domingo, 31 de octubre de 2010

De ti procede el perdón, así infundes respeto (Salmo 129)

El domingo anterior reflexionábamos sobre la parábola del fariseo y el publicano para concluir que nuestra oración tiene que ser humilde como la del publicano. Este domingo se nos pone delante otro publicano, Zaqueo, de modelo de cómo esa misma humildad lleva a reconocer el propio pecado y a querer cambiar en las obras concretas. Pero propiamente hay que decir que el centro de la celebración no es Zaqueo, si no la misericordia de Dios, que es la que posibilita la conversión del publicano. Esta idea aparece en las oraciones colectas: "Señor de poder y misericordia", "recibir la efusión de tu misericordia"; en la primera lectura y en el Evangelio.

La misericordia de Dios consiste en que Dios se acerca al ser humano para comprenderle, perdonarle y ayudarle en sus necesidades y problemas. Tiene esta doble dimensión, que van unidas, de compasión y perdón.

No es raro pensar que quien está siempre dispuesto a perdonar a los demás, es señal de su debilidad, porque no puede defenderse. Sin embargo hay que caer en la cuenta que se requiere mucha más fortaleza para perdonar que para vengarse. Por eso recordamos con el salmo 129: "de ti procede el perdón, así infundes respeto".

La primera lectura de este domingo, del libro de la Sabiduría es una bonita explicación de la misericordia de Dios:

"Te compadeces de todos..." La misericordia de Dios no es perdón para nosotros y venganza para nuestros enemigos. Para el corazón de Dios todos somos dignos de compasión.

"...Porque todo lo puedes..." El poder de Dios se manifiesta en su misericordia. Puede sobreponerse a la ofensa, puede controlar sus deseos de ira y venganza. Volvemos a repetir que aquí reside el verdadero poder y no en otro sitio.

"...Cierras los ojos a los pecados de los hombres..." Ver el mal que hace otra persona puede ser para la persona descubierta una humillación. En ese sentido Dios cierra los ojos a los pecados de los hombres, no en el sentido de que no quiera saber nada. El pecado del hombre tiene consecuencias negativas para él mismo y para los demás y aquí Dios si toma partido por evitarle esas consecuencias.

"...Para que se arrepientan" La finalidad del amor de Dios es que uno mismo se dé cuenta de su error y cambie. No hay otro modo de llevar a la conversión que no sea por medio del amor. La imposición a la fuerza, los castigos, las humillaciones... vencen pero no convencen.

"Amas a todos..." A todos, también a los que no nos caen bien, a los que nos hacen mal, a los que no se lo merecen. ¿Cómo podría no amar un Padre lo que es fruto suyo?

"A todos perdonas..." El amor se manifiesta en el perdón. Si no perdonamos a los demás es que no sabemos amarles.

"Amigo de la vida" Es una expresión certera. Dios ama la vida, no la muerte, ni el mal, ni la enfermedad... Su amor es la sabia que nos fortalece, al agua que nos da vida, la gracia que nos alegra. Una imagen de Dios que es preciso pregonar ampliamente entre todos los creyentes.

"...Corriges poco a poco a los que caen..." Dios respeta el ritmo de crecimiento de cada uno. Acompaña pacientemente el crecimiento de su semilla, sin forzar las situaciones ni a las personas.

"...Les recuerdas su pecado y lo reprendes..." Son dos expresiones claves para que se dé el perdón. Recuerda el pecado, no para humillarnos, sino para que nos demos cuenta; y "lo" reprende, el pecado, no al pecador; es decir nos hace comprender el mal que causa a los demás y a nosotros mismos y cómo nos dificulta la relación con él.

"...Para que se conviertan y crean en Ti, Señor" La finalidad última es que el ser humano encuentre su camino de realización personal, que se da en Dios.

Ante la gran misericordia de Dios, el ser humano puede tener distintas posturas. No es raro ver gente que piensa: "Si Dios está dispuesto siempre a perdonarme, lo mismo da hacer el bien que el mal". Lo que nos puede llevar a burlarnos del amor de Dios. Terrible pecado. La mejor respuesta es la conversión. Es decir el reconocimiento humilde del propio pecado y el cambio de mentalidad y el cambio de vida, de obras. Zaqueo representa esa humildad en el reconocimiento del propio pecado y una conversión concretada en obras: devolvió lo que no le correspondía. Puede ser que nuestros arrepentimientos y conversiones sean simples palabras, pero no se concreten en nada en la vida ordinaria. Porque no somos humildes para reconocer el propio pecado, porque no somos valientes para cambiar el mal que hemos hecho, porque somos incapaces de concretar el amor hacia los demás...

La gran misericordia de Dios es una invitación a acercarnos a él humildemente para dejarnos querer y comprender. Es una invitación, también, a saber llevar ese perdón y esa compasión a las personas con las que convivimos.























Juan Segura comenta el episodio de Zaqueo en elcantarovideo, la sección de elcantarodesicar.com en el domingo 31 de octubre de 2010.























31º DOMINGO ORDINARIO. Pbro. Lic. José Luis Aguilera Cruz aguileracruz@yahoo.com.mx

"Hoy llegó la salvación a esta casa"

LOS PUBLICANOS Y JERICÓ.

En este domingo 31 ordinario y 31 de Octubre, leyendo el famoso pasaje de Zaqueo (Lc 9, 1-10), san Lucas desde el inicio se presentó como un hombre de ciencia, diciendo que ha investigado todo diligentemente desde sus orígenes (Lc, 1,3), pues él es el único evangelista (escritor del evangelio) que nos presenta el pasaje que hoy leemos en la celebración Eucarística. Zaqueo era un Publicano, éstos eran odiados por el pueblo, pues cobraban exageradamente los impuestos y la parte de la que tenían que rendir cuentas, eran llevadas a Roma, nada quedaba para el bien de Israel, por eso el odio con el que eran tratados, pues hoy Jesús se encuentra con el jefe de ellos: Zaqueo. Por otro lado, Jericó es una de las ciudades más antiguas del mundo, data de hace unos 10 000 años a. C. a 240 metros debajo del nivel del mar, ciudad productora de palma datilera.

ZAQUEO, JEFE DE PUBLICANOS.

Con todo lo dicho anteriormente podemos deducir que el tal Zaqueo, tenía su dinerito, cobrando impuestos en una ciudad tan fértil y siendo jefe de los cobradores de impuesto, tenía la oportunidad de hacerse rico, y según el texto no había desaprovechado la oportunidad de tener acceso al dinero, él dice que ha defraudado a otros v. 8; sin embargo san Lucas nos presenta a Zaqueo como alguien interesado en conocer a Jesús, al principio pudo ser una búsqueda superficial, solamente lo quería ver. Pero en el corazón de aquel hombre también había nobleza, por eso Jesús no condena nada más porqué sí a los publicanos, en varias ocasiones los pone en el lugar de los salvados, de los que se acercan a Jesús y comen con él (Lc 15, 1), éste es un buen hombre que al escuchar a Jesús su corazón dejará de ser de piedra para serlo de carne.

EL ALTO Y EL CHAPARRO.

Zaqueo con todo su dinero no había podido aumentar un centímetro a su estatura, pero el gusto de ver a Jesús lo hace: correr y subirse a un árbol para ver a Jesús cuando pasara por ahí v. 4. Vemos a un hombre realmente interesado en conocer a Jesús. Aquí encontramos también otro detalle interesante, el chaparro, el publicano, el apegado a lo material, el pecador queda arriba, mientras Jesús el hijo de Dios, el maestro, el grande, queda abajo, y el hijo de Dios que no considero que debía quedarse con su condición divina, sino que se rebajó haciéndose semejante a los hombres tiene que levantar los ojos, que solamente hace para orar con su Padre Dios que está en los cielos, para ver ahora al chaparro, para ver a Zaqueo. Pero Jesús que conocer el corazón de cada hombre, conoce la materia con el que está hecho el corazón de Zaqueo y le dice: "Zaqueo, bájate pronto porque hoy tengo que hospedarme en tu casa" v. 5.

