, un preludio lleno de emociones.

Las doscientas mil personas que participaron durante la noche de este sábado en la vigilia de preparación para la beatificación de Juan Pablo II descubrieron aspectos desconocidos de su vida, gracias a los testimonios de sus más cercanos colaboradores.

Pero la intervención más esperada, seguida también por canales de televisión de más de cien países, fue la de sor Marie Simon-Pierre, religiosa de las Maternidades Católicas, cuya curación de Parkinson ha sido el fenómeno científicamente inexplicable que permitió el reconoc imiento de su beatificación.

"Juan Pablo II os está mirando desde el cielo, y sonríe", dijo la religiosa que narró detalles sobre el sufrimiento que le había provocado la misma enfermedad que vivió Juan Pablo II y confesó: "Me ha impresionado el hecho de que mi experiencia ha contribuido a la beatificación de Juan Pablo II y el que pueda testimoniarlo aquí" (Cf. Marie Simon-Pierre, el milagro de Juan Pablo II).

Navarro-Valls: se confesaba todas las semanas

Joaquín Navarro Valls, quien fue portavoz de Juan Pablo II durante 21 años, explicó que para comprender a Juan Pablo II hay que entender qué es la Divina Misericordia, y reveló que el papa "se confesaba todas las semanas", "pues sabía que nosotros, seres humanos, no pode mos hacernos bellos, puros, por nosotros mismos. Tenemos necesidad de la ayuda que procede de Dios a través de los sacramentos".

"Para un cristiano rezar es un deber y también el resultado de una convicción; para él era una necesidad, no podía vivir sin rezar", añadió. "Verle rezar era ver a una persona que está en conversación con Dios".
Navarro-Valls recordó que con frecuencia le veía en su capilla privada, de rodillas, con pedazos de papel, que leía y que después en encomendaba en la oración. Eran intenciones de oración que las personas de todo el mundo le confiaban en sus cartas.Las dos veces en que se enfadó.

Luego le tocó el turno al cardenal Stanisław Dziwisz, arzobispo de Cracovia, quien fue su secretario personal durante más de 40 años.

Tomó la palabra para recor dar que los dos amores de su vida fueron "Dios (Jesucristo), y el hombre, sobre todo los jóvenes".

Y luego reveló cuáles son las dos ocasiones en las que vio a Juan Pablo II "verdaderamente enfadado". Aunque matizó: "había un motivo".

La primera vez, dijo, fue en Agrigento, en Sicilia, el 9 de mayo de 1993, cuando "levantó la voz contra la mafia. Y nos asustamos todos", recordó.

La otra ocasión, añadió el secretario de Karol Wojtyla, fue durante el Ángelus, antes de la guerra en Irak, cuando gritó con fuerza: "No a la guerra, la guerra no resuelve nada. Yo he vivido la guerra; sé lo que es la guerra".

"Envió a un cardenal a Washington y otro a Bagdad para decir: ´¡no tratéis de resolver los problemas con la guerra!´. Y tuvo razón. La guerra existe todavía y no ha resuelto nada".

Al final, el cardenal Dziwisz confesó también la gran satisfacción de su vida: "al inicio le llamaban ´el papa polaco´", recordó. "Pero después todos le han llamado ´nuestro papa´, incluso muchos que no son cristianos. Pero mañana le llamaremos: ´Juan Pablo II, beato´", reconoció conmovido, arrancando aplausos.

Un Rosario mundial

Concluyó así la primera parte de la vigilia, la Celebración de la Memoria a través de los testimonios. La segunda se convirtió en un Rosario mundial, que unió en cada uno de los cinco misterios luminosos a Roma con grandes santuarios de diferentes continentes.

Desde Lagniewniki, en Cracovia, se rezó por la juventud; desde Kawekamo-Bugando (Tanzania) por la familia; desde Nuestra Señora del Líbano-Harissa por la evangelización, desde la basílica de Santa Mar&iac ute;a de Guadalupe, en México, por la paz entre las naciones, y desde Fátima por la Iglesia.

El acto concluyó en torno a las 22.30 con la oración final y bendición que Benedicto XVI impartió desde el Palacio Apostólico del Vaticano gracias a la conexión televisiva.




















La beatificación de Juan Pablo II está cada vez más cerca. Según vaticanistas, durante las últimas semanas del 2010 médicos y teólogos de la Congregación para las Causas de los Santos se reunieron, en el más estricto secreto, para aprobar definitivamente el milagro que llevará al venerable Juan Pablo II a los altares.

Se trata de la curación inmediata e inexplicable de la monja francesa, Marie Simon-Pierre, que sufría un alto grado de Parkinson. Esta enfermedad le había obligado a dejar su trabajo como enfermera en el área de maternidad de un hospital de Arles, en Francia. En junio de 2005, tras haber pedido a Juan Pablo II una mejora en su enfermedad, el Parkinson desapareció totalmente.

Ahora sólo falta la ratificación por parte de los cardenales y obispos de la Congregación para las Causas de los Santos y la firma de Benedicto XVI. Un último paso previsto para este mes de enero.

Entonces, la esperada beatificación de Juan Pablo II será sólo una cuestión de fecha que tendrá lugar en mayo u octubre de este año. Una beatificación que reunirá a millones de personas.




























La beatificación de Juan Pablo II tendrá lugar el 1º de mayo próximo, el primer domingo de Pascua, domingo de la Divina Misericordia. El decreto que autoriza la beatificación y reconoce el milagro fue firmado hoy por Benedicto XVI y el anuncio fue comunicado por el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el sacerdote Federico Lombardi. El milagro se refiere a la curación de la enfermedad de Parkinson de una monja francesa el 3 de junio de 2005, después de haber pedido la intercesión del Papa, fallecido hacía poco. En la Basílica de San Pedro, además, continúan los trabajos para la realización de una tumba que, montada en uno de los altares, albergará los restos mortales de Juan Pablo II una vez declarado beato.


























La Conferencia episcopal francesa ha desmentido los rumores de que la monja Marie Simon Pierre ha vuelto a enfermar y declara que la religiosa se ha curado totalmente del Parkinson. El comunicado de los obispos franceses acaba oficialmente con las dudas que frenaban el proceso de beatificación de Juan Pablo II porque confirma que el diagnóstico de Parkinson era correcto y que la religiosa se ha curado repentina, total y definitivamente de esta enfermedad.

Actualmente, Sor Marie Simon Pierre, de 48 años trabaja en un hospital maternal de París.

En estas semanas, una comisión médica del Vaticano está estudiando esta curación extraordinaria como primer paso para que los teólogos y cardenales de la Congregación para las Causas de los Santos la proponga oficialmente como milagro.




























En 1990 el entonces niño José Herón Badillo, enfermo de leucemia, recibió la bendición de Juan Pablo II en Zacatecas, México, y tras ese encuentro el menor se curó, en lo que para muchos significó "el milagro del Papa", por lo que ante su muerte el pasaje ha sido revivido y él y su madre aseguran que buscarán la beatificación del Pontífice.






















Beato Juan Pablo II







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