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| Master Hare (JOSHUA REYNOLDS) |
Reynolds, pintor y crítico de arte, trató de traspasar a la pintura su concepto de la belleza ideal. Para él, la función del pintor era comunicar, elevar los pensamientos del artista y ampliar los horizontes del espectador. En definitiva, irradiar en el arte lo más profundo del alma del artista. Reynolds fue un maestro del retrato como demuestra esta tela, en la que dibuja a una de sus sobrinas, lady Anna Maria Jones. Los recursos del pintor le permitieron reflejar una niña de tez pueril, ojos soñadores, adorable sonrisa y remarcar la finura sedosa de su cabello y la redondez del cuerpo cubierto con un elegante vestido de fiesta. Es una imagen infantil fresca, llena de ternura. Es la imagen de la pureza y la sinceridad. El rostro de la niña representa la más significativa imagen de un alma que perdura en el misterio de su propia ensoñación. De un alma ligera, limpia y renovada. La viva imagen de la autenticidad del alma. ¡Qué hermosa es la vida de los que viven con sencillez ante Dios, que no ansían ni anhelan más que ser como niños en brazos de sus padres! Cuando una persona se analiza con autenticidad y sencillez ante Dios, ¡qué dignidad tiene! No ha de asustarle que le vean los defectos personales si trata de rectificarlos cada día; no ha de temer equivocarse si su conducta personal está acorde con principios éticos y morales; no debe sufrir por haber cometido errores si éstos eran testimonio de vida cristiana. La autenticidad exige rectitud en todas las acciones y fe verdadera. Sólo examinando con humildad nuestra conducta personal seremos capaces de medir la verdadera autenticidad de nuestra alma.
ORACIÓN:
Gracias, Señor, por ese mundo lleno de amor que sale a nuestro paso para llenar el corazón con su belleza.