"LA SALVACIÓN LLEGÓ".

Mientras todos comentan "Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador" v. 7, Jesús ve el corazón de Zaqueo, y descubre la bondad que hay en él, muy en el fondo, pero hay bondad. Zaqueo después de la charla con Jesús se decide a cambiar y se juntan ese día los dos elementos la presencia de Jesús y la conversión del corazón del hombre, así sucedió también con el "buen ladrón", con Magdalena, y hoy también puede suceder contigo, ante la presencia de Jesús y la conversión del corazón Jesús le dice a Zaqueo: "Hoy llegó la salvación a esta casa, porque también él es hijo de Abraham, y el hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido" vv. 9-10. Así como a Zaqueo, hoy sencillamente Jesús busca que la salvación llegue a tu casa, a tu corazón, se necesitan dos cosas: la presencia de Jesús en ti, de la que no puedes dudar y el deseo de conversión en tu corazón.





































Evangelio según San Lucas 19,1-10.

Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad.

Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos.

El quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura.

Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí.

Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: "Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa".

Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría.

Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Se ha ido a alojar en casa de un pecador".

Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: "Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más".

Y Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido".





















Día 31 XXXI Domingo del Tiempo Ordinario

Cristo un corazón que perdona

Evangelio Lc 19, 1-10 Entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos y rico. Intentaba ver a Jesús para conocerle, pero no podía a causa de la muchedumbre, porque era pequeño de estatura. Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, porque iba a pasar por allí. Cuando Jesús llegó al lugar, levantando la vista, le dijo: —Zaqueo, baja pronto, porque conviene que hoy me quede en tu casa. Bajó rápido y lo recibió con alegría. Al ver esto, todos murmuraban diciendo que había entrado a hospedarse en casa de un pecador. Pero Zaqueo, de pie, le dijo al Señor: —Señor, doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si he defraudado en algo a alguien le devuelvo cuatro veces más.
Jesús le dijo: —Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también éste es hijo de Abrahán; porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.





















Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad.
Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos.
El quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura.
Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí.
Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: "Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa".
Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Se ha ido a alojar en casa de un pecador".
Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: "Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más".
Y Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido".

viernes, 29 de octubre de 2010

Contra el estrés

Ciertas formas de enfrentarte
al estrés no hacen más que
empeorar la situación y pueden
indicar problemas más profundos
que es necesario afrontar.
Si reaccionas con drogas, abuso
de alcohol o atracones de comida,
enfados, o con un sentimiento
de inutilidad y autocompasión,
están dañando seriamente tu vida.
Busca ayuda.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Saber Escuchar

Brueghel, el pintor flamenco más destacado del siglo XVI, realizó su famoso cuadro Proverbios flamencos de descarnado realismo, que constituye un minucioso y detallado documento sobre la vida cotidiana en una aldea holandesa de su época. Es una obra de juventud de la que no nos interesa ni la estructura, ni la combinación de colores ni el perfecto trabajo de profundidad que posee. El pintor quiso ofrecer 118 proverbios populares que retratan con crudeza actos hipócritas y falsos con seres extraños y turbios. Pero entre toda esta amalgama de gentes, entre tanta ociosa actividad, me he fijado en una escena donde surge la figura de dos mujeres que mantienen, aparentemente, una apacible conversación entre tanto griterío y movimiento.

Esta escena es trasladable a los tiempos actuales. Hoy, entre tantas preocupaciones, angustias y ocupaciones, las prisas nos atenazan. Tenemos tanto que hacer, tantas cosas que solventar, que nos hemos olvidado de saber escuchar. Digo saber escuchar que no es lo mismo que escuchar. Para saber escuchar ha de existir primero silencio interior. Saber escuchar es comprender en qué punto se encuentra el otro en su camino de búsqueda, en sus problemas o en su felicidad. Saber escuchar requiere paciencia, entrega y generosidad. Para saber escuchar se ha de estar disponible y aceptar a las personas tal y como son. El silencio se ofrece por amor porque de lo que se trata es que quien comunica sienta acercamiento, acogimiento y respeto. Saber escuchar es disfrutar, incluso, de lo más insignificante de la conversación pero si uno no se sabe escuchar a si mismo difícilmente podrá escuchar a los demás.













ORACIÓN:


Que sepamos descubrir, Señor, cómo todas las criaturas están llenas de tus perfecciones, para que así, en todas ellas, sepamos contemplarte a ti.

martes, 26 de octubre de 2010

El cuerpo llevado por los demonios (León y Segovia)

Todavía se contaba hasta hace no mucho tiempo, y quizá se cuente aún en el entorno del pueblo leonés de Isoba, que un herrero blasfemo y mal cristiano murió sin confesión, no sabemos si habiendo firmado papeles con el diablo o no. Caso de que fuera capaz de firmarlos. Y que lo enterraron en un lugar apartado de la iglesia, pero dentro del recinto, según era costumbre entonces. También decidían que, desde ese mismo momento, se escuchaban horrísonos golpes todas las noches que procedían de lugar en que se encontraba su tumba.

En el pueblo existía, pues, un gran temor respecto al posible origen satánico de tal estruendo. Las viejecitas se pasaban las tardes rezando rosarios por lo que pudiera pasar y, al anochecer, nadie se atrevía a cruzar sin compañía el umbral de la iglesia. Sólo un soldado valeroso y resuelto, que había vuelto al lugar después de haber pasado muchos años sirviendo fielmente a su rey, se atrevió a quedarse una noche entera –escondido en el púlpito- para comprobar qué ocurría.
Los ruidos se oían desde fuera y bien lejos del templo. Pero el soldado no se amedrentó. Y allí estuvo oculto hasta que, bien entrada la noche, vio a cuatro siluetas negras saliendo cautelosamente de la sacristía y golpeando con unos martillos en el ataúd del herrero para arrancar los clavos uno a uno. El soldado ni respiraba ni se movía, más de pronto escuchó decir a las laboriosas sombras:
-¡Vamos, que ya es nuestro!
Y como pensara que se referían a él, fue y salió corriendo de su escondite. Las figuras lo cercaron entonces. Y el hombre aterrorizado aún acertó a espetarles:
¿Quiénes sois y qué hacéis aquí, buena gente?
-Somos cuatro demonios, así que de buenacitos nada. Guárdate las bromas para tus compañeros de milicia.
Contestó muy tranquilo y un poco desafiante el más alto y primero de los demonios, que parecía su jefe. Y siguió diciendo el segundo, uno regordete que hacía muecas al hablar pero miraba de hito en hito, con cierto porte de diablo intelectual y resabido:
-Hemos venido a llevarnos lo que es de nuestro señor y nada más a él corresponde: no sólo el alma, que eso del alma es una tontería, una llamita pálida y minúscula que sacralizáis los creyentes, sino también el cadáver de este herrero que para nosotros resulta mucho más importante.
Y apuntó un tercero, que era fuerte y hablaba con un pedazo de vozarrón:
-Pero el cuerpo se nos resiste porque el ataúd está bien clavado y además lleva encima una mortaja bendecida.
-De modo que nos está dando mucho trabajo.
Dijo el cuarto demonio, bajo y contrahecho, limpiándose los mocos satánicos con su manga renegrida.
El soldado no esperó a saber más. Tiró entonces del cadáver que estaba a medio sacar y poniéndose rápidamente la mortaja les gritó:
-Pues ahí lo tenéis.
Y salió corriendo con la sabana de la mortaja envolviéndolo. No puede decirse de él que corrió como alma que lleva el diablo, sino más bien como una que los diablos no llegaron a llevarse.
Y es que los demonios no pudieron hacerle nada porque la mortaja le protegía. Parece que se marcharon ya, en ese momento, con el cuerpo del herrero.
Y esa misma noche dejaron de oírse los espantosos golpes.

