lunes, 6 de septiembre de 2010

Villafranca Montes de Oca - San Juan de Ortega

Villafranca Montes de Oca, heredera de la Auca autrigona y sede episcopal durante la época visigoda, presenta un alargado trazado urbano en el que sobresale la silueta de la iglesia de Santiago. Muy cerca de la misma aparece el hospital de San Antonio Abad, que fue fundado en 1380 por la reina de Castilla, Juana Manuel. En las inmediaciones de Villafranca, a la entrada de un privilegiado enclave natural, se localiza una gran fuente que, según la leyenda, brotó en el lugar en donde fue martirizado San Indalecio, discípulo de Santiago.







Villafranca Montes de Oca

Fuente de San Indalecio en Villafranca Montes de Oca






Desde Villafranca Montes de Oca se inicia la travesía de los legendarios y evocadores Montes de Oca. Un pequeño desvío permite acercarse hasta Valdefuentes, lugar en donde se encuentran los restos de lo que fuera un importante priorato y hospital cisterciense fundado en el siglo XII.







Ermita de Valdefuentes







Por un ameno bosque de roble y pino de repoblación se llega a San Juan de Ortega. Este aislado monasterio es uno de los hitos más auténticos y que mejor ha conservado el espíritu jacobeo de todo el Camino de Santiago. En su rico conjunto patrimonial destaca la iglesia triabsidal del monasterio, construida siguiendo los planos diseñados por el propio santo, durante los siglos XII y XIII. En su interior se conservan unos buenos capiteles románicos, un baldaquino gótico florido con relieves dela vida del santo y un bello sepulcro románico. También son interesantes la capilla de San Nicolás con su rejería renacentista y la hospedería con su patio del siglo XVI.








Hayedo en los Montes de Oca

Iglesia de San Juan de Ortega

Ábside San Juan de Ortega

Baldaquino de San Juan de Ortega

Sepulcro de San Juan de Ortega

Hospedería de San Juan de Ortega





EL MILAGRO DE LA LUZ

En el interior de la iglesia de San Juan de Ortega se puede contemplar un fenómeno excepcional en el mundo cristiano. Todos los años durante los equinoccios de primavera y otoño un rayo de sol poniente se introduce por un ventanal e incide nítidamente, en una sorprendente mezcla de observación astronómica y técnicas arquitectónicas, sobre un capitel románico en el que aparece esculpida una bella representación de la Anunciación de la Virgen.








Milagro de la Luz