martes, 26 de mayo de 2009

El Sentido Cristiano del Matrimonio


El principal compromiso misionero de la Iglesia radica en el matrimonio cristiano. El hombre de hoy, amenazado por los numerosos conflictos a los que le somete la sociedad, tiene que hacer frente con fe y coraje a estas múltiples dificultades. La sociedad urge ser evangelizada y es ahí donde los padres de las familias cristianas desempeñan un valor fundamental.

La familia, en el designio de Dios, creador y salvador, es en este sentido una realidad misionera, un pilar básico en la educación y transmisión de la fe, en la formación del ser humano.

Ya nos lo ha recordado el Papa cuando dice que la vocación al amor es lo que hace del hombre auténtica imagen de Dios: se hace semejante a Dios en la medida en que se convierte en alguien que ama. El “sí” personal y recíproco del hombre y de la mujer abre espacio a la auténtica humanidad de cada uno, y al mismo tiempo está destinado al don de una nueva vida. Por este motivo, este “sí” que es también públicamente responsable, con el que los cónyuges asumen la responsabilidad pública de la fidelidad, que garantiza también el futuro para la comunidad.

El matrimonio se convierte así en exigencia intrínseca del pacto de amor conyugal y de la profundidad de la persona humana. Este cuadro de Perusino, con todos los rasgos propios del arte renacentista, fue pintado para una capilla de la catedral de Perugia en el que se presenta la entrega de la Virgen a San José. El lienzo trata de mostrar el ejemplo de la fidelidad máxima de dos esposos, el modelo que toda familia cristiana debería seguir. El templo circular que preside el óleo simboliza la perfección divina representada también en la figura de la Virgen, nacida sin pecado, y en el sacramento del matrimonio, institución de Dios.




ORACIÓN:

Señor, que los esposos cumplan tu voluntad, vivan en concordia y sean siempre fieles en su mutuo y verdadero amor.