En el pueblo segoviano de Martín Muñoz de las Posadas, sito entre Ávila y Valladolid, murió a finales del siglo XVI un licenciado en leyes de apellido Gutiérrez del que se decía ser más docto aún en magia que en abogacías y haber mantenido incluso encuentros y tratos con el diablo, «manejando con soltura la baraja de los pecados capitales». Tanto corrió ese rumor, primero, por los pueblos de alrededor y –después- por toda Castilla, que llegó a creerse y decirse que Satán se había llevado no sólo su alma sino también su cuerpo a los infiernos.

Hubo pliegos que se hicieron eco en letra impresa de este caso admirable y espantoso que tanto revuelo causó en su tiempo. Y es sabido que encarcelaron a su autor una vez los herederos del licenciado lo acusaron de difamar la memoria del difunto y que se siguió una laboriosa causa por la que la Santa Inquisición investigó lo sucedido con la diligencia y rigor que le eran propios. El triste poeta y cantor, que aunque no era del todo ciego iba en hábito de ello, es decir, que vivía itinerantemente como los copleros ciegos –cantando y vendiendo sus historias-, fue condenado a galeras, pero no por eso dejó de difundir otros muchos relatos fabulosos cuando, finalmente, volvió con nombre supuesto a ejercer su actividad. Hasta entonces decía llamarse Mateo Brizuela y ser natural de Dueñas, y esa pequeña vanidad que tiene todo escritor de proclamar su nombre y patria le perdió, por lo que cuando volvió a las andadas habría utilizado otro nuevo, el de Mateo Sánchez de la Cruz, si es cierta la tesis apuntada por Pedro Cátedra –estudioso del caso- de que ambos son heterónimos del mismo autor (Cátedra 2002). Se comentaba en todo caso (entre otras muchas cosas a cuál más increíble), y antes de que el pobre Brizuela se atreviera a escribir nada y a fantasear sobre los pactos diabólicos del letrado Gutiérrez, que al no existir cadáver –porque los demonios lo habría raptado- lo que fue enterrado en el sepulcro del finado no era más que un atadillo de pajas simulando un cuerpo.

Pero ése no era un rumor que se hubiera difundido exclusivamente acerca de este abogado, ya que –como vemos por la leyenda que he refundido- se decía lo mismo de todo mal cristiano sospechoso de brujería y tratos con Satán. Se suponía, incluso, que existían documentos al respecto firmados por el propio diablo, en que el tenebroso príncipe y su acólito se comprometían –mediante un contrato como cualquier otro- a cumplir con una serie de cláusulas y que la última de ellas era que el servidor y beneficiario del maligno se entregaba en hueso y carne, y no sólo en espíritu, a su contratante y nuevo señor. El diablo o sus notarios, por cierto, solían estampar al final su nombre y rúbrica con bastante mala letra –a juzgar por los pactos documentados que se conservan-, quizá porque en las escuelas infernales no se aprenda demasiado bien a escribir. En ocasiones, el pacto con el diablo sólo requiere un alma en prenda, sin papeles ni firmas, y puede ser suscrito por todo un pueblo: tal es el caso de la leyenda italiana sobre Cividale, en que los habitantes de este lugar acuerdan entregarle al maligno el alma del primer ser vivo que cruce el puente construido por aquél para que puedan cruzar el río Natisone. El primero en hacerlo es un perro, de lo que se deduce que –para el diablo, al menos, y para los que cuentan la leyenda también- los animalitos tienen alma; pero el demonio se enfadó tanto que arrojó al can contra una roca del río y allí quedó el pobre petrificado asomando su cabeza sobre las aguas (García de Diego 1958: 748). La leyenda del pacto con Satán encuentra en Fausto, mucho antes de que Goethe la tratara y convirtiera en paradigma de la literatura universal, una de sus modalidades más creíbles. Y es que el asunto del médico o doctor –no importa mucho en qué ciencias- que firma tratos diabólicos para lograr curaciones milagrosas y adquirir conocimientos sobrehumanos resulta bastante verosímil para todos aquellos que piensan que el saber tiene siempre procedencia sospechosa.

En el Museo Provincial de Valladolid, todavía se muestra a los visitantes «el sillón del diablo», un sillón de cuero como tantos del siglo XVI, que –según se cree- perteneció al licenciado Andrés de Proaza, quien fue condenado a la horca por practicar la vivisección de un niño. Y aún se dice de la silla en cuestión que todo el que se atreve a sentarse en ella muere o se vuelve inusitadamente sabio. El riego parece demasiado grande y más en tiempos como los que vivimos en que la ciencia no merece demasiado aprecio. La tradición universitaria sobre el sillón y el licenciado se mantuvo oralmente viva durante mucho tiempo hasta que fue recogida en libro por Saturnino Rivera Manescau quien contribuyó a fijar y difundir la leyenda (1948). Para mi texto aquí ofrecido, en el que he intentado refundir los ecos de todas estas leyendas, sigo una narración popular recogida por Morán Bardón en León, acerca de la pequeña iglesia parroquial de Isoba (Morán Bardón 1948: 74-75).

Este tipo de relatos es anterior a la difusión del cristianismo y a la invención del propio diablo, como se demuestra en una historia que Trimalcio, el nuevo rico, cuenta en el Satiricón: allí, el cuerpo de un niño resulta ser presuntamente arrebatado por las brujas quedando en su lugar «un maniquí relleno de paja, que no tenía corazón ni entrañas, ni era húmedo» (Petronio 1970: 87-88). De lo que se deduce que la creencia en la capacidad de la brujería para hacer desaparecer cadáveres es tan antigua como el autor de esta obra. O bastante más, si tomamos en consideración que la narración se encuentra ubicada en una parte del libro donde varios personajes intercambian y comparten relatos legendarios. ¿Por qué sabemos que lo son? Porque, aparte de existir a lo largo del tiempo otras versiones conocidas de ellos, todos quienes los cuentan se esfuerzan en asegurar que son «verdad»-









lunes, 25 de octubre de 2010

Una expresión máxima del perdón

Karoli es hutu (una de las muchas etnias que pueblan África). En uno de los conflictos que han ensangrentado su país, su familia fue aniquilada por miembros de la etnia rival, los tutsis. Perdió a su esposa, a sus hijos, a sus padres y a sus hermanos, todos asesinados. Él se salvó porque aquel día estaba lejos de su colina y pudo permanecer algunas semanas escondido en el almacén de la misión.

Años después volvió a casarse y tuvo un hijo. El día del bautizo del niño, Karoli escogió como padrino de su hijo a su amigo Sinzinkayo, catequista como él, pero no de su etnia, sino tutsi. Un hecho inaudito en aquellos tiempos de hostilidad. Entraron en la iglesia cogidos por el hombro. Los dos habían sufrido, los dos tenían muertos que llorar a causa de los enfrentamientos, pero los dos habían permanecido fieles al Evangelio y, con aquel gesto, decían ante todos que era posible el perdón y la reconciliación. Creo que fue una de las mejores catequesis que se dieron en aquella misión: con sus vidas, con ese gesto, enseñaron que, por encima de odios, estaba un único Padre que hace de todos los seres humanos una familia de hermanos.

