Tuatha Dé Danann |
También eran descendientes de Neimhedh, pero se habían asentado en otra parte de Grecia, en el norte, donde les fue mejor. Allí, se hicieron expertos en ciencias ocultas y magia, hasta el punto de que llegarán a ser considerados dioses. La estirpe divina de Irlanda. Su nombre significa: El Pueblo de la Diosa Dana.
Reunieron sus poderes en cuatro ciudades: Gorias. De donde cogieron la lanza invencible de Lugh. Findias. De donde tomaron la temible espada Caladbolg, que quemaba la mano de quien se apoderase de ella de forma indebida, y que utilizará Nuadha. Falias. Allí cogieron la Piedra de Fail, que ruge ante aquel que sea el legítimo heredero al trono de Irlanda. Murias. De donde se llevaron el caldero mágico de Dagda, capaz de saciar el hambre de todos sin vaciarse nunca.
Durante su estancia en Grecia, ayudaron a los atenienses en sus disputas con los filistinos. Más tarde, temiendo las represalias de éstos, decidieron regresar a Irlanda.
Una vez allí, desembarcaron y quemaron sus naves para evitar la tentación de huir en caso de ser derrotados.
Se aprovecharon de su magia para crear una gran oscuridad, acompañada del humo de sus barcos, que les dio un aspecto fantasmal y les ayudó en su ataque a los Fir Bolg, que habían llegado unos años antes, a los que derrotaron en la primera batalla de Magh Tuiredh.