Cuando recuerdo aquel hecho, no puedo dejar de sentir la admiración que se tiene delante de un milagro. En ellos veo encarnada la frase de San Pablo: “Dios nos reconcilia con Él en Jesucristo y hace de nosotros ministros de la reconciliación”. Ahora, cada vez que tengo que hablar de reconciliación, recuerdo con agradecimiento aquel hecho, la lección silenciosa que nos dieron aquellos dos catequistas.

Una vez tuve la oportunidad de comentar con ellos este magnifico ejemplo de reconciliación que habían dado. Su respuesta fue sencilla como el agua, pero con la profundidad de Dios mismo: “Los sacerdotes habéis sembrado la Palabra de Dios en nuestros corazones, nos habéis reunido en una familia nueva, nos habéis enseñado el perdón de Dios y lo habéis derramado en nuestros corazones. Vivimos de lo que nos habéis dado. La fuerza del perdón nos viene del perdón de Dios que nos habéis transmitido”. Siendo así, ¿puede haber vocación más bella que la de ser ministro de la reconciliación?

Ahora, tantos años después, me toca participar en la formación de los jóvenes seminaristas de esta Iglesia local. Les digo que están llamados a ser constructores de la familia de los hijos de Dios, que supera razas y colores, que nos hace hermanos los unos de los otros. El sacerdote, con su ministerio, hace nacer la comunidad, la alimenta con la Palabra de Dios, la refuerza con los sacramentos, hace caer barreras y prejuicios, hace que todos nos sintamos hermanos al anunciarnos que Dios es nuestro único Padre.

En el seminario, ellos mismos hacen experiencia de esta realidad. Provienen de etnias diferentes, con culturas diferentes, lenguas diferentes, modos de pensar y reaccionar diferentes…; sin embargo, viven la fraternidad, crece en ellos la amistad, son capaces de sacrificarse por el otro que es distinto. Este será su ministerio, su servicio a la Iglesia y a su propio país. En el seminario aprenden que en Dios lo imposible se convierte en posible y en fuente de gozo. Al final de su formación, así lo esperamos, serán servidores de la comunidad, constructores de fraternidad y, en esta África de barreras, serán ministros de la reconciliación.

viernes, 22 de octubre de 2010

Histórico Rescate de Mineros en Chile


















































El mundo entero sigue pendiente de ellos. Su rescate está previsto que finalice de madrugada. Uno a uno, los 33 mineros chilenos van saliendo a la superficie cada 40 minutos. Todos ellos son recibidos entre aplausos y gritos en el `Campamento Esperanza´. Los rescatados están "cansados, tranquilos y agradecidos", según fuentes del gobierno chileno.

Desde el trágico accidente en la mina San José han pasado más de dos meses llenos de incertidumbre, esperanza y emoción.

En Castilla-La Mancha Televisión hemos querido revivir parte de la historia de esos mineros chilenos en una ciudad como Puertollano, donde hasta hace 30 años decenas de trabajadores bajaban centenares de metros bajo tierra para extraer carbón.





































































Poema que nace del dolor de una esposa de un minero. "33 MINEROS"

Llegando de uno en uno los amigos y compañeros
Las familias unidas de todos los mineros.
De norte a sur de esta tierra se escuchan los sollozos,
Por la ruptura del cerro, que tiene atrapado a 33 mineros.

Los ojos de la esposa lloran en silencio,
Mientras que los padres, se fortalecen mirando al cielo,
Y los hijos secan sus lágrimas con un pañuelo.

Así es la vida del minero,..
Llena de sorpresas de derrumbes y de sueños.
La mina esta triste por su frágil cerro.
Que sin querer Ella, tiene atrapado a estos 33 mineros.























Al sacrificio de todos los mineros de Chile, y orando para que los mineros de la mina de San José puedan encontrarse con su familia.

jueves, 21 de octubre de 2010

Burgos 2016. Ciudad Finalista Capital Europea de la Cultura







































Vídeo oficial Burgos 2016 ciudad finalista Capital Europea de la Cultura.

























Vídeo Oficial Burgos 2016. Realizado por Grupo Promecal.
























Burgos y Segovia aspiran a ser Capital Europea de la Cultura en 2016



























Visita a Burgos durante proyección en fachada de la catedral de luces y sonidos.


miércoles, 20 de octubre de 2010

Mario Vargas Llosa (1936) Premio Nobel de Literatura 2010










Si pinchas la imagen puedes ver la página web de rtve.es donde encontraras noticias referidas al Premio Nobel de Literatura 2010 cuyo galardón ha sido concedido este año al escritor peruano afincado y nacionalizado en España Mario Vargas Llosa que lo ha recibido con gran sorpresa.




















Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura

El escritor peruano, uno de los más importantes novelistas y ensayistas en lengua española de su tiempo, ha sido premiado con el Nobel de Literatura 2010.









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BIOGRAFÍA: Vargas Llosa, entre letras y política (Pincha y Enlaza)







EFE | Estocolmo | Actualizado el 07/10/2010 a las 15:35 horas
El escritor peruano Mario Vargas Llosa ganó hoy el Premio Nobel de Literatura 2010 por su "cartografía de las estructuras del poder y aceradas imágenes de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo", según la explicación de la Academia Sueca.

El autor de 'La ciudad de los perros', nacido en 1936 en Arequipa (Perú) y que también tiene la nacionalidad española, en las quinielas de los favoritos de los Nobel desde hacía años, es el primer escritor latinoamericano ganador del Nobel de Literatura desde el mexicano Octavio Paz, en 1990.

En una primera declaración, transmitida por el presidente del jurado del Nobel de Literatura, Peter Englund, Vargas Llosa dijo sentirse "muy conmovido y entusiasmado" por el galardón. El escritor está en Nueva York, donde da clases en la Universidad de Princeton.

"Se había levantado a las cinco de la mañana para presentar una clase, cuando recibió nuestra llamada a las siete menos cuarto, mientras trabajaba intensamente", dijo Englund.

Vargas Llosa acudirá a la ceremonia de entrega del galardón el 10 de diciembre, en Estocolmo, y de acuerdo a la tradición de los galardones será el encargado de pronunciar el discurso en nombre de todos los premiados, a excepción del de la Paz, que se celebra en un acto paralelo, en Oslo.

El Nobel de Literatura está dotado con 10 millones de coronas suecas (1,1 millones de euros o 1,5 millones de dólares) y, como el resto de estos premios, se entrega el 10 de diciembre, coincidiendo con el aniversario de la muerte de su fundador, Alfred Nobel.







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martes, 19 de octubre de 2010

La Educación Sexual y Afectiva

¿Qué es la educación sexual?

La sexualidad es una dimensión humana en virtud de la cual la persona humana es capaz de una donación interpersonal específica. El acto sexual no sólo pone en juego el aparato genital, sino que implica igualmente al corazón, la sensibilidad, la inteligencia y, en resumidas cuentas, a toda la persona. Creo que la educación sexual ha de tener en cuenta todos estos elementos y no restringir la sexualidad a pura genitalidad: ese es un aspecto más de la realidad, pero no el único.


¿Quién debe impartirla?

Fundamentalmente los padres, y subsidiariamente la escuela. Subsidiar no es suplantar sino ayudar (subsidium) y, desde luego, colaborar, se entiende, en la línea que desean los padres. La razón de ello es la importancia grandísima de esa dimensión del desarrollo humano, la dimensión sexual, que no debe ser trivilializada. El contexto adecuado para captar la esencia de la sexualidad humana como capacidad para la donación interpersonal es el amor, el cariño, que razonablemente cabe suponer entre padres e hijos. Todo lo que se haga en este plano ha de contar con ese contexto como referencia y apoyo básico.

En este sentido, pienso que es un acierto plantear como razonable y factible, también en la adolescencia y preadolescencia, la opción por la castidad como la mejor preparación al matrimonio y la vida conyugal. La verdad de esa relación presupone el compromiso de exclusividad y de perpetuidad. La mutua donación interpersonal que de manera peculiar está significada en el gesto sexual sólo puede tener el gran valor antropológico que efectivamente tiene si no se desvincula del sentido obvio que la mutua entrega del cuerpo tiene: uno con una y para siempre. No me puedo entregar del todo si me "comparto" o reparto entre varios, si lo hago con un propósito de provisionalidad y si no es con alguien del sexo opuesto, por tanto, con una disposición de asumir las consecuencias (mejor consecuencias que "riesgos"), y en concreto la apertura incondicional a la nueva vida humana que eventualmente pueda originarse. (Sólo si la mutua entrega es incondicional es plena).

Por esta razón tampoco puede entenderse la educación sexual como mera información. Lo importante es garantizar la existencia del contexto adecuado para su planteamiento, que siempre es más amplio que el de la descripción de un dinamismo biológico.

¿Qué influencia tienen los modelos televisivos en la conducta sexual?

Desgraciadamente muy negativa, en la medida en que la televisión está imbuida en exceso de criterios únicamente comerciales.

¿Cómo hacer atractivos a los jóvenes los valores humanos de la castidad y la continencia?

Mostrándolos. El problema es que los mensajes que hablan de todo lo contrario a esos valores son muy persistentes, de manera que hay una presión normalizadora muy fuerte. Pero se puede mostrar la belleza, el atractivo y la integridad que supone el propósito de reservarse para la persona a la que se ama. El ethos de la preparación –las fiestas se conocen por sus vísperas- acoge la castidad como la mejor disposición para el amor matrimonial, y tiene en gran estima el valor de la fidelidad a una relación verdadera. También los jóvenes pueden comprender la importancia del sacrificio en todo esto: se ama a alguien no sólo cuando se pasa bien con esa persona, sino cuando se está dispuesto a pasarlo mal por ella, y también a esperar. Ahí se demuestra más el amor. Y eso hace posible entender que, por amor, también una persona pueda dedicarse a Dios y a los demás exclusivamente, en el estado del celibato apostólico o la virginidad. Ambas vocaciones son de amor y presuponen una sexualidad madura.

¿Qué relación hay entre sexualidad ordenada y personalidad madura?

Una vida afectiva ordenada –incluyendo el aspecto de la sexualidad- contribuye a fortalecer un ingrediente fundamental de la personalidad madura: el sentido de la responsabilidad. Ahora bien, esto no se consigue con los mensajes equívocos que ordinariamente se despachan al fomentar un uso de la sexualidad demasiado temprano. Precisamente porque la persona es algo más que lo que come y que sus secreciones glandulares, la maduración de la persona no se reduce a su maduración sexual (si bien ésta es un aspecto importante de aquélla).

La madurez de la persona tiene mucho que ver con la capacidad de hacerse cargo de las consecuencias de sus acciones. Pero si a la gente joven se le empuja, por un lado, a las conductas de riesgo y, por otro lado, sólo se le habla de prevención del embarazo y de las enfermedades de transmisión sexual, se le está dando un mensaje equívoco, pues se le anima a que no asuma las consecuencias de sus acciones. Es cómico llamarle a eso conducta “responsable”.

Por otra parte, el mensaje de fondo de muchas campañas de iniciación sexual precoz en las escuelas, aunque a veces no se reconozca explícitamente, es que una persona –más todavía si es joven- no puede comportarse con arreglo a un criterio que no sea únicamente el del instinto animal que todos tenemos: sólo cabe prevenir frente a las consecuencias esperables de las acciones. Este no es un mensaje adecuado para la gente joven, sobre todo porque es falso. La castidad es un ideal perfectamente asequible para quien, además de animal, es racional. Y las razones de ella pueden ser comprendidas no sólo desde planteamientos religiosos. Cualquier persona con un mínimo de madurez sabe que quien se deja llevar únicamente por sus instintos acaba en la tumba mucho antes de tiempo.

Esto no es una manía de la Iglesia, que en este punto, por cierto, coincide con las recomendaciones de la OMS para prevenir el sida. El único sexo seguro, por más que les pese a ciertos mercaderes, no es el que se practica con “prevención”, sino la abstención y, en su momento, la relación estable y heterosexual. Cualquier otra forma de plantear el sexo seguro es un engaño. Si el preservativo tiene, según la cifra comúnmente admitida, una tasa de error en torno al 10% en la prevención del embarazo, la consecuencia quizá sea tener que instalar más jardines de infancia, pero si hablamos de la prevención del sida y enfermedades de transmisión sexual, la consecuencia puede ser de varios cementerios enteros. Algunos que amasan fortunas con la excusa del sexo seguro, guardan un silencio espantoso sobre este punto y se parecen a bomberos pirómanos, que se dedican a fomentar conductas de riesgo: multiplican las defensas de amianto mientras se dedican a prender los matojos.

Cuando son las autoridades sanitarias y educativas las que promueven estas políticas equívocas de prevención, la cosa se torna sencillamente intolerable. Los padres deberían ser más conscientes de esto y muchos de ellos tendrían motivo suficiente para acudir a los tribunales de justicia para defenderse de ciertas autoridades que, tomando a su cargo la sexualidad precoz de los adolescentes, invaden obscenamente esferas que corresponden a la patria potestad.

Tampoco es muy halagüeño el panorama si uno piensa en el momento en que las personas jóvenes se den cuenta de que han estado vilmente manipuladas, en el fondo por gente que quería llenarse fácilmente el bolsillo. Si yo quiero aprovecharme de alguien, tendré mucho interés en trasladarle eficazmente la idea de que es enteramente libre para hacer lo que quiera, sin hacer caso a nadie más que a su concupiscencia, pues entonces es cuando hará lo que yo quiero que haga. El poder de unos para hacer todo lo que desean, decía C.S. Lewis, no es más que el poder de otros sobre ellos para hacer lo que estos otros quieren que los demás hagan (o compren). Hay gente que vive de vender muy bien, y se aprovechan de la ingenuidad de tantos que se creen muy libres.


Entonces, ¿no es inofensiva la iniciación sexual temprana?

No es inocente en absoluto respecto de la profunda incapacidad de amar en serio que mucha gente acaba teniendo después de haber sido iniciada precozmente en el uso de la sexualidad. Incapacidad para valorar el esfuerzo, el sacrificio, para diferir las satisfacciones. En algunos casos se llega –cada vez más- al narcisismo y al individualismo más asocial. Hay gente que sólo parece percibir sus derechos y no sus deberes, y se cree que por el hecho de haber nacido ya todos han de estar a su servicio, y además de inmediato: ¡Todo... ya! Hay personas para las que la mera representación mental de un esfuerzo o un sacrificio resulta desazonante hasta extremos de delirio, que sólo piensan en pasarlo bien ellos aunque el mundo perezca, incapaces de ver más allá de sus narices y del instante momentáneo que tienen delante.

¿Qué es la afectividad?

Una forma peculiar de captar la realidad en la que ésta se nos manifiesta como no indiferente. Es el modo en que la realidad se nos da como valiosa o disvaliosa, es decir, se nos da también la manera en que nos vivimos “afectados” positiva o negativamente por las cosas.

¿Cómo se construye la afectividad de una persona?

La afectividad posee constitutivos internos, endógenos, a veces no controlables desde la inteligencia y la voluntad, pero también se modula a través de nuestros actos libres de estimación. En otras palabras, el subrayado afectivo que acompaña a la captación de la realidad a veces brota de manera espontánea, incluso volcánica y exuberante, y otras veces se manifiesta en que acabamos “sintiendo” afectivamente como nuestras realidades o acciones después de haberlas puesto por obra muchas veces mediante actos propositivos de la inteligencia y la voluntad.

¿Debe dejarse libre expresión a la afectividad?

Hay afectos irreprimibles, y otros que es muy conveniente tratar de organizar. Pero en todo caso, lo más importante de una persona no es lo que siente sin más –en el sentido de lo que le pasa, por dentro o por fuera- sino lo que ella hace, y sobre todo lo que acaba haciendo de una manera “sentida”, sintiéndolo suyo.

¿Qué manifestaciones tiene el descontrol de la afectividad?

El descontrol de la afectividad suele oscurecer mucho el juicio práctico, e incluso el teórico. Quien “siente” demasiado piensa poco. Una sensibilidad siempre a flor de piel, excesivamente sensual, ayuda poco al trabajo intelectual. Todos hemos experimentado a menudo la necesidad de concentrarse para analizar algo fríamente, de “recogerse”, de acallar los sentidos, de cerrar los ojos para pensar en serio.

Otra consecuencia del descontrol es la excesiva dependencia de lo exterior, de “lo que pasa” o de lo que me pasa: si el día está nublado o soleado, si mi levanto “con el pie cambiado”, si me siento mejor o peor... Todo eso influye más o menos a todo el mundo, pero hay gente excesivamente influenciable por estas situaciones, que resulta incapaz de tener criterio propio y acaba haciendo lo que hace todo el mundo, o yendo donde va la gente, o “pensando” lo que dice la TV, o el periódico o revista de moda, por el puro hecho de que es lo que hace o piensa “la gente”. Quizá “sienten” que son muy independientes y tienen un estilo de vivir y pensar muy original, muy independiente, pero en el fondo están muy alienados, y cuando se dan cuenta de esto (cosa que ocurre, tarde o temprano), cuando se desengañan, quizá esto ocurre muy traumáticamente. El desengaño es bueno, pues supone salir del engaño, aunque a veces duela.

¿Qué papel tiene esto en la escuela?

La escuela ha de enseñar a la gente a ser libre de verdad, fomentar un auténtico sentido crítico, en el pensar y en el actuar, saber analizar la realidad con algo más de objetividad, superando la presión de lo sensacional. En definitiva, la educación es, como decía Kant, la humanización del hombre. La conducta propiamente humana, a diferencia de los animales irracionales, se caracteriza porque entre el estímulo y la respuesta hay un hiato, una discontinuidad que permite que uno se haga cargo de las razones por las que actúa y lo que, ponderándolas todas, debe hacer. El que vive sólo como un animal irracional (aunque sea superior, un gato, perro, caballo), es incapaz de sustraerse a la esclavitud del estímulo ambiental o a la presión interior del instinto. No vive su vida, se la viven las circunstancias, externas o internas, pero su vida acaba siendo muy poco sustantiva y muy circunstancial. Yo soy yo y mi circunstancia, dice Ortega. Bien, pero soy algo más que mi circunstancia (lo que me rodea). Soy lo que añado a ésta, ciertamente contando con ella y a partir de ella; a veces, incluso, soy lo que logro ser más allá y a pesar de ella.

¿Cuál es la educación de la afectividad que está dando la escuela?

Muy pobre, aunque aparentemente parece que la afectividad es lo único que cuenta en la educación: exprésate, di lo que sientes, no te reprimas, sé tú mismo. Educar no es sólo dejar ser, laissez faire, como diría Rousseau. Es orientar en función de un criterio, de un ideal de excelencia. Educar es una acción propositiva e intencional que tiene en el horizonte una idea de lo deseable en relación al ser y la conducta humana: cuál es la mejor forma de ejercer como ser humano. Y eso es algo más que dejarse llevar únicamente por lo que se siente. Hoy se habla poco del valor educativo del esfuerzo. En contra de su maestro S. Freud, el psiquiatra vienés V.E. Frankl, ya fallecido, decía que es preciso orientarse por el principio de la superación más que por el de la no-frustración.

Todavía tiene mucho vigor, especialmente en el ámbito educativo –aunque cada vez se reconoce menos- el planteamiento freudiano de que los instintos y las inclinaciones, del tipo que sean, nunca deben ser reprimidos, sino todo lo contrario: excitados, y radicalmente desculpabilizados. Es bueno lo que sientes que lo es, parece decirnos la cultura actual por medio de mil mensajes. Pues bien, esto se puede pensar y defender teóricamente en una tertulia de café poco seria, o en la biblioteca leyendo a Freud o Lacan, pero en cuanto uno sale a la calle el planteamiento se le cae de las manos: esto no se puede vivir, y queda desmentido muy pronto por la forma en la que nos conducimos realmente en la vida y por la forma en que juzgamos las personas y los acontecimientos. Por un lado, si uno no es capaz de controlar sus emociones y su criterio es hacer todo lo que se siente inclinado a hacer, eso es letal para cualquiera (y frecuentemente también para quienes están a su alrededor). Por otro lado, si viene un ladrón y te roba, normalmente tu reacción no será decir: ¡Ah!, ¡qué bien!, ha hecho su elección, que para él es buena (aunque no lo sea, evidentemente, para mí).

¿Puede la escuela impartir en esto un tipo de educación que los padres no deseen?

Como ya dije al principio, la función educativa de la escuela –o de otras instancias como el Estado, la misma Iglesia, e incluso de agencias no formales como los medios de comunicación social- es siempre subsidiaria respecto a la familia, en este aspecto y en todos. Subsidiare, en primer término, es ayudar en su tarea a quien tiene derecho y deber de ejercitarla, y sólo suplir en el caso de que la familia no exista o esté incapacitada de cumplir su misión. Sobre todo a edades tempranas no es bueno que los niños perciban mensajes excesivamente contradictorios en la escuela y en la familia. Los profesionales están para ayudar a los padres, como ellos quieran ser ayudados. A éstos es a los que corresponde, por derecho nativo, la función de educar a sus hijos con arreglo a los criterios que les parezcan más oportunos. La paternidad no es sólo un acontecimiento biológico; es iniciar en humanidad, y sobre todo se realiza cultural y espiritualmente, a través de la educación. También la nutritio forma parte de la paternidad humana, ciertamente, pero si la paternidad sólo consistiera en eso, no se distinguiría demasiado de la paternidad de las focas, los castores o las ovejas.

La llamada “liberación sexual” ¿conduce a nuevos tipos de esclavitudes?

Haría falta estar ciego para negarlo. Es, entre otras muchas, una de las grandes esclavitudes del llamado “mundo libre”. Todavía hay quienes piensan en el “sexo libre” con una ingenuidad que desconoce la cantidad de obsesiones que pueden crecer a su alrededor, y, desde luego, con una ceguera considerable respecto al hecho de que no todo lo que sentimos puede ser bueno. Además de la relación –bien estudiada por la antropología y la psicoterapia– entre ciertas “desinhibiciones” sexuales y todo tipo de violencias, cuando se asocia la idea de la permisividad sexual con las de salud, normalidad, autenticidad y vitalismo, se miente. Como todas las grandes mentiras, es una media-verdad, y lo que tiene de verdadero es que el sexo –excluyendo ciertos excesos y obsesiones- es algo normal, bueno y saludable. (Tomás de Aquino estaba convencido de que el deseo sexual humano era mucho más intenso antes de la caída original que después). Pero una cosa es eso y otra bien distinta pensar que todo uso del sexo al que uno se siente inclinado es algo normal y saludable. Desde cualquier punto de vista, esto es una insensatez. Sin necesidad de hacer referencia alguna a la moral cristiana, cualquiera con sentido común se da cuenta de que ceder a todas nuestras inclinaciones conduce a la enfermedad, la mentira, la envidia y la infelicidad. Lo reconoce el mismísimo Epicuro, griego precristiano a quien se considera padre de una forma peculiar de hedonismo que de él recibe su nombre (epicureísmo).

La represión de la afectividad, ¿no es perjudicial para la persona?

Los únicos que no se reprimen son los animales salvajes, y por eso hay que encerrarlos entre rejas.

¿Por qué esta mitificación del sexo que nos envuelve?

Esa mitificación tiene una base real: el gran misterio del amor humano y el gran misterio de la transmisión de la vida, que pone en manos del hombre una capacidad quasi divina, y que justifica que reservemos para la generación humana un nombre peculiar que no empleamos para designar la reproducción en cualquier otra especie zoológica: procreación. La grandeza de la sexualidad humana se pone de manifiesto en que el dinamismo biológico está transido de significaciones mucho más allá de lo biológico. Tal es la verdad profunda del psicoanálisis, que no queda empañada por las grandes exageraciones de una antropología finalmente muy reduccionista, como es el caso en Freud. El significado profundísimo de la sexualidad no puede interpretarse sexualizándolo todo. El psicoanálisis ha propiciado, además, una sexualización brutal de la cultura, y ello a conducido a una tremenda bestialización. La importancia del sexo, que es grandísima, obliga a ponerlo en su sitio, es decir, a verlo plagado de significaciones que apuntan más allá de él.

¿Qué efectos tiene una afectividad equilibrada?

Sobre todo que nos ayuda a estar en la realidad de manera inteligente. Cataliza el sentido de responsabilidad, que tiene significado en relación con lo que hacemos inteligentemente. Uno no es demasiado responsable de todo lo que siente.

Para librarse de desilusiones, ¿no es mejor buscar sólo la diversión, sin más complicaciones?

Es verdad que de vez en cuando hace falta distraerse. Distraerse es ocuparse en lo no esencial. Pero organizar la vida para la distracción es organizar una vida enajenada y, sobre todo, tremendamente decepcionante a la larga –quizás también a la corta-, pues no pensar más que en el propio capricho hace muy difícil pensar en los demás, y el hombre está hecho para ser feliz buscando hacer felices a otros. Esto no se consigue sólo jugando: uno tiene que ser capaz de ciertos esfuerzos, de algo de abnegación.

¿Se puede educar la afectividad?

Sí se puede. Tratando de hacer que colabore, no que obstaculice, lo que vemos que hemos de ser, y en el fondo lo que queremos ser.

¿Qué puede hacer un joven con el bombardeo interior y exterior que recibe?

Hoy es muy necesario educar hábitos de sobriedad en el uso de los medios electrónicos, de la TV, videos, internet, etc.

¿A qué edad habría que empezar a educar la afectividad?

Lo antes posible. Pero, y en eso estoy con Aristóteles, cualquier forma de educar es hacer eso: la educación de los sentimientos.

¿Qué actitudes de los padres ayudan a que el niño crezca con una afectividad sana?

Que se quieran entre ellos, que sepan superar pequeñeces sin darles más importancia de la que tienen; que sepan sacrificarse por los hijos y que a su vez les enseñen también, razonablemente, y sobre todo con el ejemplo, a sacrificarse por los demás. Que sean conscientes de que no todo el mundo puede disfrutar de lo que ellos quizá poseen en abundancia: que sepan valorar lo que tienen y no quejarse de lo que no tienen. Una forma muy concreta, que no vean la televisión solos: ver poca y con ellos, apagándola, conversando, pensando sobre lo que han visto y sobre su sentido, contenido, valor. Enseñarles de múltiples formas que es mucho más satisfactorio lo que se hace por los demás que lo que se hace buscando sólo el propio gusto o capricho, y que lo que vale en la vida cuesta siempre algo de esfuerzo, a veces mucho. Hoy día la gente joven tiene la referencia del deporte, en el que es imposible ganar medallas sin entrenamiento (a no ser que se haga trampa, lo cual sigue estando muy mal visto). Esta referencia puede servir para muchos aspectos de la vida y de la educación.

¿Qué otros factores pueden influir en la afectividad?

A veces puede haber experiencias traumáticas a muy temprana edad que troquelen una afectividad desenfocada. Lógicamente esto habrá que tenerlo en cuenta, pero para trabajar de cara a la más pronta normalización. Una persona generalmente aprende más de los fracasos que de los éxitos. Y también de las experiencias muy negativas pueden salir personas que han madurado mucho en poco tiempo. Eso no quiere decir que haya que buscar esas experiencias negativas, o que no haya que tratar de evitar los fracasos afectivos. Lo que quiere decir es que no se puede perder la esperanza en la capacidad que tiene toda persona humana de ir a más y de superar los baches más profundos.

¿Qué se puede hacer, por ejemplo, para frenar el acoso de la pornografía?

En muchos casos, exigir que se cumplan las leyes. En otros, trabajar, en la medida que cada uno pueda, por propiciar una conciencia, todavía hoy incipiente en profesiones relacionadas con los medios de comunicación, la publicidad, etc., de que esas tareas tienen una eficacia educativa –o deseducativa- que ha de ser ponderada también junto a los criterios comerciales. De esto comienza a existir conciencia poco a poco en algunos sectores (códigos deontológicos televisivos, etc.). Pero esa conciencia es todavía insuficiente, y urge que crezca mucho más.


José María Barrio






















































































domingo, 17 de octubre de 2010

Orar siempre, sin desanimarse

Las lecturas de este domingo XXIX del tiempo ordinario nos hablan de la oración, pues:

La primera lectura presenta un modo de oración de Moisés, en la cima del monte, con las manos levantadas y con el bastón maravilloso en la mano, para que Dios les acompañe en la batalla.

El evangelio dice: "Para explicar cómo tenían que orar siempre sin desanimarse..." y cuenta la parábola de la viuda insistente.

"Orar es hablar con quien sabemos nos ama" (Teresa de Jesús).

"Para mí la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto dentro de la prueba como desde dentro de la alegría" (Teresa del Niño Jesús).

"La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes" (San Juan Damasceno).

Jesús ora

Jesús aprendió a orar conforme a su corazón de hombre. Lo hizo de su Madre, de su pueblo, en la sinagoga, en el templo.

Jesús ora antes de los momentos decisivos de su misión: antes de que el Padre dé testimonio de él en el bautismo y en la transfiguración, antes de la pasión, antes de elegir a los Doce, para que la fe de los apóstoles no desfallezca en la tentación.

Los evangelistas han conservado las dos oraciones más explícitas durante su ministerio: en la primera Jesús confiesa al Padre, le da gracias, lo bendice, porque ha escondido los misterios del Reino a los que se creen sabios y las ha revelado a los "pequeños"(Mt11, 25-27). La segunda oración es narrada por San Juan (11, 41-42) en el pasaje de la resurrección de Lázaro: "Padre, yo te doy gracias por haberme escuchado".

Mención especial merece la oración sacerdotal (Jn17) que muestra el carácter continuo de oración que es la vida de Jesús y que contiene todo lo que Jesús nos enseña en la oración del Padre Nuestro.

Cuando llega el momento de entregarse para cumplir el plan amoroso del Padre se ve su plegaria filial, desde "Padre que no se cumpla mi voluntad sino la tuya" a las palabras que dijo en la cruz.

Jesús enseña a orar

En el Sermón de la montaña Jesús insiste en la conversión del corazón: la reconciliación con el hermano antes de presentar una ofrenda sobre el altar; el amor a los enemigos y la oración por los perseguidores; orar al Padre en lo secreto; perdonar desde el fondo del corazón al orar. Decidido así el corazón a convertirse, aprende a orar en la fe, a hacer la voluntad del Padre.

San Lucas nos ha transmitido las tres parábolas sobre la oración:

"El amigo inoportuno" (11, 5-13) invita a una oración insistente: "Llamad y se os abrirá". Al que ora a sí el Padre del cielo "le dará todo lo que necesite" y sobre todo el Espíritu Santo que contiene todos los dones.

"La viuda importuna" (18, 1-8), que es la que escuchamos en el evangelio, que está centrada en una de las cualidades de la oración: es necesario orar siempre, sin cansarse, con la paciencia de la fe.

"El fariseo y el publicano" (18, 9-14), se refiere a la humildad del corazón que ora. "Oh Dios, ten compasión de mi que soy pecador".

¡Qué volvamos a descubrir el valor y la importancia de la oración en nuestra vida!

Te dejo aquí una preciosa y bien interpretada (en inglés e italiano, traducido al español) oración. ¡Hermosa, dónde las haya hermosas!


































Comentario de Juan Segura para elcantarodesicar.com sobre el evangelio del domingo 17 de octubre de 2010.

























29º DOMINGO ORDINARIO. Pbro. Lic. José Luis Aguilera Cruz aguileracruz@yahoo.com.mx

"¿Habrá fe sobre la tierra?"

"ORAR SIEMPRE Y SIN DESFALLECER".

El pasaje que leemos hoy en el domingo 29 ordinario, habiendo celebrado la fiesta del descubrimiento de América, recordando nuestro doble origen: el español y el indígena, Jesús nos pone ante la necesidad de orar siempre y sin desfallecer, este es el objetivo de esta perícopa (fragmento), que se lee hoy en todos los templos católicos del mundo. Lc 18, 1-8, Jesús quiere que no veamos ni practiquemos la oración de manera esporádica, o rapidita, sino "siempre y sin desfallecer" éste desfallecer también se puede traducir sin "desanimarse" v. 1, la oración no es solamente para los allegados a la Iglesia, para ellos y también para todos los que nos decimos seguidores de Jesús, aunque en el tema de hoy se refiere a la oración de petición, la oración no solo es de petición también puede ser de alabanza, de perdón, pero se ha de hacer siempre y sin desfallecer.

"UN JUEZ QUE NO TEMÍA A DIOS".

Jesús habla con toda libertad, no se muerde la lengua para denunciar situaciones negativas que afectaban la vida de sus contemporáneos, y que afectan nuestra vida. Se trata de la existencia de jueces que no temen a Dios ¿será solamente cuento de Jesús? ¿O es que en realidad existe la posibilidad de que existan personas injustas que no temen a Dios? El documento de los obispos de México "Que en Cristo nuestra paz, México tenga vida digna" dice en el No. 204: "Un elemento importante de la educación para la paz es educar para la legalidad: las leyes legítimas y justas deben cumplirse. Ésta es la base y el presupuesto de la convivencia civil. La violación de las leyes lleva a una situación de ilegalidad, provoca roces y contraposiciones, que tienen repercusiones negativas duraderas en la vida social".

"PARA QUE NO ME SIGA MOLESTANDO".

Es triste que la justicia se haga "para que no siga molestando" v. 5, como quien debe impartir justicia no la ejecuta, la viuda causa molestia para que se le haga justicia, y el juez cae en este jueguito, no se hace justicia por la justicia sino por la molestia, una vez lloraba un hombre porque estaba arrepentido de que había engañado a su esposa, pero estaba arrepentido porque ella se dio cuenta y esto provocó que la familia se deshiciera, aquel hombre lloraba arrepentido, pero mientras la esposa no lo "cachaba" estaba feliz, otro que quiere hacer justicia para que no se le siga molestando ¿no será que algo de eso tenemos nosotros también que actuamos no por convencimiento sino para que no nos molesten? Creo que el Señor Jesús habla hoy a los jueces, sacerdotes, padres de familia, a todos, para que actuemos movidos por el bien y no por las molestias que vengan.

"¿ACASO DIOS NO HARÁ JUSTICIA?".

Si en esta tierra no hay justicia, vendrá el rey justo, porque él si escucha "y hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche" v. 7, la primera justicia que Dios espera de nosotros es que escuchemos el clamor del necesitado, el padre de familia debe escuchar a sus hijos a su pareja, el sacerdote debe escuchar a sus fieles, a los cercanos y a los alejados, porque no fue enviado solo para unos, sino para todos, y los jueces deben escuchar tanto a unos como a otros porque de lo contrario tiene el peligro de ser justo con unos e injusto con otros. Nosotros tenemos un Dios que escucha a los suyos, que oye el clamor de sus hijos, y descubre el corazón de cada uno de ellos. Por eso podemos comunicarnos con él "siempre y sin desfallecer".




































Día Mundial para la Erradicación de la Pobreza 2010.












viernes, 15 de octubre de 2010

Himno a Santa Teresa



























15 de octubre: dia de la Gran Santa.

























Vida y Obra de Santa Teresa de Jesús.
























Teresa de Cepeda y Ahumada, más conocida por el nombre de Santa Teresa de Jesús o simplemente Santa Teresa de Ávila (Ávila, 28 de marzo de 1515 Alba de Tormes, 4 de octubre de 1582), fue una religiosa, doctora de la Iglesia Católica, mística y escritora española, fundadora de las carmelitas descalzas, rama de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (o carmelitas).

Cristo, Cristo amigo y compañero,
a solas con tu amistad,
se hace corto el sendero
Largo de la soledad.
Amigos fuertes, amigos,
el amor que así os consuela,
venid a cantar conmigo
que el corazón se me vuela.
CANTA CONMIGO, HERMANO,
CANTA A LA TIERRA,
COGIDOS DE LA MANO,
NO TE DETENGAS.
CANTA CONMIGO, HERMANO,
CANTA A LOS AIRES,
COGIDOS DE LA MANO,
SIGUE ADELANTE.
CANTA A LA TIERRA,
CANTA A LOS AIRES,
NO TE DETENGAS,
SIGUE ADELANTE.
Cristo, Cristo amigo y compañero,
camino, verdad y vida,
quiero marchar contigo
siempre vivir tu verdad.
Las obras son el amigo,
las promesas son el viento,
el amigo está conmigo
las palabras en el viento




































Oración de Santa Teresa de Jesús (España). Interpretación de las madres carmelitas descalzas del Monasterio de Santa Teresa de Jesús en Arequipa (Perú). del cd "el encanto" (año 2000) grabado en conmemoración del año 2000, año del jubileo de la Iglesia Católica.























Vídeo realizado por Fr. Franklin, ocd ( Venezuela). Orden de Carmelitas Descalzos.


























Esta es la historia de la vida de Teresa de Jesús, su estancia en el convento de la Encarnación, y finalmente el momento de la fundación de las Carmelitas Descalzas de Sevilla.



























Libro de la Vida Cap. 2 - Santa Teresa de Jesús.